tag:blogger.com,1999:blog-38556208529602179472024-03-12T20:50:19.225-07:00"Juego de ojos" de Miguel Ángel Sánchez de Armas, ahora está en la dirección: www.sanchezdearmas.mxMiguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.comBlogger50125tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-3260868497710124232012-06-26T19:01:00.000-07:002012-06-26T19:01:38.532-07:00Juego de ojos - Cuarenta años de Watergate<div class="MsoHeader" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: right;"><o:p><span style="font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Miguel Ángel Sánchez de Armas</span></span></o:p></div><div class="MsoHeader" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: right;"><br />
</div><div class="MsoHeader" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: right;"><br />
</div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Este mes se cumplen cuatro décadas de un episodio que marcó para siempre la relación entre los medios masivos y el poder político: el llamado “escándalo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Watergate</i>”, episodio que culminó en la primera renuncia de un presidente de los Estados Unidos, Richard Milhous Nixon, y la encarcelación de 43 funcionarios de alto nivel.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Watergate</i> fue una bola de nieve. Comenzó con el arresto de unos ladronzuelos en las oficinas de un partido político y creció hasta pasar al habla popular como apellido de escándalos con tinte político: “Irán<i>gate</i>”, “Lewinsky<i>gate</i>”, “WhiteWater<i style="mso-bidi-font-style: normal;">gate</i>”, “Migra<i>gate</i>” <i>and so on</i>. En México tenemos nuestra propia cosecha: el “toalla<i>gate</i>” ocasionó la renuncia de un administrador de la casa presidencial; el “AguasBlancas<i>gate</i>” culminó con la caída de un gobernador.</span></div><div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"> </span></div><div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"> <img height="350" id="il_fi" src="http://www.cartridgesave.co.uk/news/uploads/nixon-resigns.jpg" style="padding-bottom: 8px; padding-right: 8px; padding-top: 8px;" width="500" /></span></div><div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></div><span style="font-family: Arial;"><a name='more'></a></span><br />
<br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Para siempre vinculado a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Watergate</i> quedó el nombre del <i>Washington Post</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">, rotativo que documentó el caso desde su inicio y cuya perseverancia contribuyó a una alerta social que puso al descubierto en la Casa Blanca una conspiración criminal. Mas pese al romanticismo de la película <i>Todos los hombres del Presidente </i>y del aluvión de reportajes y libros que brotaron a la vera de <i>Watergate</i>, no puede decirse que los medios hayan <i>derribado</i> a Nixon. Fue el Poder Judicial el que encontró elementos para la destitución, y fue el Presidente quien eligió renunciar antes que ser defenestrado. El caso confirmó lo que desde 1922 había observado Lippmann: “Los medios no dicen a la gente <i>cómo </i>pensar; sí le dicen <i>en qué </i>pensar”. Es decir, conforman la agenda social.</span></span></div><div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-RiXIjFZUr84/T-ppdcQrmVI/AAAAAAAAAYg/s33KwX6kHxY/s1600/renuncia+RN.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-RiXIjFZUr84/T-ppdcQrmVI/AAAAAAAAAYg/s33KwX6kHxY/s320/renuncia+RN.jpg" width="243" /></a></div><div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Watergate</i> no fue un accidente, como no lo es la supuración que se pone al descubierto por una incisión de rutina. Fue el resultado de una época turbulenta y de la participación de actores cuyas personalidades fueron como agentes reactivos que precipitaron y pusieron al descubierto la trama de una conspiración desde el poder.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">Si se comienza en sentido inverso, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Watergate</i> no estuvo en la agenda de los electores en particular ni en la de la ciudadanía en general durante 1972. Ello explica que Nixon hubiese sido relegido por el más alto porcentaje de votos en la historia del país. Los estadounidenses en aquel momento tenían en la mente, para citar de nuevo a Lippmann, imágenes distintas. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Watergate</i> se hizo parte de la agenda social y comenzó a presionar a la agenda política cuando los medios comprobaron que Nixon y sus colaboradores mintieron deliberadamente.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">En la Casa Blanca, la agenda fue ocultar la verdad, mentir sin medida y utilizar las herramientas que fuesen necesarias, independientemente de su legalidad, para evitar que se hiciera pública la conspiración organizada para dañar a los enemigos políticos de Nixon.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">De junio de 1972 cuando se descubrió el allanamiento, a mediados de 1974, la agenda de los legisladores republicanos se centró en la defensa de Nixon y la descalificación del <i>Post </i>y los medios que crecientemente abordaban temas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Watergate</i>. Los demócratas, por su parte, utilizaron las informaciones de los medios para desgastar a la administración Nixon y, en el 74, para sustentar el inicio de los procedimientos legislativos para defenestrar al Presidente.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">Hoy sabemos que Mark W. Felt, el segundo de a bordo del Buró Federal de Investigaciones (<span style="font-variant: small-caps;">fbi </span>por sus siglas en inglés) fue la fuente del <i>Post </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">apodada “garganta profunda” </span>y que operó no por amor a la verdad y para preservar los valores de la nación, sino en beneficio de su propia agenda, que era ser nombrado director general de la agencia a la muerte de J. Edgar Hoover. Cuando Nixon designó a un director ajeno a la comunidad de inteligencia y los mandos de carrera clamaron que ello dañaría al aparato de seguridad interna del gobierno, Felt utilizó su contacto con los reporteros del <i>Post </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">para combatir la designación presidencial.<o:p></o:p></span></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Watergate</span></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"> en sus inicios, por lo menos de junio a octubre de 1972, casi exclusivamente estuvo en la agenda del <i>Washington Post. </i>A Katherine Graham, la dueña y editora, le advertían desde diversos ambientes que su empresa corría el peligro del ridículo y del escándalo al sobredimensionar la importancia de un “robo de tercera”.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">Por lo menos hasta el tercer cuatrimestre de 1973 no hubo en otros diarios de gran circulación una reacción en cadena respecto a las informaciones de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Watergate</i> publicadas por el <i>Post. </i>En este sentido se confirma el postulado de que no basta que un tema aparezca frecuentemente en las noticias para hacerlo parte de la agenda. Si no aparece resaltando algún aspecto de un problema, o si sólo se resaltan sus aspectos positivos, el asunto pierde urgencia y, por lo tanto, la agenda se colapsa. Si, por el contrario, el tema muestra cada vez una cara distinta, la agenda se refuerza.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">El senador Robert Dole, a la sazón presidente del Partido Republicano, acusó al <i>Post </i>de estar a sueldo de la campaña presidencial del Partido Demócrata, mientras que a diario el vocero de la Casa Blanca, Ron Ziegler, aparecía en las noticias para expresar su “horror” por el “periodismo execrable” del <i>Washington Post</i>.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Al interior del diario, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Watergate</i> no contaba con el consenso de la redacción. Varios jefes de sección opinaban en las juntas editoriales que el asunto estaba colocando en riesgos innecesarios al periódico. Para Richard Harwood, responsable de la sección nacional, la cobertura del asunto estaba al borde de la fantasía, una investigación carente de lógica que bordeaba en la paranoia. A eso se añadían las crecientes descalificaciones políticas del diario por parte de políticos respetados. No menos inquietante era la noción que el <i>Post </i>también tenía un problema de “gargantas profundas” al interior al servicio del gobierno.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Este ambiente fue descrito años después por Leonard Downie, uno de los editores durante el caso: “Nos sentíamos pequeños, no grandes o poderosos […]. Sentíamos una enorme responsabilidad. No creíamos que el Presidente fuera a renunciar y la noche en que eso sucedió casi todos enfermamos. Era un grupo pequeño el involucrado. De eso se trata este negocio. Eso todavía es lo que hace la diferencia. Fueron tiempos duros, nada brillantes. Muchos le advertían a Katherine Graham que arruinaríamos su periódico”.<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">La agenda de los medios fue azuzada por una Casa Blanca y una clase política republicana cada vez más reactiva y más hostil. Al inicio de su segundo periodo, Nixon ordenó tomar acciones de venganza contra el diario que comenzaron por la puesta en subasta de las licencias de televisión de la empresa editora. Esto, combinado con una gracejada sexista de un alto funcionario contra la señora Graham, y la creciente convicción de que la Casa Blanca mentía para encubrir acciones ilegales, endurecieron la agenda noticiosa de los medios. <o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Watergate</i> tuvo consecuencias importantes en la relación de los medios con el poder público, y su estudio ayuda a comprender con mayor claridad el papel de la prensa en la fijación de la agenda política. La batalla que se libró en los tribunales, en mucho continuación de la que suscitara el caso del “expediente secreto del Pentágono” un año antes, en 1970, tuvo efectos profundos en la relación de la prensa con el gobierno en aquel país y, como las ondas de agua que levanta la caída de una piedra en un estanque, en otras partes del mundo.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Hay una extendida creencia de que el presidente Nixon renunció al puesto como consecuencia directa de las publicaciones del diario <i>The Washington</i> <i>Post</i> sobre el caso <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Watergate</i>. Sin embargo, pese a que el rotativo fue el primer medio en dar a conocer el asunto y lo mantuvo en sus páginas desde junio de 1972, no influyó determinantemente en la agenda ciudadana. Tuvieron que darse una serie de acontecimientos sociales, de política interna y externa, y económicos, para que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Watergate</i> fuera percibido como el tema clave en la agenda social y fuese retomado en la agenda política.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Watergate</i> revivió la vieja discusión sobre la paradoja de la importancia que atribuimos a los medios en la democratización de las sociedades y la importancia relativa que éstas dan a aquéllos. Quienes se apresuran a señalar que la mejor prueba de que “la prensa” es “el motor” de la democracia y ejemplifican con el papel desempeñado por <i>The Washington Post </i>en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Watergate</i> y la primera renuncia de un Presidente estadounidense, suelen pasar por alto que en noviembre de 1972, cuando los pormenores del asunto tenían seis meses en la primera plana del <i>Post </i>y que Walter Cronkite, el “Gran Padre Blanco” de la televisión, “el hombre con mayor credibilidad en Estados Unidos” hiciera suyo y validara periodísticamente el caso, Nixon ganó su segunda elección presidencial por el más amplio margen de votos en la historia.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Qué sucedió? La respuesta se debe buscar en el papel que <i>realmente </i>juega la prensa en la democracia. Tiene que ver con lo que Hamilton llamó “el estado de ánimo” de la sociedad, otros “las imágenes en nuestra mente” o la “construcción de las agendas.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>Parece indiscutible que la prensa provee no sólo información, sino el marco conceptual en el cual se ordenan la información y las opiniones: no únicamente los hechos, sino una visión del mundo. Así, los actores políticos se ven obligados a configurar sus mensajes al modelo propuesto por la prensa y esto influye en la percepción del proceso político que tienen las audiencias.<o:p></o:p></span></div><br />
<div align="right" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt 7cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><br />
<div align="center" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt 7cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><br />
<div align="right" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt 7cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><br />
<div align="right" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt 7cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: 9pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-style: italic;"> </span></span></div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-77966211408497214682012-06-24T18:13:00.001-07:002012-06-25T18:36:18.344-07:00Memoria de JdO - “He tenido una vida maravillosa”<div class="MsoTitle" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><br />
</div><br />
<div class="MsoSubtitle" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Miguel Ángel Sánchez de Armas<o:p></o:p></span></span></div><div style="text-align: right;"></div><div style="text-align: right;"><em><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-small;">Este texto es de septiembre de 2004</span></em></div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><br />
</div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><br />
</div><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"> </span><br />
<div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Es posible que Ludwig Josef Johann Wittgenstein haya sido el más influyente filósofo del siglo XX. Hay quien lo considera el mayor pensador después de Emmanuel Kant. Este hombre singular, que se me antoja un personaje de Buñuel, publicó en vida un solo libro... pero eso sí, <i>el libro</i>, el <i>corpus </i>definitorio, el crisol de las respuestas a todos los problemas de la filosofía. ¡Ni más ni menos!<o:p></o:p></span></div><br />
<div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">He aquí una personalidad arrebatadora en el cosmos del <i>sophós</i> poblado por espíritus superiores. Figura de culto, despreciaba lo público e incluso construyó una cabaña aislada en Noruega para vivir en total seclusión. Su sexualidad era ambigua y probablemente fuera homosexual, aunque qué tan activo, aún es materia de especulaciones. Fue un niño brillante y tartamudo, vástago de una de las familias más acaudaladas del Imperio Austro-Húngaro. Sus tres hermanos mayores, Hans, Kurt y Rudolf, se suicidaron. Inicialmente se inclinó por la ingeniería aeronáutica y las matemáticas lo llevaron a la filosofía. Fue el más brillante alumno de Bertrand Russell. Se enlistó como voluntario en la primera guerra mundial, peleó valerosamente en Rusia y en Italia y fue internado en un campo de concentración en Cassino.</span></div><div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"> <img alt="" class="rg_hi uh_hi" data-height="205" data-width="245" height="205" id="rg_hi" src="https://encrypted-tbn2.google.com/images?q=tbn:ANd9GcRWDQuGFCQrmWWX5BAt8CrXJSSCzqdU9lcln2QMFzuff3rIXHuG" style="height: 205px; width: 245px;" width="245" /></span></div><div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><br />
<a name='more'></a><br />
<div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Heredó una fortuna a la muerte de su padre y la regaló. Trabajó como ayudante de jardinero, maestro de primaria, autor de un diccionario para niños, portero de un hospital, escultor, técnico de laboratorio y arquitecto. Curioso <i>curriculum vitae </i>para un hombre que puso su impronta en la ciencia “que trata de la esencia, propiedades, causas y efectos de las cosas naturales”. Al repasar su vida, pienso que Ludwig no era de este mundo. Por lo menos no permitió que ninguna atadura social lastrara su inteligencia y sin miramientos se deshizo de prácticamente todas las convenciones para dedicar su tiempo a lo que consideraba trascendente. Estoy seguro que su alta como voluntario en el ejército no fue originada en un sentido patriótico o patriotero, sino que tuvo una motivación originada en sus propias turbulencias espirituales, pues fueron precisamente los cuadernos que redactó en las trincheras –y que un enemigo generoso permitió fuesen enviados a su país antes de internarlo en un campo de concentración- la base de la única obra que publicó en vida, el <i>Tractatus Logico-Philosophicus</i>, en donde escribe que los problemas filosóficos surgen de equivocaciones de la lógica de la lengua e intenta demostrar lo que esa lógica es. Su lema bien pudo haber sido "Tu vincula frange".</span></div><br />
<div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Dejemos que uno de los estudiosos de la filosofía de Wittgenstein, Carlos Salinas, nos de su punto de vista:<o:p></o:p></span></div><br />
<div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 13.5pt;">“El pensamiento de Wittgenstein gira en torno al lenguaje. En su primera época consideraba que el lenguaje se asemeja a un mapa de la realidad. Luego, las proposiciones (lo que se afirma, o se niega sobre cualquier hecho), tienen sentido si describen lo que está fuera. Obviamente aquellas proposiciones que no hablan de hechos, que no representan hechos, carecen de significación (por ejemplo afirmaciones de tipo religioso o metafísico). De aquí una conclusión radical: de lo que no se puede hablar, mejor callar [...] Esta tarea de limpieza de la filosofía es tan extrema que, fuera del discurso científico, no queda nada en pie. El lenguaje corriente es defectuoso, tiene muchas proposiciones que no indican nada concreto. El complicado lenguaje corriente -afirma</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";"> </span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 13.5pt;">en el <i>Tractatus</i>- no puede captarse en su aspecto lógico. Es sumamente complicado y disfraza el pensamiento de la misma manera que el vestido oculta el cuerpo. En consecuencia hay que buscar el esqueleto lógico que refleja la estructura de los objetos representados. De esta manera, y poco a poco, se puede ir construyendo un lenguaje ideal apto para la ciencia y la filosofía. En esto el quehacer filosófico tiene una tarea y una restricción: no se trata de ‘decir’ lo que es, o cómo es la</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";"> </span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 13.5pt;">realidad, sino un aclarar los enredos provocados por la manera que tenemos de simbolizar las cosas (es decir: el lenguaje).</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";"> <o:p></o:p></span></div><br />
<div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 13.5pt;">“Wittgenstein insiste, aunque irrite a más de un profesor de metafísica, que en la filosofía no hay nada oculto, todos los datos están en la mano. Preguntar ‘¿qué hora es?’ no ocasiona ningún problema, pero transformarlo en una inquisición sobre la naturaleza del tiempo nos confunde.”</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";"> <o:p></o:p></span></div><br />
<div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Su preocupación con la perfección moral llevó a Wittgenstein en algún momento a <i>confesar</i> varios <i>pecados</i>, entre ellos uno asaz curioso: haber inducido que se subestimara su judaísmo. Creo que Ludwig fue atormentado durante su vida por el problema religioso. Nieto de judíos conversos al protestantismo e hijo de una católica, fue bautizado en esta fe y su funeral fue asimismo católico, pero entre un momento y otro no fue ni creyente ni practicante.<o:p></o:p></span></div><br />
<div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Hubo en la vida de este hombre, como telón de fondo o música de acompañamiento, una espesa angustia vital que hoy apreciamos en su permanente fascinación con todo lo religioso, al grado de que en una época pensó en tomar los hábitos, aunque tampoco se pueda decir que se haya comprometido con alguna iglesia en particular. Se oponía a las interpretaciones religiosas que enfatizan la doctrina o los argumentos filosóficos diseñados para probar la existencia de Dios, pero le atraían los rituales y símbolos religiosos. Equiparaba el ritual a un gesto, como cuando se besa una fotografía: no se cree que la persona en la fotografía <i>sentirá</i> el beso o lo corresponderá, ni el beso es sucedáneo de un sentimiento o frase en particular, como “Te amo”. Como el beso, la actividad religiosa expresa una actitud. <o:p></o:p></span></div><br />
<div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Los Wittgenstein eran una numerosa y acaudalada familia. Karl Wittgenstein fue el más exitoso empresario siderúrgico del Imperio Austro-Húngaro y su casa atraía a personalidades de la cultura, en particular a músicos, entre ellos el compositor Johannes Brahms, quien era amigo de la familia. <o:p></o:p></span></div><br />
<div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Ludwig estudió ingeniería en Berlín y en Manchester. Su interés en la ingeniería lo llevó a las matemáticas lo cual a su vez lo indujo a reflexionar en los problemas filosóficos de los fundamentos matemáticos. El filósofo y matemático Gottlob Frege le recomendó estudiar con Bertrand Russell en Cambridge, en donde impresionó tanto a Russell como a G. E. Moore.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div><br />
<div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">En 1929 fue a Cambridge a enseñar en el Trinity College, y en 1939 fue nombrado ahí mismo profesor de filosofía. Después de la guerra volvió al magisterio universitario pero renunció a su cátedra en 1947 para concentrarse en su escritura, mucha de la cual llevó a cabo en Irlanda pues prefería lugares rurales y aislados para su trabajo. Para 1949 había escrito todo el material que sería publicado después de su muerte con el título de <i>Investigaciones filosóficas</i>. Pasó los dos últimos años de su vida en Viena, Oxford y Cambridge y siguió trabajando hasta su muerte en abril de 1951. El producto de esos dos años fue publicado bajo el título <i>Sobre la certeza. </i>Sus últimas palabras fueron: “Díganles que he tenido una vida maravillosa”. <o:p></o:p></span></div><br />
<div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">El punto de vista de Wittgenstein sobre lo que la filosofía es o debiera ser cambió muy poco a lo largo de su vida. En el <i>Tractatus</i> sostiene que “la filosofía no es una de las ciencias naturales” y que ésta “tiene como meta la clarificación lógica de los pensamientos”. La filosofía no es descriptiva sino elucidatoria. Su meta es clarificar lo oscuro y confuso. Se sigue que los filósofos no deben preocuparse tanto con lo inmediato, sino con lo posible, o más bien, con lo concebible. Esto depende de nuestros conceptos y de cómo se ensamblan desde el punto de vista de la lengua. Lo que es concebible y lo que no, lo que tiene sentido y lo que no, depende de las reglas de la lengua, de la gramática. <o:p></o:p></span></div><br />
<div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Wittgenstein dijo que en filosofía el ganador es el que llega al último. Pero no podemos escapar a la lengua o a las confusiones a que da lugar, salvo mediante la muerte. En 1931 escribió: “La lengua pone a todos las mismas trampas; es un enorme mapa de vueltas equivocadas. Así que vemos a un hombre tras otro deambular por los mismos caminos y sabemos de antemano en dónde se desviará, en donde caminará en línea recta o sin prestar atención a las salidas laterales, etc., etc. Lo que debemos hacer entonces es colocar señales en todos los cruceros en donde hay vueltas equivocadas para ayudar a la gente a librar esos peligros.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">“Pero tales señalamientos son todo lo que la filosofía puede ofrecer y no hay ninguna certeza de que serán vistos o atendidos correctamente. Y debemos recordar que una señalización tiene sentido en el contexto de una zona peculiar. Podría no servir de nada en otra parte, y no debiera ser considerada como un dogma. Así que la filosofía no ofrece verdades, ni teorías, ni nada excitante, sino principalmente recordatorios de lo que todos sabemos. Este no es un papel deslumbrante, sino difícil e importante. Requiere de una capacidad casi infinita para soportar dolores (lo cual es una definición de la genialidad) y podría tener enormes consecuencias para quienquiera que sea atraído a la contemplación filosófica o que haya sido engañado por malas teorías filosóficas. Esto atañe no sólo a los filósofos profesionales sino a cualquier persona que se desvíe a la confusión filosófica, tal vez sin darse cuenta de que sus problemas son filosóficos y no, digamos, científicos.” <o:p></o:p></span></span></div><br />
<div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Los positivistas lógicos del Círculo de Viena, esa escuela que tan grande influencia ha ejercido en el pensamiento occidental, se declararon impresionados por lo que encontraron en el <i>Tractatus</i>, particularmente la idea de que la lógica y las matemáticas son analíticas, el principio de la verificación, y la idea de que la filosofía es una actividad enfocada a la clarificación, no al descubrimiento de hechos. Wittgenstein dijo, sin embargo, que es <i>lo que no está </i>en el <i>Tractatus </i>lo que más importa. <o:p></o:p></span></div><br />
<div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Carlos Salinas recuerda una anécdota </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 13.5pt;">que escribe el propio Bertrand Russell, su tutor cuando llegó por primera vez a Inglaterra, cuando apenas conoció a Wittgenstein: “Al final de su primer período de estudio en Cambridge, se me acercó y me dijo: ‘¿Sería usted tan amable de decirme si soy un completo idiota o no?’ Yo le repliqué: ‘Mi querido compañero, no lo sé. ¿Por qué me lo pregunta?’</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"><o:p></o:p></span></div><br />
<div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 13.5pt;">“El me dijo: ‘Porque si soy un completo idiota me haré ingeniero aeronáutico; pero, si no lo soy, me haré filósofo’. Le dije que me escribiera algo durante las vacaciones sobre algún tema filosófico y que entonces le diría si era un completo idiota o no.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"> <o:p></o:p></span></div><br />
<div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 13.5pt;">“Al comienzo del siguiente período lectivo me trajo el cumplimiento de esta sugerencia. Después de leer sólo una frase, le dije: ‘No. Usted no debe hacerse ingeniero aeronáutico’.”</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"><o:p></o:p></span></div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-9992167420248238822012-06-20T19:32:00.000-07:002012-06-20T19:32:49.975-07:00Juego de ojos - All that Jazz<div style="text-align: right;"> <span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Miguel Ángel Sánchez de Armas</span></div><h1 align="center" style="margin: 12pt 0cm 3pt; text-align: center;"> </h1><div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">Dice el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">real mamotreto </i>que la melomanía es “amor desordenado a la música”. Carajo, resulta entonces que todos estos años he vivido en el vicio, y lo que yo creía noble placer es en realidad <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pecado solitario</i> como el que escandalizaba a mis tías, quienes montaban guardia en la puerta del baño para impedir que el Maligno tentara (je, je) a los sobrinos.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">Como hoy amanecí herético, me declaro el más desordenado de los desordenados en mi inclinación musical y proclamo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">urbi et orbi </i>que si por ello he de pagar con las llamas del infierno, ¡sea!, pues en parodia del bardo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">No me mueve, mi Dios, para quererte / la música que me tienes prometida… </i></span></span></div><div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<a name='more'></a><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">Establecido así el contexto y aportadas las aclaraciones pertinentes, procedo entonces a compartir con mis lectores un homenaje al jazz, pues la semana próxima se celebra en Montreal la trigésimo tercera edición del célebre festival internacional de la expresión musical que recogió el lamento de los esclavos negros y lo convirtió en una explosión de alegría.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">Además, la UNESCO designó el 30 de abril como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Día Internacional del Jazz</i>. Es notable que la propuesta fuera del pianista Herbie Hancock, compositor y director del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Instituto de Jazz Thelonius Monk</i>, y no germinara en algún organismo oficial. ¿Será por el fariseísmo de nuestros primos del norte que pese a tener un Presidente negro y nutrirse de una riquísima diversidad cultural no acaban de digerir lo que no sea <i style="mso-bidi-font-style: normal;">White, Anglosaxon & Protestant </i>(<i style="mso-bidi-font-style: normal;">wasp</i>)? <o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">Pudiera ser. El jazz nació en las chabolas del sur de Estados Unidos en donde los esclavos lamentaban su suerte en tierra cristiana. Es, básicamente, producto único y singular de la conjugación de los instrumentos musicales europeos con la concepción musical africana. Con sus distintos estilos, este ritmo nace en la veta de libertad que defendieron los negros durante la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos, quizá porque aquella movilización tenía en la improvisación uno de sus motores (ecos de Rosa Parks y de Martin Luther King), y la libertad para la improvisación es uno de los elementos fundamentales del jazz.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">Hace pocos años un reportero preguntó al contrabajista Ron Carter si él había sufrido alguna vez discriminación por ser negro. El músico respondió: “Todos y cada uno de los días de mi vida he padecido la discriminación”. Hoy, con los vientos de igualdad que aparentemente oxigenan el ambiente mundial es difícil imaginar a figuras musicales de gran fama como víctimas del racismo, pero no siempre fue así. <o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span lang="ES">Entre los jazzistas la paradoja fue mayor porque su música tenía enorme aceptación entre los blancos y pronto se hacían famosos, aunque ello no los ponía a salvo de los actos discriminatorios. Los dueños de salones y bares vigilaban celosamente que se cumpliera la ley y que los músicos negros, celebridades o no, entraran por la puerta trasera o por la cocina. El trompetista Miles Davies, autor de la que muchos consideran la mejor grabación de jazz en la historia </span><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;">—</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES">Kind of blue</span></i><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;">—</span><span lang="ES">, tocaba de espaldas al público en protesta por la discriminación que sufrían los de su raza y para dejar en claro que no interpretaba para los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">güeros</i>. El trompetista Dizzy Gillespie, más juguetón, arrojaba bolitas de papel al público cuando era intérprete de fila. <o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">Los años entre guerras y de la gran depresión económica fueron de auge para el jazz. Pero el pequeño <i style="mso-bidi-font-style: normal;">wasp </i>que habita en el ADN <i style="mso-bidi-font-style: normal;">gringo</i> conspiró con la parte del público que no estaba a gusto con el origen negro del jazz y así nacieron las orquestas de blancos como las de Stan Kenton, Glen Miller y Benny Goodman, que si bien exitosas, no dejaron de ser una versión “light” de verdaderas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">grandes orquestas</i> como las de Duke Ellington y Count Basie.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">En el ámbito de la música popular, después de gozar de arraigo y popularidad, el jazz fue cayendo en el olvido del gran público y se convirtió en música de culto(s), porque devino en objeto exquisito apreciado entre grupos reducidos, como el de los intelectuales. Por ello, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Día Internacional del Jazz</i> es un acto de justicia además de la oportunidad de que las nuevas generaciones se acerquen a creaciones que erizan la piel -desde la nuca hasta la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">zona sagrada</i>- y el pretexto para homenajear a los músicos que nos han dado horas de gozo voluptuoso con su música.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">Y para recordar que el jazz ha acompañado tareas creativas como la de Julio Cortázar, en cuya literatura algunos críticos han percibido la misma estructura rítmica del jazz. Será también pretexto para releer “El perseguidor”, relato cortazariano incluido en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Las armas secretas</i>, dedicado al legendario saxofonista Charlie Parker, en el que hay toda una disertación acerca del cómo y por qué de la creación artística, tema sobre el cual la versión del propio artista no es la mejor ni la más válida sino sólo un punto de vista más.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">En México es muy reducido el círculo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">jazzero</i>, no obstante que por afinidad debería sernos más cercana y familiar una tradición musical que surge de la reunión singular de dos concepciones musicales determinadas por condiciones históricas y sociales. Desde luego más que la música de concierto europea cuya hegemonía como “buena música” o “música culta” ha hecho pensar que su consumo es más ventajoso, aleccionador, elegante y educativo, aunque conceptualmente esté alejada de parámetros que nos permitan “sentirla” nuestra.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">Este festejo de la UNESCO puede ser el impulso que necesitan las disqueras para que de nuevo editen los distintos estilos del género: el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bebop</i>, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">jazz fusión</i>, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">free jazz</i> y los experimentos con otros ritmos como los de la música afroantillana. No es justo que los jóvenes de hoy se pierdan el gozo de voces maravillosas como las de Carmen McRae, Bessie Smith, Billy Holliday, Sarah Vaughan o Ella Fitzgerald. Ojalá se den la oportunidad de experimentar la vibración interior que produce escuchar a Miles Davis, Ornette Coleman, John Coltrane, Artie Shaw, Charlie Parker, Roy Eldrige, Duke Ellington, Thelonius Monk, Oscar Peterson, Cannonball Adderley, Charles Mingus, Charlie Haden, Sun Ra o los más jóvenes como Wynton Marsalis y muchos, muchísimos más. <o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span lang="ES">Antonio Malacara, en una entrevista con Mario Enrique Sánchez, dice que los músicos mexicanos han tenido contacto con el jazz desde el siglo XIX y a lo largo de casi 200 años de historia, han aparecido cientos de intérpretes destacados. Sin embargo, apunta: “el jazz es poco valorado ya que al igual que la música clásica, está considerado dentro de una élite y por cuestiones de negocios, no se ha popularizado y no se le ha dado la capacidad de más promoción. Otros factores que impiden se popularice el jazz [en México], es su poca rentabilidad. No da para comer y los músicos tienen que vender su capacidad y talento; es por esto que los mejores terminan tocando para artistas como José José, Lupita D' Alessio o Luis Miguel”. </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sin embargo, hemos tenido grandes exponentes de este arte, entre ellos Juan José Calatayud, Chilo Morán, Tino Contreras o los hermanos Toussaint, por mencionar los primeros que llegan a la memoria.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">Tanto el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Día internacional del jazz </i>como el festival de Montreal me han recordado aquellas lejanas juventudes cuando no había nada mejor que ir a escuchar al legendario grupo THNB que iluminó nuestras <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tardeadas</i> en aquel local de la Avenida Universidad frente al autocinema: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡Todos hermanos, negros y blancos!<o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><br />
</div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-9245775606692804012012-06-17T08:29:00.001-07:002012-06-17T08:31:29.122-07:00Memoria de JdO - Ser padre<div class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: right;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Miguel Ángel Sánchez de Armas<o:p></o:p></span></span></div><div style="text-align: right;"> </div><div style="text-align: right;"> </div><div style="text-align: right;"><em><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-small;">Este texto es de junio del 2005.</span></em></div><div style="text-align: right;"><em><span style="font-family: Arial; font-size: x-small;">Los primeros tres párrafos son actuales.</span></em></div><div class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt;"><br />
</div><br />
<div align="center" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: center;"><br />
</div> <span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hoy es día del padre. El mío falleció hace unos años y todavía escudriño las decenas de fotografías que tengo de él en busca de claves que me permitan entenderlo, desanudar y alisar el nudo que fue nuestra relación. Me reconozco en su fisonomía, cada vez más, pero no acabo de asimilar la peculiaridad de su cariño: afectuoso y lejano. Fue el mayor de muchos hermanos hijos de un yesero que se fue a <em>la bola </em>y que condujo a su familia con la mano de hierro del antiguo <em>pater familias, </em>la inflexibilidad de San Severo y la ausencia de humor que se esperaba de <em>un hombre </em>de su generación, para quien jugar con los niños y limparles las lágrimas era cosa <em>de mujeres.</em></span><br />
<span style="font-family: Arial;"> Yo soy ahora padre. Cuando la divina luz de Anita iluminó mi vida me convertí en otro, espero que mejor. No conocí mayor gozo que verla crecer y no tuve mejor alegría que sentirla cerca de mi. Y siendo de quienes no creen en monumentos ni aniversarios, este domingo la idea de la paternidad me tiene cautivado. Quizá sea por dos textos dolorosos que leí: el de Sergio Sarmiento (<em>Reforma</em>) y el de Ceclia Fuentes (<em>Milenio</em>). En ambos, los autores tienden los brazos hacia el padre, si bien por razones distintas.</span><br />
<span style="font-family: Arial;"> Así pues, hoy ofrezco a mis lectores lo que en junio del 2005 escribí a propósito de una carta que me fue enviada. En la fotografía, como clon de Darwin, mi bisabuelo; el abuelo, atrás a la izquierda.</span><br />
<span style="font-family: Arial;"> </span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-prnv13OZyl0/T933ouPdepI/AAAAAAAAAYA/DNpYDJHZbYw/s1600/Aug-03+Fam+Gonzalez+027+(2).jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-prnv13OZyl0/T933ouPdepI/AAAAAAAAAYA/DNpYDJHZbYw/s320/Aug-03+Fam+Gonzalez+027+(2).jpg" width="240" /></a></div><span style="font-family: Arial;"> </span><br />
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;"></span></span></div><span style="font-family: Arial;"></span><br />
<span style="font-family: Arial;"><a name='more'></a></span><br />
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">Una persona a quien quiero y respeto me hizo llegar unas líneas en recuerdo de su padre, muerto hace cuatro años. Demasiado tiempo mi amigo llevó una carga de amargura en el corazón, pero la vida le abrió los ojos y el alma a tiempo y se pudo reconciliar consigo mismo. Su texto es conmovedor, digno de ser compartido con usted: <o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">“Mi padre murió amargado y solitario. Se fue de la casa cuando yo tenía 14 años, alegando que quería vivir su propia vida. Lo hizo a pesar de que no teníamos qué comer. Fue alcohólico, aunque decía que podía dejar de tomar en cualquier momento. Nunca me abrazó porque decía que los hombres no se demuestran ternura. No jugó conmigo ni con mis hermanos, porque eso era asunto de mamás. No sabía nada de mí, pero, cuando yo cometía un error, era implacable conmigo. Decía que trabajaba para su familia, sin embargo en la práctica éramos la última de sus prioridades.<o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">“Durante años lo resentí. Marqué con ese rencor todas mis ilusiones e hice más frustrantes mis desilusiones. Un día me casé con una mujer maravillosa y me prometí que no iba a ser como él. Pensaba que ser buen padre era tratar bien a los míos, darles lo mejor que pudiera y estar con ellos cuando me necesitaran. <o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">“Pero algo no estaba funcionando. Le pregunté a mi esposa por qué mis hijos no me hacían caso a mí, sino a ella. Quería averiguar por qué los niños no parecían disfrutar conmigo.<o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">“-¿Sabes? -me respondió-. Cuando estás con ellos lo haces más porque es tu responsabilidad y no por que sea tu privilegio. Tus hijos van a disfrutar de ti sólo cuando tú disfrutes de ellos. <o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">“Me di cuenta que era tanto mi resentimiento y mi deseo de ser diferente a mí papá que me estaba pareciendo a él. Mi padre no estaba en la casa por borracho y yo por responsable. Él era lejano porque los niños eran cosa de mujeres y yo por que quería ser estricto y educarlos bien. Entonces comencé a descubrir las maravillas de pasar el tiempo con mis hijos, de jugar con ellos e integrarme a su vida. Dejé de intentar que ellos fueran como yo esperaba, y empecé a apreciar más cómo eran. Me permití inspirarme con su alegría y espontaneidad. Caí en cuenta de que yo podía crecer con ellos. Ya no me esforzaba por ser el adulto que lo sabía todo, más bien me inclinaba a ser la persona que quiere enseñar, pero que también está dispuesta a aprender; que no sólo sabe dar, sino que sabe recibir. <o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">“Esto no ha sido fácil. Aún me descubro autoritario, lejano, rígido, impulsivo. Entonces recuerdo que eso no es lo que soy y me abro de nuevo al regalo de la vida, de los míos, de mi esposa y de mis hijos. Hoy celebro mi oportunidad de ser padre, los abrazos de mis hijos, un ejército de enanos que crea caos de fantasía, que rompen mis esquemas a punta de sonrisas e insolencias.<o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">“La infancia de mi padre fue más dura que la mía. Le enseñaron que la vida era una carga. Él para su padre fue una carga. No conoció la ternura ni el apoyo, nadie se sintió orgulloso de él y él tampoco aprendió a sentirse orgulloso de sí mismo.<o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><i><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">“Papá, antes de que te fueras hubiera querido decirte que, para mí, al igual que para ti, ser un niño no fue fácil, pero es más difícil ser adulto si encadeno mi vida y la de los míos a los rencores y a los fantasmas del pasado. Quiero perdonarte, darte la libertad en mi corazón de ser un buen padre, reconocer que a tu manera hiciste lo mejor que pudiste con tu vida.<o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><i><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">“Sé que sentiste el dolor de tus propios errores. No me será fácil convertir en ángeles mis fantasmas, pero abriré con determinación las puertas de la aceptación y la gratitud.<o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><i><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;">“Papá, me siento orgulloso de ti, porque sin ti yo no sería lo que soy, porque tu vida me ayudó a encontrar mi camino, tu dolor me ayudó a evitar el mío, tus cualidades florecen en mí y valoro como un tesoro haberlas heredado de ti.”</span></i><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Puedo decir con orgullo que mi amigo ahora es un buen padre<i>.<o:p></o:p></i></span></span></div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-88397853250794113772012-06-13T17:17:00.002-07:002012-06-13T19:09:36.278-07:00Juego de ojos - Juaristas en junio<div style="text-align: right;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Miguel Ángel Sánchez de Armas</span></div><h1 align="center" style="margin: 12pt 0cm 3pt; text-align: center;"><span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></span></span> </h1><span style="font-family: Arial;">En los días de la República que corren, ahítos e indigestos de episodios electorales, se atomiza y deslava todo tema que no tenga que ver con la inmediatez del cambio de poderes. Incluso hechos de sangrienta brutalidad que testimonian la extendida descomposición social y política de nuestra vida nacional, como el hallazgo de 14 cadáveres más en una carretera en el norte de Veracruz, pasan a segundo plano. <o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: Arial;">Como suele suceder, los extremos se tocan: frente a una gran efervescencia política que alcanza a disparar los puntos del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">rating</i> televisivo durante el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">debate</i> entre los candidatos presidenciales, están la apatía y el olvido de hechos que han marcado nuestro rumbo político y como sociedad. Los medios masivos de comunicación nos enlazan, sí, pero también nos acostumbran a consumir sólo el tema del momento. La importancia y el interés de un asunto social hoy dura lo que permanece vigente un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tuit</i>. Lo dijo Obama: hay políticos cuya ideología cabe en 140 caracteres… ¡y sobra espacio!</span><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-BvemHT71ae0/T9ktiUc1_HI/AAAAAAAAAXQ/P-08za9wMak/s1600/lerdo.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-BvemHT71ae0/T9ktiUc1_HI/AAAAAAAAAXQ/P-08za9wMak/s1600/lerdo.png" /></a></div><div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<a name='more'></a><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Me detengo en esto a contrapelo de los habitantes de las columnas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">políticas </i>para llamar la atención de mi magra comunidad de lectores que el mes de junio debería ser de remembranzas históricas que, ¡<i style="mso-bidi-font-style: normal;">helas</i>!, ni en las escuelas tienen ya cabida. Hace 156 años que se promulgó la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ley Lerdo</i>, nombre breve de la “Ley de Desamortización de las Fincas Rústicas y Urbanas de las Corporaciones Civiles y Religiosas de México”. Acciones legislativas como ésta fueron las que comenzaron a construir no sólo el Estado laico del que ahora gozamos y que parece tener la necesidad de ser defendido recurrentemente, sino el Estado mismo. <o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Hombres visionarios como Miguel Lerdo de Tejada no tuvieron duda de que la construcción de un Estado en esta parte del mundo que hoy llamamos México sólo era posible si éste se desvinculaba del corporativismo religioso, si se subordinaba el apetito político personal al interés superior de una sociedad que nacía… es decir, si la estatura del estadista se imponía a la pequeñez del político.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">En 1856 apenas habían transcurrido 46 años de que la Iglesia sufriera con el movimiento de Independencia, que disminuyó su poder e influencia. Era lógico que la reacción de rechazo a una nueva <i style="mso-bidi-font-style: normal;">embestida civil </i>no se hiciera esperar y diera lugar un año más tarde al inicio de la Guerra de Reforma. Esta separación es uno de los hitos en la construcción del Estado mexicano, por la cual había abogado tanto José María Luis Mora y de la que ya no pudo ser testigo porque murió en 1850.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Hace pocos días también, el martes 12, conmemoramos 147 años de la muerte de Manuel Doblado, otro personaje al que se le recuerda poco o nada por la nefanda visión de un sistema educativo que privilegia la memorización -con fuerte dosis de idealización- de sólo algunos nombres de los forjadores de nuestra historia y esto frecuentemente fuera de contexto (nuestra historia maniquea de buenos y malos, en donde el Benemérito goza de vida eterna en el Paraíso mientras que el Dictador arde a fuego lento en el Infierno). Manuel Doblado fue otro de los ideólogos de la Reforma y participante de la Guerra del mismo nombre. El general Doblado fue maestro y abogado, colaborador de Juárez, quien fue, sí, el gran defensor y de algún modo creador del Estado mexicano moderno, pero gracias a la colaboración de una pléyade de estadistas que le acompañaron y que compartían su ideario.<o:p></o:p></span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-2_gxT_I2FDc/T9lH1F2NLAI/AAAAAAAAAX0/XvQL6bQvKVg/s1600/doblado.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-2_gxT_I2FDc/T9lH1F2NLAI/AAAAAAAAAX0/XvQL6bQvKVg/s1600/doblado.jpg" /></a></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;">Manuel Doblado se opuso con bravura e inteligencia al Tratado Guadalupe-Hidalgo, por el que México cedió a Estados Unidos más de la mitad de su territorio. El nombre formal de ese acuerdo fue “Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América”, y lo bueno es que fue amistoso, pues de otra manera nos hubiéramos quedado sin país y todos, al igual que en Filipinas, seríamos angloparlantes con nombres hispanos. La figura y peso político de Santa Anna contenían las inconformidades, pero en el caso del general Manuel Doblado éste mantuvo su oposición y fue promotor del Plan de Ayutla, cuyo propósito era precisamente desconocer al xalapeño once veces Presidente de México cuyo extravagante nombre completo era </span><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: normal;">Antonio de Padua María Severino López de Santa Anna y Pérez de Lebrón. </span><span style="mso-bidi-font-family: Arial;">Más tarde, Doblado formaría parte del gabinete de Benito Juárez, a quien acompañó en su salida del país.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">A inicios de este mes de junio también se cumplieron 151 años de la muerte de Melchor Ocampo, otro juarista destacado, asesinado en Tepeji del Río por las fuerzas conservadoras del general Leonardo Márquez. Melchor Ocampo fue ministro de Gobernación de Benito Juárez y coautor de las Leyes de Reforma. De un modo injusto se le recuerda poco gratamente por la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">epístola</i> que durante muchos años fue leída a las parejas que contraían matrimonio y que a la luz de la perspectiva de género se considera denigrante para las mujeres. Ciertamente la famosa <i style="mso-bidi-font-style: normal;">epístola</i> tenía un enfoque machista propio de la mentalidad prevaleciente hacia finales del siglo XIX. Pero la “Ley de Matrimonio Civil”, en cuyo capítulo 15 se incluye tal homilía, formaba parte de una nueva forma de concebir al Estado durante la administración juarista, que daba certeza jurídica a la población en los actos primordiales de la vida, como el nacimiento, la muerte y el matrimonio. <o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Con la instauración del Registro Civil se desplazó a la Iglesia de la tarea de celebrar (y de cobrar) los actos de unción como el bautizo, el matrimonio y la extremaunción y se inauguró la ciudadanía. Cada persona fue reconocida formalmente por una institución cuando nacía, cuando moría, cuando decidía contraer matrimonio o deshacer este vínculo. Así, la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">epístola</i>, tan vilipendiada en sus últimos años, fue un hecho innovador cuando fue concebida.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Estos hombres del juarismo fueron constructores del país que hoy disfrutamos, pero, lo digo con dolor, muchos mexicanos sólo identifican con nombres de calles, avenidas y colonias y no con los enormes espíritus, desprendidos, generosos y visionarios que fueron. Gracias a ellos hoy tenemos un<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>país, pero los hemos olvidado. <o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Quienes hoy buscan con afán colocarse en la conducción de la nación harían bien en proponer un acto de justicia histórica que los recupere de la desmemoria en que los hemos arrinconado.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div align="right" class="MsoHeader" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><br />
<div align="right" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt 7cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><div align="right" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt 7cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-46185311025338574982012-06-06T16:05:00.000-07:002012-06-06T16:05:38.827-07:00Juego de ojos - El león y el unicornio<div class="MsoHeader" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: right;"><b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 16pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></span></i></b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Miguel Ángel Sánchez de Armas</span></div><br />
<br />
<br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 11pt; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">A don Juan Carlos,</span></span></i></div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 11pt; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">por el premio “Cadera de Atila”.<o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Tomo prestado el título a Orwell pues creo que si viviera estaría al lado de quienes exigen al Imperio un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mea culpa</i> por la expoliación, abusos, genocidios, tráfico de seres humanos, saqueo, comercio de drogas y otras lindezas que por más de 300 años la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pérfida Albión</i> asestó al mundo cobijada en el farisaico manto de una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">empresa civilizadora</i>.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">En mayo del 2002 un prestigiado académico londinense sugirió que la Reina debía embarcarse en una gira mundial “para ofrecer disculpas por los pecados imperiales” y así revitalizar a la comunidad inglesa de naciones. Tal extravagancia cayó en oídos sordos. Ya se sabe que la realeza no sabe mirar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pa’bajo</i>, como nos recuerda en un divertido texto en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Crónica </i>Rafael Cardona.</span></div><div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-n0N8TxlEePo/T8_h9xq8zbI/AAAAAAAAAWE/jHQ2R7jOFi0/s1600/220px-The_Lion_and_the_Unicorn_3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-n0N8TxlEePo/T8_h9xq8zbI/AAAAAAAAAWE/jHQ2R7jOFi0/s1600/220px-The_Lion_and_the_Unicorn_3.jpg" /></a></div><div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<a name='more'></a><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Nadie piense que soy un resentido social. Dios salve a las clases dominantes. Mi enfado es con quienes sin memoria histórica salivaron con el espectáculo del jubileo de doña Isabel II y derramaron una lágrima al escuchar su conmovedor mensaje a los vasallos. Vaya, ni la BBC cree en las bondades del Imperio. En el 2003 subió a su web infantil una lección de historia: “El Imperio se hizo grande asesinando a muchos pueblos pobremente armados y saqueando a sus países; después el método cambió: asesinar pueblos con ametralladoras fue la táctica favorita del ejército [misma que fracasó] gracias a personajes como Mahatma Gandhi, heroico revolucionario cercano a las necesidades de su pueblo”, según nos recuerda en su libro Nial Ferguson. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-fareast-language: ES-MX;">(El 13 de abril de 1919 en Amritsar, India, el general inglés Reginald Dyer ordenó disparar a una multitud desarmada. Murieron 379 personas y 1,200 quedaron heridas. Los soldados quemaron menos de 1,600 cartuchos.)</span><o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">El escritor nigeriano Chinua Achebe respondió a la chocarrera sentencia de que “en el Imperio nunca se pone el sol”: “¡Eso es por que Dios no confía de ningún inglés en la oscuridad!” Y harto conocido es el lamento del racista Kipling sobre “la carga del hombre blanco”, pesado fardo que en 1938 agobiaba a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sir</i> Owen St. Clair O’Malley, enviado del gobierno de su real majestad a México, hasta que Lázaro Cárdenas lo echara del país. Hoy da ternura leer en la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Enciclopedia Británica</i> que “fue el Reino Unido el que rompió relaciones con México” después de la Expropiación. ¿No fue Orwell en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">1984 </i>quien inventó el “Ministerio de la Verdad” en donde se rescribía la historia?<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Podría extenderme casi al infinito, pero me limitaré a recordar que durante el infame comercio de esclavos, de los diez millones de seres humanos que cruzaron el Atlántico rumbo a los mercados de nuestros cristianísimos vecinos allende el Bravo, tres millones lo hicieron en naves británicas; que las corporaciones inglesas se apoderaron de la India y de parte de China, que saquearon y organizaron el comercio de estupefacientes y un largo etcétera.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-nrqbLn8YYmw/T8_iJNzQsUI/AAAAAAAAAWM/v-ryX3AEb2k/s1600/reina.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="180" src="http://3.bp.blogspot.com/-nrqbLn8YYmw/T8_iJNzQsUI/AAAAAAAAAWM/v-ryX3AEb2k/s320/reina.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">En abril pasado, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Guardian </i>publicó una nota titulada “Gran Bretaña destruyó huellas de sus crímenes coloniales” firmada por Ian Coban, Owen Bowcott y Richard Norton-Taylor. Ofrezco a mis lectores un extracto de la traducción de S. Seguí:<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">“Miles de documentos que registraban en detalle algunos de los actos y crímenes más vergonzosos cometidos durante los últimos años del Imperio Británico fueron destruidos sistemáticamente para evitar que cayeran en manos de los gobiernos surgidos de la independencia, según ha demostrado un estudio oficial.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">“Los documentos que sobrevivieron a la purga fueron trasladados discretamente a Gran Bretaña donde fueron escondidos durante 50 años en un archivo secreto del Foreign Office, más allá del alcance de los historiadores y público en general, en violación de la obligación legal de ponerlos a disposición de la opinión pública.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">“El archivo salió a la luz el año pasado cuando un grupo de keniatas detenidos y supuestamente torturados durante la rebelión Mau Mau obtuvo el derecho de demandar al gobierno británico. El Ministerio de Asuntos Exteriores se comprometió a liberar los 8.800 expedientes de 37 ex colonias escondidos en el centro de comunicaciones gubernamentales de alta seguridad de Hanslope Park, en Buckinghamshire.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">“El historiador designado para supervisar la revisión y la transferencia, Tony Badger, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">master</i> del Clare College de Cambridge afirma que el descubrimiento del archivo pone al Foreign Office en una posición ‘de vergüenza y escandalo.’ Estos documentos deberían haber estado en los archivos públicos desde la década de 1980, ha señalado. ‘Han retrasado este asunto por mucho tiempo.’ Los primeros documentos estarán a disposición del público el próximo miércoles 28 de abril en el Archivo Nacional de Kew, en Surrey.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">“Los documentos de Hanslope Park incluyen informes mensuales de inteligencia sobre la ‘eliminación’ de los enemigos de la autoridad colonial en la década de 1950 en Malasia; registros que demuestran que ministros británicos estaban al corriente de las torturas y los asesinatos de insurgentes Mau Mau en Kenia, incluyendo el caso de un hombre que afirman que fue ‘quemado vivo’; y documentos que detallan hasta qué extremos llegó el Reino Unido para evacuar por la fuerza a los habitantes de la isla de Diego García en el Océano Índico.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">“No obstante, entre los documentos hay un puñado que muestran que muchos de los documentos más sensibles de finales de la era colonial de Gran Bretaña no fueron escondidos sino simplemente destruidos. Estos documentos incluyen las instrucciones para la destrucción sistemática dadas en 1961, después de que Iain Macleod, secretario de Estado para las colonias, emitiera directivas según las cuales los gobiernos posteriores a la independencia no debían recibir ningún material que ‘pudiera poner en aprietos al gobierno de Su Majestad’ o que pudiera avergonzar a ‘miembros de la policía, fuerzas militares, funcionarios públicos u otras personas, por ejemplo informantes de la policía’, que pudieran poner en peligro las fuentes de inteligencia, o que pudieran ‘ser utilizados de manera poco ética por ministros de los gobiernos sucesores.’<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">“Entre los documentos que parecen haber sido destruidos había registros de los abusos sobre los insurgentes Mau Mau detenidos por las autoridades coloniales británicas, que fueron torturados y en ocasiones asesinados; informes que podrían aportar detalles de la presunta matanza de 24 campesinos desarmados en Malasia por los soldados de los Scots Guards en el año 1948; documentos extremadamente sensibles en poder de las autoridades coloniales de Adén, donde el Cuerpo de Inteligencia del ejército operó un centro de tortura secreto durante varios años en la década de 1960; y documentos altamente sensibles guardados por las autoridades en la Guayana Británica, colonia cuyas políticas estaban muy influenciados por los sucesivos gobiernos de Estados Unidos y cuyo líder de la independencia fue derrocado en un golpe de Estado orquestado por la CIA […]<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">“Los documentos revelan que los funcionarios coloniales recibieron instrucciones de separar los documentos que dejaban en el lugar tras la independencia -generalmente conocidos como ‘archivos heredados’ (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">legacy files</i>)- de los que iban a ser seleccionados para su destrucción o retirada al Reino Unido. En muchas colonias, éstas recibieron el nombre de ‘archivos de vigilancia’ y fueron sellados con una letra W en rojo. […]<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">“En Uganda, el nombre en clave de la operación fue <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Operation Legacy</i>. En Kenia, funcionarios de los servicios secretos llevaron a cabo una operación de investigación que describen como “una purga a fondo.”<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">“Se emitieron instrucciones claras de que los africanos no debían participar en las operaciones, que estaban limitadas a ‘personas que fueran funcionarios del gobierno de Kenia y ciudadanos británicos de origen europeo.’<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">“Se adoptaron medidas meticulosas para evitar que los gobiernos de la independencia llegaran a saber de la existencia de los archivos de vigilancia. Una de las instrucciones rezaba así: ‘Los archivos heredados no deben dejar tras de sí ningún material susceptible de observación. De hecho, la existencia misma de dichos archivos, aunque pudiera suponerse, nunca debe ser revelada.’<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">“Cuando un archivo de vigilancia era retirado de un grupo de archivos heredados, se creaba y se colocaba en su lugar un ‘archivo gemelo’ fantasma. Cuando esto no era posible, los documentos debían ser retirados en masa. Existía la preocupación de que las directivas de Macleod fueran reveladas –‘hay, por supuesto, un riesgo de compromiso en caso de que se conozca esta circular’ - y los funcionarios que participaron en la purga recibieron instrucciones incluso de mantener sus sellos ‘W’ en lugar seguro. Muchos de los archivos de vigilancia terminaron en Hanslope Park. Provenían de 37 ex colonias diferentes y llenaban 200 metros de estanterías. Pero cada vez es más evidente que gran parte del material más comprometedor fue probablemente destruido. A los funcionarios de algunas colonias, como Kenia, se les dijo que deberían optar por la eliminación de los documentos en lugar de su traslado al Reino Unido –‘se hace hincapié en la destrucción’ - y que no quedara ningún rastro de cualquiera de los documentos o de su incineración. Una vez quemados los documentos ‘los residuos deben ser reducidos a cenizas y éstas disgregadas.’<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">“Una idea de la magnitud de la operación y la cantidad de documentos borrados de la historia nos la puede dar un puñado de documentos de instrucciones que sobrevivieron a la purga. En ciertas circunstancias, se les dijo a los funcionarios coloniales en Kenia que ‘se permite, como alternativa a la destrucción por el fuego, que los documentos sean empacados en cajas lastradas y se arrojen en aguas muy profundas y sin corrientes, a la distancia máxima posible de la costa.’ Los documentos que se conservan de Malasia sugieren un proceso de destrucción mucho más casual, que permitía a los funcionarios relativamente novatos decidir lo que debía ser quemado y lo que debía enviarse a Londres. […]<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div align="center" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt 7cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><br />
<div align="right" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt 7cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-21203880144036548552012-05-30T16:43:00.000-07:002012-05-30T16:43:01.263-07:00Juego de ojos - 30 de mayo: En defensa de la palabra<div style="text-align: right;"> <span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Miguel Ángel Sánchez de Armas</span></div><div align="center" class="MsoHeader" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: center;"><br />
</div><br />
<div align="center" class="MsoHeader" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;">Hace 33 años, <span style="mso-bidi-font-family: Arial;">el entonces gobernador-cacique de Guerrero, Rubén Figueroa, lanzó amenazas contra Manuel Buendía nada menos que en la sede del Poder Ejecutivo después de una audiencia con el presidente José López Portillo. En respuesta, una impresionante movilización ciudadana y profesional se congregó alrededor del periodista en un desayuno en el antiguo hotel Del Prado</span> el 17 de julio de 1979. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;">Ahí, ante sus pares y frente a una multitud de lectores que desbordaba el salón, con serena emoción don Manuel dijo:<span style="mso-bidi-font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">“Allá, en los pueblos del interior, es donde el periodismo requiere auténtica valentía personal, porque las banquetas son demasiado estrechas para que no se topen de frente -por ejemplo- el periodista y el comandante de policía de quien aquél hizo crítica en la edición de esa misma mañana. Aquí la incomodidad más seria que sufrimos es la de no encontrar mesa en nuestro restaurante favorito de <st1:personname productid="la Zona Rosa." w:st="on">la Zona Rosa.</st1:personname></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-_0RKboPss14/T8awdZ4QMhI/AAAAAAAAAVc/ODtWessYjL8/s1600/MB+1.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-_0RKboPss14/T8awdZ4QMhI/AAAAAAAAAVc/ODtWessYjL8/s1600/MB+1.png" /></a></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><br />
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">“Allá, en los Estados, donde los estrechísimos círculos del poder local acogotan la economía de los editores combativos y pretenden lastrar el desempeño de los escritores comprometidos, el ejercicio del periodismo reclama una entereza excepcional. Aquí, donde las dicotomías del sistema se dan tan próximas a nosotros, de algún modo podemos arreglárnoslas para que los rayos no caigan precisamente sobre nuestro propio paraguas. Allá, donde las pequeñas comunidades de colegas pueden ser sometidas con la relativa facilidad por el puño del cacique regional, el grito de un reportero que ha recibido una paliza apenas se escucha afuera de sus propios dientes…si es que le quedan.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">“Aquí, en la monstruosa caja de resonancia de la metrópoli, se da -como fruto de la pertinaz<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>acción de las individualidades o de los clubes, del Sindicato y de otras agrupaciones como la de los Periodistas Democráticos- se da, repito, el hecho espléndido de una comunidad periodística cada vez más amplia, más integrada, más solidaria. Y dentro de este ámbito, ya no hay reportero, comentarista, fotógrafo o camarógrafo que se sienta solo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">si en legítimo ejercicio de su profesión </i>sufre agresiones físicas o morales, amenazas y cualquier otra suerte de manifiesta o larvada represión.”<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Arial;">* * *<o:p></o:p></span></b></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">Cada año, en estas fechas, publico la misma columna. Sólo actualizo el tiempo transcurrido y añado alguna reflexión. Es la machacona esperanza de que algún día sabremos la verdad sobre el asesinato de Manuel Buendía Tellezgirón: quién tomó la decisión, quién organizó el operativo, quiénes consiguieron el arma, planearon la emboscada y jalaron el gatillo; quiénes protegieron –o eliminaron- a los pistoleros.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">¿Los que han purgado condenas por el homicidio son realmente los responsables? Un juez así lo consideró y al parecer habría otros motivos para mantenerlos en prisión. El supuesto autor material niega su participación y el sentido común dice que el o los autores intelectuales escaparon a la justicia y que la muerte del periodista fue parte de un complot que por supuesto nadie está en condiciones de probar. <o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">Si no ley, una constante de la historia es que los asesinatos políticos nunca se esclarecen del todo. Y los de los periodistas jamás, ni en el primer ni en el tercer mundo. Acá nos preguntamos quién mató a Buendía. En Estados Unidos se preguntan quién mató a George Polk. <o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">Es notable, pero nada asombrosa, la estupidez de quienes creen que mediante la eliminación de periodistas pueden protegerse a sí mismos o poner remedio al enojo, al desasosiego o a la inquietud social. Una y otra vez el resultado es, para ellos, contraproducente. Porque la memoria y la palabra no pueden ser asesinadas: Manuel Buendía se transformó en un símbolo cuando aún no exhalaba el último aliento, lo mismo que Polk.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Ese símbolo es el del columnismo que sirve a la sociedad y no a quien se cree dueño del espacio en los diarios</span><span style="mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: Arial;">. Un día don Manuel escribió: </span><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial;">“No entiendo un periodismo sin ideales. Ni el reporterismo, ni la entrevista, ni el reportaje, ni el artículo, ni la crónica, ni el editorial, ni mucho menos géneros de tan comprometido ejercicio como la columna, pueden llevarse a cabo sin un ideal ¿cuál es ese ideal? Servir a nuestro país con los recursos del periodismo”</span></span><span lang="ES" style="font-family: "Times","serif"; mso-ansi-language: ES;">.</span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">Por fortuna en la historia encontramos ejemplos de esta forma de pensar. Walter Lippmann fue considerado el columnista más influyente entre los lectores norteamericanos durante más de 30 años. Hombre complejo, tenaz y brillante, tuvo, como Buendía, la conciencia de que su oficio estaba investido de la grave responsabilidad que da el foro público. Durante la dramática campaña presidencial estadounidense de 1940, al ser cuestionado sobre su posición política, tomó la oportunidad para una definición: “Los columnistas que se echan a cuestas la tarea de interpretar los hechos sociales no deben verse a sí mismos como personajes públicos frente a un electorado frente al cual son responsables”. Y en su columna <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Today and Tomorrow </i>del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">New York Herald Tribune </i>escribió:<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">“Me parece que cuando el columnista se ve a sí mismo como una personalidad pública, más allá del valor intrínseco y la integridad de lo que se publica bajo su firma, deja de razonar con la claridad y la objetividad que sus lectores tienen el derecho de esperar de él. Cual un político, adquiere una imagen pública que él mismo llega a admirar. Entonces comienza a preocuparse por preservarla y mejorarla. Y entonces su vida personal, su autoestima, sus lealtades, sus intereses y ambiciones se vuelven indistinguibles de su juicio sobre los hechos sociales.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">“En treinta años de periodismo creo haber aprendido a conocer los despeñaderos de la profesión. Y dejando de lado las formas más toscas de la corrupción –como el beneficiarse de información confidencial, exaccionar favores a quienes tienen el poder para darlos y hacerse esclavo de la moda- la más insidiosa de todas las tentaciones es creerse a sí mismo un actor público en el escenario de la sociedad más que un atento escritor de artículos periodísticos sobre algunas de las cosas que suceden en el mundo.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">“Mi postura es que escribo sobre asuntos sobre los cuales creo tener algo que decir, pero como persona no soy nadie de particular importancia. No soy un consejero áulico o un asesor general de la humanidad, y ni siquiera de aquellos que ocasional o frecuentemente leen lo que escribo. Éste es<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el código que sigo. Lo aprendí de Frank Cobb, quien durante el largo año de su agonía una y otra vez me aleccionó sobre el hecho de que más periodistas habían sido arruinados por la egolatría que por el licor. Y él había tenido la oportunidad de estudiar los efectos de ambas clases de intoxicación. <o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">“El escritor individual no es un personaje público; o por lo menos no debería serlo. Tampoco es una institución ni el repositorio de la ‘influencia’ ni del ‘liderazgo’. Es un reportero y un comentarista que pone ante sus lectores sus hallazgos sobre los temas que ha estudiado y así deja las cosas. No puede abarcar el universo, y si comienza a imaginar que ha sido llamado a tal misión universal, pronto dirá menos y menos sobre más y más cosas hasta que finalmente comience a decir nada sobre todo”. <o:p></o:p></span></span></div><br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Arial;">* * *<o:p></o:p></span></b></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">Después de esta luminosa cita de Lippmann, reproduzco mi columna de cada año: <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">Hace 28 años murió asesinado Manuel Buendía Tellezgirón.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">Aquel 30 de mayo de 1984 fue miércoles. Por la tarde, el autor de “Red Privada” -la columna cuyo nombre se ha hecho sinónimo de lo mejor de nuestro periodismo- abandonó la oficina que rentaba en un viejo edificio de Insurgentes, a la altura de <st1:personname productid="la Zona Rosa" w:st="on">la Zona Rosa</st1:personname> en la ciudad de México, y se dirigió al estacionamiento público en donde guardaba su auto. Ahí, en la puerta, fue emboscado. Un sicario lo ultimó de cinco tiros por la espalda.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">El día pardeaba. Vehículos y peatones congestionaban la principal avenida de la capital. El crimen, frente a testigos, fue en realidad una ejecución, una advertencia. Las fotografías del cadáver de Buendía sobre la acera dieron la vuelta al país y al mundo: en aquel México, tal era el fin que aguardaba a los practicantes de un periodismo crítico, analítico y, sobre todo, independiente.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">Veintiocho años han transcurrido y mucha agua ha pasado bajo nuestros puentes. Hoy reconfirmamos que la muerte de Buendía fue ejemplar, pero no en el sentido en que quisieron sus asesinos. Un instante después de la primera oleada de dolor y miedo, en el periodismo mexicano se refrendó el compromiso con la libertad. Y conforme pasan los años, nuevas generaciones de periodistas encuentran en Manuel Buendía un ejemplo de ética, valentía y rigor profesional y personal. Don Manuel sigue entre nosotros por la sencilla razón de que la esencia del periodismo en el que él creía sigue siendo la misma.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">Recuerdo a Buendía de muchas formas. Su cálida amistad y el sentido de humor con que engalanaba su trato. La solidaridad y el culto a la amistad. Su profunda convicción de estar transitando por el mejor de los caminos profesionales. Una vez escribió: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Ni siquiera el último día de su vida, un verdadero periodista puede considerar que llegó a la cumbre de la sabiduría y la destreza. Imagino a uno de estos auténticos reporteros en pleno tránsito de esta vida a la otra y lamentándose así para sus adentros: ‘Hoy he descubierto algo importante, pero... ¡lástima que ya no tenga tiempo para contarlo!’”<o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">Un hombre comprometido y eficaz. Un periodista preocupado por definir el oficio: “El periodismo no nos permite vivir de ‘lo que fue’, de ‘lo que el viento se llevó’. Al contrario: nos obliga a vivir para lo que es. Un periodista no puede permitir que sus amigos le organicen, como a un pintor, exposiciones retrospectivas.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">“Tampoco podemos arrullarnos, como las viejas actrices, en la nostalgia del álbum fotográfico o en el recuerdo de aquellas marquesinas que bordaban nuestro nombre con foquitos de colores. Ni andamos por ahí como los veteranos de una guerra ya olvidada, luciendo antiguas condecoraciones y un atuendo pasado de moda.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">“Los periodistas, como el combatiente sin relevo, vivimos y morimos con el uniforme de campaña puesto y el fusil humeante entre las manos.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">“Dicho de otro modo menos melodramático: los militantes del periodismo -por vocación y por destino- tenemos que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ser</i>, aquí y ahora; y para nosotros <i>ser</i> significa <i style="mso-bidi-font-style: normal;">publicar</i>, hacernos oír, ya sea desde una gran cadena de periódicos, o en una modestísima revista provinciana y hasta en una simple hoja volandera.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">“Mi homenaje, pues, a tantos colegas que no alcanzan fama ni honores, pero que jamás han desertado del deber profesional un solo día”.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">Hay hombres que forjan sus propias leyendas. En el periodismo de vez en cuando surgen figuras que rompen los moldes no como un reto, sino porque ello es parte misma de su naturaleza. Manuel Buendía fue de esa estirpe. Lo recordamos siempre.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;">Manuel Buendía fue asesinado seis meses después de publicado su libro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La CIA</i> <i>en México</i>. Mi ejemplar tiene una hermosa dedicatoria en la recia letra de su autor: “Para Miguel Ángel, cuyo afecto para mí se vuelve fortaleza de ánimo en la lucha cotidiana de un combatiente por México”.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;">Casi tres décadas después, don Manuel Buendía no descansa en paz. Su muerte clama justicia, pero su ejemplo nos sigue iluminando. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><br />
<div class="Parrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<br />
<div align="right" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt 7cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><br />
<div align="center" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt 7cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><br />
<div align="right" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt 7cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-87075820445219302352012-05-27T20:15:00.000-07:002012-05-27T20:15:27.295-07:00Memoria de JdO - Medio pan y un lbro<div style="text-align: right;"> <span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Miguel Ángel Sánchez de Armas</span></div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><em><span style="font-family: Arial;">Este texto es de mayo del 2011</span></em></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><br />
</div><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">La pregunta: ¿para qué sirve la literatura?, debiera ser una necedad indigna de ocupar el tiempo de los lectores y los espacios generosos que JdO recibe cada semana en tantos medios. A menos que… ¡No! ¡Alto! La literatura sí tiene una función. No sirve en el sentido utilitario de los productos que la publicidad nos propone a toda hora. Sirve en cuanto faro que nos señala un camino, nos permite conocernos, nos abre la puerta a mundos fantásticos y ahuyenta la sobrecogedora sensación de que sólo estamos en esta tierra para comer, crecer, reproducirnos y morir.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">¿Romántica y absurda idea? En los correos de mis lectores hay quién dice que un libro lo obligó a mirarse a las entrañas; quién que una catarata de imágenes y recuerdos llevó lágrimas a sus ojos; quién que fue arrebatado por una sorpresa luminosa; quién que en el hilado de imágenes de una poesía encontró la respuesta a sentimientos que le laceraban el alma. Para todos ellos la literatura tuvo un sentido. Una utilidad.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-Ad4qapEtzYw/T8Ltxl8EgYI/AAAAAAAAAVQ/dFAoG8LqnPo/s1600/garc%C3%ADa+lorca.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-Ad4qapEtzYw/T8Ltxl8EgYI/AAAAAAAAAVQ/dFAoG8LqnPo/s1600/garc%C3%ADa+lorca.png" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><br />
</div><br />
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La tentación de lo imposible,</i> Mario Vargas Llosa toma como pretexto el análisis de la compleja trama de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los miserables </i>para plantearse la pregunta que todo escritor se hace alguna vez y que para todo autoritario, grande, pequeño, eficaz o fracasado, es una pesadilla: ¿es subversiva la literatura? Y aquí encuentro otra función de las letras (de la literatura y de los libros, contenido y continente): salvaguardar la esencia humana.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">“¿Por qué destruyen libros los hombres?”, se pregunta con candor Fernando Báez en su ensayo. Y se responde: “Tal vez... los motivos profundos estén en una declaración de Fred Hoyle, astrónomo y novelista. En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">De hombres y galaxias</i>, escribió que cinco líneas bastarían para arruinar todos los fundamentos de nuestra civilización. Esta posibilidad terrible, impertinente, codiciosa, nos aturde y no habría razones para no pensar que, tras la excusa autoritaria, se esconda la búsqueda obsesiva del libro que contenga esas cinco líneas.” (¿Recuerdan mis lectores la trama de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El nombre de la rosa</i>?)<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">La memoria colectiva decidió dejar rastro escrito por primera vez hace 5 mil 300 años. Y de inmediato, casi como un reflejo, comenzó el hombre a destruir esas tablillas primigenias. Y sí, desde la intolerancia que acabó con la gran biblioteca de Asurbanipal hasta las bombas que destruyeron las bibliotecas y museos de Bagdad en la guerra del Golfo, pasando por las prohibiciones y quemas de libros de todas las grandes religiones y de todos los sistemas políticos, el autoritarismo nos está diciendo que la palabra y los libros son peligrosos porque sirven para hacernos libres. Como yo francamente no encuentro diferencia entre quienes enviaron a la hoguera los manuscritos inéditos de Bábel y los que pretendieron prohibir la circulación de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i> o la de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cariátide</i>, deduzco entonces que la literatura sí tiene una utilidad.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">(Me es inevitable recordar al llorado Voltaire cuando al enterarse de que los ejemplares de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cartas filosóficas</i> se estaban quemando en las plazas públicas de París, exclamó con aquella su tremenda ironía: “¡Vaya, cómo hemos progresado! Antes se incineraba a los escritores… ahora el fuego es sólo para los libros. ¡Eso es civilización!”)<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">A mí me parece pleonástico hablar de la relación que tenemos con los libros. Es como hablar de la relación que tenemos con lo humano. Hay escritores que fulguran desde la primera letra del primer párrafo de la primera página de sus textos. Vasconcelos sostenía que esos libros deben leerse de pie. Yo digo que no pueden ser abiertos impunemente... ¡como tampoco hacer el amor!<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Un momento cualquiera vamos por la vida atendiendo nuestros propios asuntos y en el siguiente, ¡zas!, un tono de voz, un aroma, un roce de piel… o el primer párrafo de un libro, tienen en nosotros el efecto de un rayo y ya no volvemos a ser iguales.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">La correspondencia espiritual con lo impreso ha sido materia de largas y espléndidas disquisiciones. Tomemos por ejemplo a Henry Miller. De entre su obra, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los libros en mi vida</i> me hipnotiza. Es un texto de una belleza extraña porque hace las veces de confesionario de las lecturas de mayor influencia en este autor. El escritor no defiende en él sus preferencias literarias, sólo las presenta. Es como una larga reseña de sus lecturas, a las que no califica sino explica cómo las percibió, cómo las sintió, con cuáles se quedó y por qué. Dice Miller que el libro que yace inane en un anaquel es munición desperdiciada. Que los libros deben mantenerse en constante circulación, como el dinero. Que el libro no sólo es un amigo sino que sirve para hacernos conquistar amigos. Que enriquece al que se apodera de él con toda el alma, pero enriquece tres veces más al que lo analiza.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Goethe estaba convencido de que al leer no se aprende nada, sino que nos convertimos en algo. La lectura no como un ejercicio erudito sino como una forma de vivir.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Máximo Gorki encontraba que al platicar sobre sus lecturas las distorsionaba y les agregaba cosas de su propia experiencia. Y ello ocurría porque literatura y vida se le habían fundido en una sola cosa. Para él un libro era una realidad viviente y parlante. Menos una “cosa” que todas las otras cosas creadas o a crearse por el hombre.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Edmundo Valadés vivió convencido de que el libro que uno desea con toda el alma siempre encuentra el camino hacia nosotros. De mi querido amigo son estas palabras: “Poder leer es ya no volver a estar solo. Desde temprana edad, los libros me han sido compañeros inseparables: en ellos contraje ese bello «vicio impune», el único que no suscita remordimientos: el de la lectura”.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Podría escribir un libro con citas así. Como de Samuel Johnson, quien, según sus contemporáneos, no leía libros sino bibliotecas. O sobre la defensa de los tomos subrayados de Sáinz, para quien un texto se convierte en la lectura única e intransferible de un ser singular cuando éste le mete pluma y resaltador a las páginas. O quizá sobre el aspecto subversivo y liberador de la literatura, magistralmente abordado en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La tentación de lo imposible</i> de Vargas llosa.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Un mar de tinta y una montaña de papel no bastarían para consignar todo lo que puede escribirse acerca de lo que Robert Darnton llamó “el coloquio de los lectores” y yo, las afinidades secretas.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Pienso que esta relación de lo humano y lo escrito fue magistralmente expuesta por Federico García Lorca en septiembre de 1931 durante la inauguración de la biblioteca del pueblo Fuente Vaqueros, en Granada. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Medio pan y un libro</i>, tituló la alocución que con alegría comparto: <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">“Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. «Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre», piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">“Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">“No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">“Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros? <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">“¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: «amor, amor», y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: «¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!». Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">“Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: «Cultura».<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz”.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Termino con otra cita, ésta de Xavier Villaurrutia, en la famosa carta que le dirigiera a un joven escritor allá por 1936:<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">“¿Tendré que citar de memoria la frase de San Mateo que aprendí en André Gide acerca de la salvación de la vida? ‘Aquel que quiera salvarla, la perderá –dice el evangelista-, y sólo el que la pierda la hará verdaderamente viva’. Releyendo una página de Chesterton, encuentro algo que es, en esencia, idéntico pero que se acomoda mejor a la crisis del espíritu en que usted parece hallarse: ‘En las horas críticas, sólo salvará su cabeza el que la haya perdido’. ¿Ha perdido usted la suya? Mi enhorabuena. Piérdala en los libros y en los autores, en los mares de la reflexión y de la duda, en la pasión del conocimiento, en la fiebre del deseo y en la prueba de fuego de las influencias que, si su cabeza merece salvarse, saldrá de esos mares, buzo de sí misma, verdaderamente viva.”<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Amén.<o:p></o:p></span></div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-1168227008445801712012-05-23T19:11:00.000-07:002012-05-23T19:11:30.533-07:00Juego de ojos - Me gustan los estudiantes…<div class="MsoHeader" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: right;"><span style="font-family: Arial;"><b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 16pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"></span></i></b><b><span style="font-size: 16pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></b></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Miguel Ángel Sánchez de Armas</span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">No tengo claro si las movilizaciones estudiantiles desatadas con la visita del candidato del PRI a la Universidad Iberoamericana anuncian una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">primavera mexicana </i>ni si estemos en la antesala de un nuevo 68, pero de lo que no tengo duda es que hay en el tejido de la juventud universitaria un larvado sentimiento de frustración que comienza a manifestarse aquí y allá y que sin duda puede crecer.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">En el salón de clases escudriño el rostro de mis alumnos y analizo sus actitudes; al escuchar sus expectativas como ciudadanos de este país, evoco el ánimo con que mi generación tomó las calles de la ciudad hace 44 años y al verlos en reclamo frente a periódicos y televisoras me invade la sensación que quise describir en una entrega anterior de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">J</i>dO: “En 1968 viví como incipiente periodista el gran movimiento juvenil que sacudió al país aquel año en que vivimos en peligro. De las consignas de esas jornadas hubo una que sobresaltó mi entonces impoluta inocencia profesional: <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;">¡</span>Prensa vendida!</i> No alcanzaba yo a comprender el significado profundo de aquel reproche lanzado una y otra vez por multitudes que rebosaban las avenidas defeñas. Las mantas, los puños en alto y la expresión colectiva de encono me sumían en un estado de confusión. Pero más temprano que tarde abrí los ojos a una dolorosa realidad de nuestra noble profesión: demasiados medios están al servicio del sistema y alejados de la ciudadanía a la que dicen servir.”<o:p></o:p></span></div><br />
<a name='more'></a><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">No pretendo vaticinios ni ofrezco recetas sociológicas que “expliquen” esta revuelta juvenil frente al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">stablishment </i>político – informativo. Pero atento siempre a la sentencia de mi maestro Santayana, creo que es pertinente recordar aquí palabras que conmovieron hasta la raíz a los jóvenes que tuvimos el privilegio de escuchar a Salvador Allende en la Universidad de Guadalajara el 2 de diciembre de 1972. Yo tenía 23 años; aún siento aquella emoción y puedo decir sin ambages que las palabras del gran socialista marcaron mi vida.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Es un texto muy bien articulado y emotivo, contundente, con el que Allende quiso alertar a los jóvenes sobre los espejismos y los cantos de sirena que acechan al dirigente político. Aquí los fragmentos que más me impactaron: <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“Hay jóvenes viejos que comprenden que ser universitario, por ejemplo, es un privilegio extraordinario en la inmensa mayoría de los países de nuestro continente. Esos jóvenes viejos creen que la universidad se ha levantado como una necesidad para preparar técnicos y que ellos deben estar satisfechos con adquirir un título profesional. Les da rango social y el arribismo social, caramba, qué dramáticamente peligroso, les da un instrumento que les permite ganarse la vida en condiciones de ingresos superiores a la mayoría del resto de los conciudadanos.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“Y estos jóvenes viejos, si son arquitectos, por ejemplo, no se preguntan cuántas viviendas faltan en nuestros países y, a veces, ni en su propio país. Hay estudiantes que con un criterio estrictamente liberal, hacen de su profesión el medio honesto para ganarse la vida, pero básicamente en función de sus propios intereses.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“Se necesitan profesionales que no busquen engordar en los puestos públicos, en las capitales de nuestras patrias. Profesionales que vayan a la provincia, que se hundan en ella.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“No hay querella de generaciones, y eso es importante que yo lo diga. La juventud debe entender su obligación de ser joven, y si es estudiante, darse cuenta que hay otros jóvenes que, como él, tienen los mismos años, pero que no son estudiantes. Y si es universitario con mayor razón mirar al joven campesino o al joven obrero, y tener un lenguaje de juventud, no un lenguaje sólo de estudiante universitario, para universitarios.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“Pero el que es estudiante tiene una obligación porque tiene más posibilidades de comprender los fenómenos económicos y sociales y las realidades del mundo; tiene la obligación de ser un factor dinámico del proceso de cambio, pero sin perder los perfiles, también, de la realidad.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“La revolución no pasa por la universidad, y esto hay que entenderlo; la revolución pasa por las grandes masas; la revolución la hacen los pueblos; la revolución la hacen, esencialmente, los trabajadores.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“De allí, entonces, que es útil que la juventud, y sobre todo la juventud universitaria, que no puede pasar por la universidad al margen de los problemas de su pueblo, entienda que no puede hacerse del balbuceo doctrinario la enseñanza doctrinaria, de entender que el denso pensamiento de los teóricos de las corrientes sociológicas o económicas requieren un serio estudio; que si es cierto que no hay acción revolucionaria sin teoría revolucionaria, no puede haber la aplicación voluntaria o la interpretación de la teoría adecuándola a lo que la juventud o el joven quiere. Que tiene que mirar lo que pasa dentro de su país y más allá de la frontera, y comprender que hay realidades que deben ser meditadas y analizadas.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“Por eso, el dogmatismo, el sectarismo, debe ser combatido; la lucha ideológica debe llevarse a niveles superiores, pero la discusión para esclarecer, no para imponer determinadas posiciones. Y, además, el estudiante universitario tiene una postura doctrinaria y política, tiene, fundamentalmente, no olvidarse que precisamente la revolución necesita los técnicos y los profesionales.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“Yo no le he aceptado jamás a un compañero joven que justifique su fracaso porque tiene que hacer trabajos políticos: tiene que darse el tiempo necesario para hacer los trabajos políticos, pero primero están los trabajos obligatorios que debe cumplir como estudiante de la universidad. Ser agitador universitario y mal estudiante, es fácil; ser dirigente revolucionario y buen estudiante, es más difícil. Pero el maestro universitario respeta al buen alumno, y tendrá que respetar sus ideas, cualesquiera que sean.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“Por eso es que la juventud contemporánea, y sobre todo la juventud de Latinoamérica, tiene una obligación contraída con la historia, con su pueblo, con el pasado de su patria. La juventud no puede ser sectaria: la juventud tiene que entender, y nosotros en Chile hemos dado un paso trascendente: la base política de mi gobierno está formada por marxistas, por laicos y cristianos, y respetamos el pensamiento cristiano; interpreta el verbo de Cristo, que echó a los mercaderes del templo.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“El escapismo, el drogadismo, el alcoholismo. ¿Cuántos son los jóvenes, de nuestros jóvenes países, que han caído en la marihuana, que es más barata que la cocaína y más fácil de acceso?, ¿pero cuántos son los jóvenes de los países industrializados? El porcentaje, no sólo por la densidad de población, sino por los medios económicos, es mucho mayor.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“¿Qué es esto, qué significa, por qué la juventud llega a eso? ¿Hay frustración? ¿Cómo es posible que el joven no vea que su existencia tiene que tener un destino muy distinto al que escabulle su responsabilidad? ¿Cómo un joven no va a mirar, en el caso de México, a Hidalgo o a Juárez, a Zapata o a Villa, o a Lázaro Cárdenas? ¡Cómo no entender que esos hombres fueron jóvenes también, pero que hicieron de sus vidas un combate constante y una lucha permanente!<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“¿Cómo la juventud no sabe que su propio porvenir está cercado por la realidad económica, que marca los países dependientes? Porque si hay algo que debe preocuparnos, también, a los gobernantes, es no seguir entregando cesantes ilustrados a nuestra sociedad.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“¿Cuántos son los miles de jóvenes que egresan de los politécnicos o de las universidades que no encuentran trabajo? Yo leí hace poco un estudio de un organismo internacional importante, que señala que para América Latina, en el final de esta década se necesitaban -me parece- cerca de seis millones de nuevas ocupaciones, en un continente en donde la cesantía marca los niveles que yo les he dicho. Los jóvenes tienen que entender, entonces, que están enfrentados a estos hechos y que deben contribuir a que se modifiquen las condiciones materiales, para que no haya cesantes ilustrados, profesionales con títulos de arquitectos sin construir casas, y médicos sin atender enfermos, porque no tienen los enfermos con qué pagarles, cuando lo único que faltan son médicos para defender el capital humano, que es lo que más vale en nuestros países.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“Por eso, sin decir que la juventud será la causa revolucionaria y el factor esencial de las revoluciones, yo pienso que la juventud por ser joven, por tener una concepción más diáfana, por no haberse incorporado a los vicios que traen los años de convivencia burguesa, porque la juventud debe entender que debe ser estudiante y trabajadora; porque el joven debe ir a la empresa, a la industria o a la tierra. Porque ustedes deben hacer trabajos voluntarios; porque es bueno que sepa el estudiante de medicina cuánto pesa un fardo que se echa a la espalda el campesino que tiene que llevarlo a veces, a largas distancias; porque es bueno que el que va a ser ingeniero se meta en el calor de la máquina, donde el obrero a veces, en una atmósfera inhóspita, pasa largos y largos años de su oscura existencia; porque la juventud debe estudiar y debe trabajar -porque el trabajo voluntario vincula, amarra, acerca, hace que se compenetre el que va a ser profesional con aquel que tuvo por herencia las manos callosas de los que, por generaciones, trabajaron la tierra.”<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Han transcurrido 40 años desde aquella jornada para mí, luminosa. El discurso se editó en un disco de 33<span style="font-variant: small-caps;">rpm</span> que iniciaba con la canción de Violeta Parra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Me gustan los estudiantes”</i> en la voz inolvidable de Mercedes Sosa. Hoy la vuelvo a escuchar asociada a las movilizaciones universitarias, y no tengo claro si es una nostalgia o un vaticinio.<o:p></o:p></span></div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-70126573747095473522012-05-23T19:09:00.002-07:002012-05-24T20:26:24.493-07:00Memoria - Salvador Allende en la Universidad de Guadalajara<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-outline-level: 1; text-align: right;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><em>Palabras del presidente Salvador Allende en </em></span><br />
<em><span style="font-family: Arial;">la Universidad de Guadalaja el</span></em><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><em>2 de diciembre de 1972</em></span><br />
<em><span style="font-family: Arial;">durante una visita de Estado de México</span></em></div><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Qué difícil es para mí poder expresar lo que he vivido y sentido en estas breves y largas horas de convivencia con el pueblo mexicano, con su gobierno. Cómo poder traducir lo que nosotros, integrantes de la delegación de nuestra patria, hemos recibido en generosa entrega y como aporte solidario a nuestro pueblo en la dura lucha en que está empeñado.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Yo, más que otros, sé perfectamente bien que esta actitud del pueblo de México nace de su propia historia. Y aquí se ha recordado ya cómo Chile estuvo presente junto a Juárez, el hombre de la independencia mexicana proyectada en ámbito continental; y cómo entendemos perfectamente bien que, además de esta raíz común, que antes fuera frente a los conquistadores, México es el primer país de Latinoamérica que en 1938, a través de la acción de un hombre preclaro de esta tierra y de América Latina, nacionaliza el petróleo a través de la acción del general, presidente Lázaro Cárdenas.</span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-VP7ETWSoZYs/T72W5T2P2RI/AAAAAAAAAU0/gj7BcUoFjns/s1600/allende.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-VP7ETWSoZYs/T72W5T2P2RI/AAAAAAAAAU0/gj7BcUoFjns/s1600/allende.jpg" /></a></div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dyceJzaWHZK1TYs9JXjTlcEaIc7i0fhREu-lG79ImqpvICSeG1MTijtw3mruAvF_ow5aNTllVE4AQdIkaH99Q' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div><br />
<br />
<a name='more'></a><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Por eso ustedes, que supieron del ataque alevoso, tuvieron que sentir el llamado profundo de la patria en un superior sentido nacional; por eso ustedes, que sufrieron largamente el embate de los intereses heridos por la nacionalización; por eso ustedes, más que otros pueblos de este continente, comprenden la hora de Chile, que es la misma que ustedes tuvieron en 1938 y los años siguientes. Por eso es que la solidaridad de México nace en su propia experiencia y se proyecta con calidad fraternal frente a Chile, que está hoy realizando el mismo camino liberador que ustedes.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Quiero agradecer las palabras del ingeniero Ignacio Mora Luna, a nombre de los profesores de la Universidad de Guadalajara; las del licenciado Enrique Romero González, a nombre de las autoridades universitarias, y las del compañero Guillermo Gómez Reyes, presidente de la Federación de Estudiantes de esta Universidad.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Bien decía el presidente Echeverría, cuando él señalara que este viaje era conveniente que llegara a conocer la provincia, y eligiera a Jalisco, y me hablara de Guadalajara y de su Universidad. Yo se lo agradecí, y ahora -por cierto- se lo agradezco más. Porque si hemos recibido el afecto cálido del pueblo mexicano, de sus mujeres y de sus hombres, qué puede significar más que estar junto a la juventud, y sentir cómo ella late y presurosamente, con una clara conciencia revolucionaria y antimperialista.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Desde que llegara cerca de esta universidad, ya comprendí perfectamente bien el espíritu que hay en ella, en los letreros de saludo a mi presencia aquí, tan solo como mensajero de mi pueblo, con los cambios, con la lucha por la independencia económica y por la plena soberanía en nuestros pueblos.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Y porque una vez fui universitario, hace largos años, por cierto -no me pregunten cuántos-, porque pasé por la universidad no en búsqueda de un título solamente: porque fui dirigente estudiantil y porque fui expulsado de la universidad, puedo hablarles a los universitarios a distancia de años; pero yo sé que ustedes saben que no hay querella de generaciones: hay jóvenes viejos y viejos jóvenes, y en éstos me ubico yo.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Hay jóvenes viejos que comprenden que ser universitario, por ejemplo, es un privilegio extraordinario en la inmensa mayoría de los países de nuestro continente. Esos jóvenes viejos creen que la universidad se ha levantado como una necesidad para preparar técnicos y que ellos deben estar satisfechos con adquirir un título profesional. Les da rango social y el arribismo social, caramba, qué dramáticamente peligroso, les da un instrumento que les permite ganarse la vida en condiciones de ingresos superiores a la mayoría del resto de los conciudadanos.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Y estos jóvenes viejos, si son arquitectos, por ejemplo, no se preguntan cuántas viviendas faltan en nuestros países y, a veces, ni en su propio país. Hay estudiantes que con un criterio estrictamente liberal, hacen de su profesión el medio honesto para ganarse la vida, pero básicamente en función de sus propios intereses.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Allá hay muchos médicos -y yo soy médico- que no comprenden o no quieren comprender que la salud se compra, y que hay miles y miles de hombres y mujeres en América Latina que no pueden comprar la salud; que no quieren entender, por ejemplo, que a mayor pobreza mayor enfermedad, y a mayor enfermedad mayor pobreza y que, por tanto, si bien cumplen atendiendo al enfermo que demanda sus conocimientos sobre la base de los honorarios, no piensan en que hay miles de personas que no pueden ir a sus consultorios y son pocos los que luchan porque se estructuren los organismos estatales para llevar la salud ampliamente al pueblo.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">De igual manera que hay maestros que no se inquietan en que haya también cientos y miles de niños y de jóvenes que no pueden ingresar a las escuelas. Y el panorama de América Latina es un panorama dramático en las cifras, de su realidad dolorosa.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Llevamos, casi todos los pueblos nuestros, más de un siglo y medio de independencia política, y ¿cuáles son los datos que marcan nuestra dependencia y nuestra explotación? Siendo países potencialmente ricos, la inmensa mayoría somos pueblos pobres.<o:p></o:p></span><br />
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<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En América Latina, continente de más de 220 millones de habitantes, hay cien millones de analfabetos y semianalfabetos.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En este continente hay más de 30 millones de cesantes absolutos, y la cifra se eleva por sobre 60 millones tomando en consideración aquellos que tienen trabajos ocasionales.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En nuestro continente 53% de la población según algunos, y según otros 57%, se alimenta en condiciones por debajo de lo normal. En América Latina faltan más de 26 millones de viviendas.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En estas circunstancias cabe preguntar, ¿cuál es el destino de la juventud? Porque este continente es un continente joven. 51% de la población de América Latina está por debajo de los 27 años, por eso puedo decir -y ojalá me equivoque- que ningún gobierno e incluyo, por cierto, el mío y todos los anteriores de mi patria, ha podido solucionar los grandes déficit, las grandes masas de nuestro continente en relación con la falta de trabajo, la alimentación, la vivienda, la salud. Para qué hablar de la recreación y del descanso.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En este marco que encierra y aprisiona a nuestros pueblos hace un siglo y medio, es lógico que tengan que surgir, desde el dolor y el sufrimiento de las masas, anhelos de alcanzar niveles de vida y existencia y de cultura.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Si hoy tenemos las cifras que aquí he recordado, ¿qué va a ocurrir si las cosas no cambian cuando seamos 360 ó 600 millones de habitantes? En un continente en donde la explosión demográfica está destinada a compensar la alta mortalidad infantil, los pueblos así se defienden; pero a pesar de ello aumenta vigorosamente la población de nuestros países, y el avance tecnológico en el campo de la medicina ha elevado -y también al mejorarse condiciones de vida ha mejorado- el promedio de nuestra existencia que, por cierto, es muy inferior al de los países del capitalismo industrial y a los países socialistas.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Pero ningún gobierno de este continente -democráticos los hay pocos, pseudodemocráticos hay más, dictatoriales también los hay-, ningún gobierno ha sido capaz de superar los grandes déficit, reconociendo, por cierto, que han hecho esfuerzos indiscutiblemente laudatorios por gobierno, y especialmente por los gobiernos democráticos, porque escuchan la voz, la protesta, el anhelo de los pueblos mismos para avanzar en la tentativa frustrada y hacer posible que estos déficit no sigan pesando sobre nuestra existencia.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">¿Y por qué sucede esto? Porque somos países monoproductores en la inmensa mayoría: somos los países del cacao, del banano, del café, del estaño, del petróleo o del cobre. Somos países productores de materias primas e importadores de artículos manufacturados; vendemos barato y compramos caro.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Nosotros, al comprar caro estamos pagando el alto ingreso que tiene el técnico, el empleado y el obrero de los países industrializados. Además, en la inmensa mayoría de los casos, como las riquezas fundamentales están en manos del capital foráneo, se ignoran los mercados, no se interviene en los precios, ni en los niveles de producción. La experiencia la hemos vivido nosotros en el cobre, y ustedes en el petróleo.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Somos países en donde el gran capital financiero busca, y encuentra, por complacencia culpable muchas veces de gente que no quiere entender su deber patriótico, la posibilidad de obtenerlo.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">¿Por qué? ¿Qué es el imperialismo, compañeros jóvenes? Es la concentración del capital en los países industrializados que alcanzando la fuerza de capital financiero, abandonan las inversiones en las metrópolis económicas, para hacerlo en nuestros países y, por lo tanto, este capital que en su propia metrópoli tiene utilidades muy bajas, adquiere grandes utilidades en nuestras tierras, porque, además, muchas veces las negociaciones son entre las compañías que son dueñas de éstas y que están más allá de nuestras fronteras.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Entonces, somos países que no aprovechamos los excedentes de nuestra producción, y este continente ya conoce, no a través de los agitadores sociales con apellido político, como el que yo tengo de socialista, sino a través de las cifras de la CEPAL, organismo de las Naciones Unidas, que en la última década -no puedo exactamente decir si de 1950 a1960 o de 1956 a 1966-, América Latina exportó mucho más capitales que los que ingresaron en ella.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">De esta manera se ha ido produciendo una realidad que es común en la inmensa mayoría de todos nuestros pueblos: somos países ricos potencialmente, y vivimos como pobres. Para poder seguir viviendo, pedimos prestado. Pero al mismo tiempo somos países exportadores de capitales. Paradoja típica del régimen en el sistema capitalista.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Por ello, entonces, es indispensable comprender que dentro de esta estructura, cuando internacionalmente los países poderosos viven y fortalecen su economía de nuestra pobreza, cuando los países financieramente fuertes necesitan de nuestras materias primas para ser fuertes, cuando la realidad de los mercados y los precios lleva a los pueblos de éste y otros continentes, a endeudarse, cuando la deuda de los países del Tercer Mundo alcanza la fantástica cifra de 95 mil millones de dólares, cuando a mi país, país democrático, con muy sólidas instituciones, país que tiene un Congreso en funciones hace 160 años, país en donde las Fuerzas Armadas -igual que en México- son fuerzas armadas profesionales, respetuosas de la ley y la voluntad popular; cuando mi país, que es el segundo productor de cobre en el mundo y tiene las más grandes reservas de cobre del mundo y tiene la más grande mina de tajo abierto del mundo y tiene la más grande mina subterránea del mundo, Chuquicamata y El Teniente; cuando mi país se ha visto obligado a endeudarse con una deuda externa per cápita que sólo puede ser superada por la deuda que tiene Israel, que podemos estimar que está en guerra; cuando yo debía haber cancelado este año para amortizar y pagar los intereses de esa deuda 420 millones de dólares, que significan más de 30 por ciento del presupuesto de ingresos, uno puede colegir que es imposible que pueda esto seguir y que esta realidad se mantenga.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Si a ello se agrega que los países poderosos fijan las normas de la comercialización, controlan los fletes, imponen los seguros, dan los créditos ligados que implica la obligación de invertir un alto porcentaje en esos países; si además sufrimos las consecuencias que emanan y que cuando los países poderosos, o el país más poderoso, del capitalismo estiman necesario devaluar su moneda, las consecuencias las pagamos nosotros, y si tiembla el mercado del dinero en los países industrializados, las consecuencias son mucho más fuertes, mucho más duras y pesan más sobre nuestros pueblos. Si el precio de las materias primas baja, el precio de los artículos manufacturados, y aún los alimentos, suben; cuando el precio de los alimentos sube, nos encontramos que hay barreras aduaneras que impiden que algunos países que pueden exportar productos agropecuarios lleguen a los mercados de consumo, los países industriales.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">El caso de mi patria es elocuente: nosotros producimos entre la gran minería, cerca de 750 mil toneladas de cobre. Entre Zambia, Perú, Zaire y Chile, signatarios de lo que se llama CIPEC, entre estos cuatro países se produce 70% del cobre que se comercializa en el mundo, más de tres millones de toneladas, pero el precio del cobre se fija en la bolsa de Londres y se transa tan sólo 200 mil toneladas. Y Chile hace tres años, por ejemplo, tuvo un promedio de precio de la libra de cobre año, superior a los 62 centavos, y cada centavo que suba o baje el precio de la libra de cobre, significa 18 millones de dólares más o menos de ingreso para nuestro país.<o:p></o:p></span><br />
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<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">El año 1971, el precio del cobre, del último año de gobierno del presidente Frei, fue de 59 centavos la libra. En el primer año del Gobierno Popular fue tan solo de 49. Este año, seguramente no va a alcanzar más allá de 47,4; pero en valores reales, después de la devaluación del dólar, este promedio será, a lo sumo, 45. Y el costo de producción nuestro, a pesar de que son minas con un alto porcentaje de riqueza minera y están cerca del mar, rodea los 45 centavos en algunas de ellas; y es, por cierto, más alto por una técnica inferior en la producción de la pequeña y mediana minería.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">He puesto este ejemplo porque es muy claro. Nosotros, que tenemos un presupuesto de divisas superior a muchos países latinoamericanos, que tenemos una extensión de tierra que podría alimentar, y debería alimentar, a 20 a 25 millones de habitantes, hemos tenido que importar, desde siempre -por así decirlo-, carne trigo, grasa, mantequilla y aceite: 200 millones de dólares al año.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Y desde que estamos en el Gobierno Popular, tenemos que importar más alimentos; porque tenemos conciencia que importar más alimentos que aún importando como lo hicieron los gobiernos anteriores, 200 millones de dólares al año, en Chile el 43 por ciento de la población se alimentaba por debajo de lo normal. Y aquí, esta casa de hermanos, yo, que soy médico, que he sido profesor de medicina social y el presidente durante cinco años del Colegio Médico de Chile, puedo dar una cifra que no me avergüenza, pero que sí me duele, en mi patria, porque hay estadísticas y no las ocultamos: hay 600 mil niños que tienen un desarrollo mental por debajo de lo normal.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Si acaso un niño en los primeros ocho meses de su vida no recibe la proteína necesaria para su desarrollo corporal y cerebral, si ese niño no recibe esa proteína, se va a desarrollar en forma diferente al niño que pudo tenerla, y que lógicamente es casi siempre el hijo de un sector minoritario, de un sector poderoso económicamente. Si a ese niño que no recibió la proteína suficiente, después de los ocho meses se la da, puede recuperar y normalizar el desarrollo normal de su cerebro.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Por eso muchas veces los maestros o las maestras en su gran labor -yo siempre vinculo a los maestros y a los médicos como profesionales de una gran responsabilidad-, muchas veces los maestros o las maestras ven que el niño no asimila, no entiende, no aprende, no retiene; y no es porque ese niño no quiera aprender o estudiar: es porque cae en condiciones de menor valía, y eso es consecuencia de un régimen y de un sistema social; porque por desgracia, hasta el desarrollo de la inteligencia está marcado por la ingestión de los alimentos, fundamentalmente los primeros ocho meses de la vida. Y cuántas son las madres proletarias que no pueden amamantar a sus hijos, cuando nosotros los médicos sabemos que el mejor alimento es la leche de la madre, y no lo pueden hacer porque viven en las poblaciones marginales, porque sus compañeros están cesantes y porque ella recibe el subalimento, como madres ellas están castigadas en sus propias vidas, y lo que es más injusto, en la vida de sus propios hijos, por eso, claro.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Los gobiernos progresistas, como los nuestros, avanzamos en iniciativas que tienen un contenido, pero que indiscutiblemente es un paliativo; por ejemplo, en mi país está la asignación familiar prenatal, se paga a la mujer que está esperando familia desde el tercer mes del embarazo; se hace real desde el quinto, donde puede comprobar que efectivamente está esperando familia. Esto tiene un doble objetivo: que tenga un ingreso que se entrega a la madre para que pueda ella alimentarse mejor. Y en la etapa final, comprar algo para lo que podríamos llamar la mantilla, los pañales del niño.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Y, por otra parte, para recibir este estipendio, que es un sobresalario, requiere un control médico y, por lo tanto, obliga a la madre a ir a controlarse. Y en ese caso, si la madre está, y es tratada oportunamente, el hijo nace sano. Y, además se le dan las más elementales nociones sobre el cuidado del niño. Y tenemos la asignación familiar que se paga también desde que el niño nace hasta que termina de estudiar, si estudia.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Pero no hemos podido, por ejemplo, nosotros, nivelar la asignación familiar, porque un Congreso que representa, no a los trabajadores en su mayoría, establece, como siempre, leyes discriminatorios. Y en mi patria había asignación diferente para bancarios, para empleados públicos, particulares, Fuerzas Armadas, obreros y campesinos. Nosotros levantamos la idea justa: una asignación familiar igual para todos. Y eso, con generosidad. Pero pensar que la asignación familiar sea más alta para los sectores que tienen más altos ingresos, es una inconsecuencia y una brutal injusticia.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Hemos logrado nivelar la asignación familiar de obreros, campesinos, Fuerzas Armadas y empleados públicos, pero queda distante todavía la asignación familiar de empleados particulares, y un sector de ellos, es un avance, pero no basta, porque si bien es cierto, entregamos mejores condiciones para defender el equilibrio biológico cuando se alimenta mejor el niño; y gracias a esta asignación familiar, también es cierto que el proceso del desarrollo universitario en el caso de la medicina -y lo pongo como ejemplo- conlleva a establecer que nosotros carecemos de los profesionales suficientes para darle atención a todo el pueblo, desde el punto de vista médico.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En Chile hay 4.600 médicos; deberíamos ser ocho mil médicos, en Chile faltan, entonces, tres mil médicos. En Chile faltan más de 6.000 dentistas. En ningún país de América Latina -y lo digo con absoluta certeza- hay ningún servicio público estatal que haga una atención médica dental con sentido social. Se limitan en la mayoría de los países, si es que tienen esos servicios, a la etapa inicial previa, básica, simple, sencilla, de la extracción. Y si hay algo que yo he podido ver con dolor de hombre y conciencia de médico, cuando he ido a las poblaciones, es a las compañeras trabajadoras, a las madres proletarias, gritar con esperanza nuestros gritos de combate, y darme cuenta, por desgracia, cómo sus bocas carecen de la inmensa mayoría de los dientes.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Y los niños también sufren esto. Por ello, entonces, y sobre la base tan solo de estos ejemplos simples, nosotros tenemos que entender que cuando hablamos de una universidad que entiende que para que termine esta realidad brutal que hace más de un siglo y medio pesa sobre nosotros, en los cambios estructurales económicos se requiere un profesional comprometido con el cambio social; se requiere un profesional que no se sienta un ser superior porque sus padres tuvieron el dinero suficiente para que él ingresara a una universidad; se necesita un profesional con conciencia social que entienda que su lucha, si es arquitecto, es para que se construyan las casas necesarias que el pueblo necesita. Se necesita un profesional que, si es médico, levante su voz para reclamar que la medicina llegue a las barriadas populares y, fundamentalmente, a los sectores campesinos.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Se necesitan profesionales que no busquen engordar en los puestos públicos, en las capitales de nuestras patrias. Profesionales que vayan a la provincia, que se hundan en ella.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Por eso yo hablo así aquí en esta Universidad de Guadalajara, que es una universidad de vanguardia, y tengo la certeza que la obligación patriótica de ustedes es trabajar en la provincia, fundamentalmente, vinculada a las actividades económicas, mineras o actividades industriales o empresariales, o a las actividades agrícolas; la obligación del que estudió aquí es no olvidar que ésta es una universidad del Estado que la pagan los contribuyentes, que en la inmensa mayoría de ellos son los trabajadores. Y que por desgracia, en esta universidad, como en las universidades de mi patria, la presencia de hijos de campesinos y obreros alcanza un bajo nivel, todavía.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Por eso, ser joven en esta época implica una gran responsabilidad, ser joven de México o de Chile; ser joven de América Latina, sobre todo en este continente que, como he dicho, está marcado por un promedio que señala que somos un continente joven. Y la juventud tiene que entender que no hay lucha de generaciones, como lo dijera hace un instante; que hay un enfrentamiento social, que es muy distinto, y que pueden estar en la misma barricada de ese enfrentamiento los que hemos pasado -y yo pasé muy poquito de los 60 años; guárdenme el secreto- de los sesenta años y los jóvenes que puedan tener 13 ó 20.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">No hay querella de generaciones, y eso es importante que yo lo diga. La juventud debe entender su obligación de ser joven, y si es estudiante, darse cuenta que hay otros jóvenes que, como él, tienen los mismos años, pero que no son estudiantes. Y si es universitario con mayor razón mirar al joven campesino o al joven obrero, y tener un lenguaje de juventud, no un lenguaje sólo de estudiante universitario, para universitarios.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Pero el que es estudiante tiene una obligación porque tiene más posibilidades de comprender los fenómenos económicos y sociales y las realidades del mundo; tiene la obligación de ser un factor dinámico del proceso de cambio, pero sin perder los perfiles, también, de la realidad.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">La revolución no pasa por la universidad, y esto hay que entenderlo; la revolución pasa por las grandes masas; la revolución la hacen los pueblos; la revolución la hacen, esencialmente, los trabajadores.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Y yo comparto el pensamiento que aquí se ha expresado -y el presidente Echeverría lo ha señalado muchas veces-, que yo también lo he dicho en mi patria, allá luchamos por los cambios dentro de los marcos de la democracia burguesa, con dificultades mucho mayores, en un país donde los poderes del Estado son independientes, y en el caso nuestro, la Justicia, el Parlamento y el Ejecutivo. Los trabajadores que me eligieron están en el gobierno; nosotros controlamos una parte del Poder Ejecutivo, somos minoría en el Congreso. El Poder Judicial es autónomo, y el Código Civil de mi patria tiene 100 años. Y si yo no critico en mi patria al Poder Judicial, menos lo voy a hacer aquí. Pero indiscutiblemente, hay que pensar que estas leyes representaban otra época y otra realidad, no fueron leyes hechas por los trabajadores que estamos en el gobierno: fueron hechas por los sectores de la burguesía, que tenían el Ejecutivo, el poder económico y que eran mayoría en el Congreso Nacional.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Sin embargo, la realidad de Chile, su historia y su idiosincrasia, sus características, la fortaleza de su institucionalidad, nos llevó a los dirigentes políticos a entender que en Chile no teníamos otro camino que el camino de la lucha electoral -y ganamos por ese camino-, que muchos no compartían, fundamentalmente como consecuencia del pensamiento generado en este continente, después de la Revolución Cubana, y con la asimilación, un poco equivocada, de la divulgación de tácticas, en función de la interpretación que hacen los que escriben sobre ellas, nos hemos encontrado en muchas partes, y ahora se ha dejado un poco, la idea del foquismo, de la lucha guerrillera o del ejército popular.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Yo tengo una experiencia que vale mucho. Yo soy amigo de Cuba; soy amigo, hace 10 años, de Fidel Castro; fui amigo del comandante Ernesto Che Guevara. Me regaló el segundo ejemplar de su libro Guerra de Guerrillas; el primero se lo dio a Fidel. Yo estaba en Cuba cuando salió, y en la dedicatoria que me puso dice lo siguiente: A Salvador Allende, que por otros medios trata de obtener lo mismo. Si el comandante Guevara firmaba una dedicatoria de esta manera, es porque era un hombre de espíritu amplio que comprendía que cada pueblo tiene su propia realidad, que no hay receta para hacer revoluciones. Y por lo demás, los teóricos del marxismo -y yo declaro que soy un aprendiz tan solo; pero no niego que soy marxista- también trazan con claridad los caminos que pueden recorrerse frente a lo que es cada sociedad, cada país.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">De allí, entonces, que es útil que la juventud, y sobre todo la juventud universitaria, que no puede pasar por la universidad al margen de los problemas de su pueblo, entienda que no puede hacerse del balbuceo doctrinario la enseñanza doctrinaria, de entender que el denso pensamiento de los teóricos de las corrientes sociológicas o económicas requieren un serio estudio; que si es cierto que no hay acción revolucionaria sin teoría revolucionaria, no puede haber la aplicación voluntaria o la interpretación de la teoría adecuándola a lo que la juventud o el joven quiere. Que tiene que mirar lo que pasa dentro de su país y más allá de la frontera, y comprender que hay realidades que deben ser meditadas y analizadas.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Cuando algunos grupos en mi patria, un poco más allá de la Unidad Popular, en donde hay compañeros jóvenes en cuya lealtad revolucionaria yo creo, pero en cuya concepción de la realidad no creo, hablan, por ejemplo, de que en mi país debería hacerse lo mismo que se ha hecho en otros países que han alcanzado el socialismo, yo les he hecho esta pregunta en voz alta: ¿Por qué, por ejemplo, un país como es la República Popular China, poderoso país, extraordinariamente poderoso país, ha tenido que tolerar la realidad de que Taiwán o de que Formosa esté en manos de Chian-Kai-Shek? ¿Es que acaso la República Popular China no tiene los elementos bélicos, por así decirlo, lo suficientemente poderosos para haber, en dos minutos, recuperado Taiwán, llamado Formosa? ¿Por qué no lo ha hecho? Porque, indiscutiblemente hay problemas superiores de la responsabilidad política; porque al proceder así, colocaba a la República Popular China en el camino de una agresión que podría haber significado un daño para el proceso revolucionario, y quizá una conflagración mundial.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">¿Quién puede dudar de la voluntad de acción, de la decisión, de la conciencia revolucionaria de Fidel Castro? ¿Y por qué la bahía de Guantánamo no la ha tomado? Porque no puede ni debe hacerlo, porque expondría a su revolución y a su patria a una represalia brutal.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Entonces, uno se encuentra a veces con jóvenes, y los que han leído el Manifiesto Comunista, o lo han llevado largo rato debajo del brazo, creen que lo han asimilado y dictan cátedra y exigen actitudes y critican a hombres, que por lo menos, tienen consecuencia en su vida. Y ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica; pero ir avanzando en los caminos de la vida y mantenerse como revolucionario, en una sociedad burguesa, es difícil.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Un ejemplo personal: yo era un orador universitario de un grupo que se llama Avance; era el grupo más vigoroso de la izquierda. Un día se propuso que se firmara, por el grupo Avance un manifiesto -estoy hablando del año 1931- para crear en Chile los soviets de obreros, campesinos, soldados y estudiantes. Yo dije que era una locura, que no había ninguna posibilidad, que era una torpeza infinita y que no quería, como estudiante, firmar algo que mañana, como un profesional, no iba a aceptar.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Éramos 400 los muchachos de la universidad que estábamos en el grupo Avance, 395 votaron mi expulsión; de los 400 que éramos, sólo dos quedamos en la lucha social. Los demás tienen depósitos bancarios, algunos en el extranjero; tuvieron latifundios -se los expropiamos-; tenían acciones en los bancos -también se los nacionalizamos-, y a los de los monopolios les pasó lo mismo. Pero en el hecho, dos hemos quedado; y a mí me echaron por reaccionario; pero los trabajadores de mi patria me llaman el compañero presidente.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Por eso, el dogmatismo, el sectarismo, debe ser combatido; la lucha ideológica debe llevarse a niveles superiores, pero la discusión para esclarecer, no para imponer determinadas posiciones. Y, además, el estudiante universitario tiene una postura doctrinaria y política, tiene, fundamentalmente, no olvidarse que precisamente la revolución necesita los técnicos y los profesionales.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Ya Lenin lo dijo -yo he aumentado la cifra para impactar más en mi patria-, Lenin dijo que un profesional, un técnico, valía por 10 comunistas; yo digo que por 50, y por 80 socialistas. Yo soy socialista. Les duele mucho a mis compañeros que yo diga eso; pero lo digo, ¿por qué? Porque he vivido una politización en la universidad, llevada a extremos tales que el estudiante olvida su responsabilidad fundamental; pero una sociedad donde la técnica y la ciencia adquieren los niveles que ha adquirido la sociedad contemporánea, ¿cómo no requerir precisamente capacidad y capacitación a los revolucionarios? Por lo tanto, el dirigente político universitario tendrá más autoridad moral, si acaso es también un buen estudiante universitario.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Yo no le he aceptado jamás a un compañero joven que justifique su fracaso porque tiene que hacer trabajos políticos: tiene que darse el tiempo necesario para hacer los trabajos políticos, pero primero están los trabajos obligatorios que debe cumplir como estudiante de la universidad. Ser agitador universitario y mal estudiante, es fácil; ser dirigente revolucionario y buen estudiante, es más difícil. Pero el maestro universitario respeta al buen alumno, y tendrá que respetar sus ideas, cualesquiera que sean.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Por eso es que la juventud contemporánea, y sobre todo la juventud de Latinoamérica, tiene una obligación contraída con la historia, con su pueblo, con el pasado de su patria. La juventud no puede ser sectaria: la juventud tiene que entender, y nosotros en Chile hemos dado un paso trascendente: la base política de mi gobierno está formada por marxistas, por laicos y cristianos, y respetamos el pensamiento cristiano; interpreta el verbo de Cristo, que echó a los mercaderes del templo.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Claro que tenemos la experiencia de la iglesia, vinculada al proceso de los países poderosos del capitalismo e, incluyendo, en los siglos pasados y en la primera etapa de éste, no a favor de los humildes como lo planteaba el maestro de Galilea; pero sí los tiempos han cambiado y la conciencia cristiana está marcando la consecuencia por el pensamiento honesto, en la acción honesta, los marxistas podemos coincidir en etapas programáticas como pueden hacerla los laicos y lo hemos hecho en nuestra patria -y nos está yendo bien-, y conjugamos una misma actitud y un mismo lenguaje frente a los problemas esenciales del pueblo.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Porque un obrero sin trabajo, no importa que sea o no sea marxista, no importa que sea o no sea cristiano, que no tenga ideología política, es un hombre que tiene derecho al trabajo y debemos dárselo nosotros; por eso el sectarismo, el dogmatismo, el burocratismo, que congela las revoluciones, y ése es un proceso de concientización que es muy profundo y que debe comenzar con la juventud: pero la juventud está frente a problemas que no son sólo económicos, sino son problemas que lamentablemente se manifiestan con mayor violencia destructiva en el mundo contemporáneo.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">El escapismo, el drogadismo, el alcoholismo. ¿Cuántos son los jóvenes, de nuestros jóvenes países, que han caído en la marihuana, que es más barata que la cocaína y más fácil de acceso?, ¿pero cuántos son los jóvenes de los países industrializados? El porcentaje, no sólo por la densidad de población, sino por los medios económicos, es mucho mayor.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">¿Qué es esto, qué significa, por qué la juventud llega a eso? ¿Hay frustración? ¿Cómo es posible que el joven no vea que su existencia tiene que tener un destino muy distinto al que escabulle su responsabilidad? ¿Cómo un joven no va a mirar, en el caso de México, a Hidalgo o a Juárez, a Zapata o a Villa, o a Lázaro Cárdenas? ¡Cómo no entender que esos hombres fueron jóvenes también, pero que hicieron de sus vidas un combate constante y una lucha permanente!<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">¿Cómo la juventud no sabe que su propio porvenir está cercado por la realidad económica, que marca los países dependientes? Porque si hay algo que debe preocuparnos, también, a los gobernantes, es no seguir entregando cesantes ilustrados a nuestra sociedad.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">¿Cuántos son los miles de jóvenes que egresan de los politécnicos o de las universidades que no encuentran trabajo? Yo leí hace poco un estudio de un organismo internacional importante, que señala que para América Latina, en el final de esta década se necesitaban -me parece- cerca de seis millones de nuevas ocupaciones, en un continente en donde la cesantía marca los niveles que yo les he dicho. Los jóvenes tienen que entender, entonces, que están enfrentados a estos hechos y que deben contribuir a que se modifiquen las condiciones materiales, para que no haya cesantes ilustrados, profesionales con títulos de arquitectos sin construir casas, y médicos sin atender enfermos, porque no tienen los enfermos con qué pagarles, cuando lo único que faltan son médicos para defender el capital humano, que es lo que más vale en nuestros países.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Por eso, repito -y para terminar mis palabras-, dando excusas a ustedes por lo excesivo de ellas, que yo que soy un hombre que pasó por la universidad, he aprendido mucho más de la universidad de la vida: he aprendido de la madre proletaria en las barriadas marginales; he aprendido del campesino, que sin hablarme, me dijo la explotación más que centenaria de su padre, de su abuelo o de su tatarabuelo; he aprendido del obrero, que en la industria es un número o era un número y que nada significaba como ser humano, y he aprendido de las densas multitudes que han tenido paciencia para esperar.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Pero la injusticia no puede seguir marcando, cerrando las posibilidades del futuro a los pueblos pequeños de éste y de otros continentes. Para nosotros, las fronteras deben estar abolidas y la solidaridad debe expresarse con respeto a la autodeterminación y la no intervención, entendiendo que puede haber concepciones filosóficas y formas de gobierno distintas, pero que hay un mandato que nace de nuestra propia realidad que nos obliga -en el caso de este continente- a unirnos; pero mirar más allá, inclusive de América Latina y comprender que nacer en Africa en donde hay todavía millones y millones de seres humanos que llevan una vida inferior a la que tienen los más postergados y pretéridos seres de nuestro continente.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Hay que entender que la lucha es solidaria en escala mundial, que frente a la insolencia imperialista sólo cabe la respuesta agresiva de los países explotados.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Ha llegado el instante de darse cuenta cabalmente que los que caen luchando en otras partes por hacer de sus patrias países independientes, como ocurre en Vietnam, caen por nosotros con su gesto heroico.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Por eso, sin decir que la juventud será la causa revolucionaria y el factor esencial de las revoluciones, yo pienso que la juventud por ser joven, por tener una concepción más diáfana, por no haberse incorporado a los vicios que traen los años de convivencia burguesa, porque la juventud debe entender que debe ser estudiante y trabajadora; porque el joven debe ir a la empresa, a la industria o a la tierra. Porque ustedes deben hacer trabajos voluntarios; porque es bueno que sepa el estudiante de medicina cuánto pesa un fardo que se echa a la espalda el campesino que tiene que llevarlo a veces, a largas distancias; porque es bueno que el que va a ser ingeniero se meta en el calor de la máquina, donde el obrero a veces, en una atmósfera inhóspita, pasa largos y largos años de su oscura existencia; porque la juventud debe estudiar y debe trabajar -porque el trabajo voluntario vincula, amarra, acerca, hace que se compenetre el que va a ser profesional con aquel que tuvo por herencia las manos callosas de los que, por generaciones, trabajaron la tierra-.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Gracias, presidente y amigos por haberme dado la oportunidad de fortalecer mis propias convicciones, y la fe en la juventud frente a la actitud de ustedes.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Gracias por comprender el drama de mi patria, que es como dijera Pablo Neruda, un Vietnam silencioso; no hay tropas de ocupación, ni poderosos aviones nublan los cielos limpios de mi tierra, pero estamos bloqueados económicamente, pero no tenemos créditos, pero no podemos comprar repuestos, pero no tenemos cómo comprar alimentos y nos faltan medicamentos, y para derrotar a los que así proceden, sólo cabe que los pueblos entiendan quiénes son sus amigos y quiénes son sus enemigos.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Yo sé, por lo que he vivido, que México ha sido y será -gracias por ello- amigo de mi patria<o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;"><br />
</div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-83518042118630142492012-05-20T10:21:00.003-07:002012-05-21T20:59:58.514-07:00Memoria de JdO - Vida de perros II<div style="text-align: right;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Miguel Ángel Sánchez de Armas</span><br />
<br />
<em><span style="font-family: Arial;">Este texto es del 2003</span></em></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Nunca debí escribir <em>Vida de perros</em>. Desde su publicación todo me va mal. Un escrofuloso cuadrúpedo de mi colonia al que llaman <em>el chimuelo</em>, me correteó; una oscura asociación de canófilos sotaventinos me declaró “Enemigo Público Número Uno” y emitió una <em>fatwa</em> en mi contra; cierta agrupación de ejidatarios de Morelos -afiliada a la CNC Cardenista- amenaza con llevarme ante los tribunales por daño culposo a dos perros de aquel estado.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Por si fuera poco, la otra noche en un restaurante de postín un diminuto y perfumado braco me estuvo gruñendo y mostrando los colmillos cada vez que su dueña se descuidaba; y en mi anterior empleo andan diciendo que yo fui culpable de la muerte de <em>la pelusa</em>, compañera del <em>canelo</em>. La pobre quedó en calidad de calcomanía cuando se rehúso a darle el paso a un camión materialista.</span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-ncxdz9I7mGU/T7kp0iBe2gI/AAAAAAAAAUU/a8egmm1UAvY/s1600/perro+callejero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-ncxdz9I7mGU/T7kp0iBe2gI/AAAAAAAAAUU/a8egmm1UAvY/s1600/perro+callejero.jpg" /></a></div></div><br />
<a name='more'></a><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Creo que destapé la caja de Pandora del mundo animal. Parece que el amor a los perros es más intenso que el amor por la justicia. “¿Cómo es posible que le tengas miedo a los perritos, si son lo más lindo del mundo?”, exclama con voz aguda mi cuata RI, la que tiene un doctorado en ciencia política. Cuando le recuerdo que hace poco un rottweiler destazó a su dueño, que están documentados casos de doberman que se almorzaron a los bebés que debían cuidar y que en la obra de Orwell el cerdo <em>Napoleón</em> utiliza a los mastines que secuestró de cachorros para oprimir a los demás animales de la granja, responde con un mohín de fastidio: “Ay, ¡tú siempre tan exagerado!”<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Ya perdí la cuenta de los que me paran en la calle y con ojo entrecerrado y voz silbante quieren saber si realmente lancé los 350 kilos de mi motocicleta contra un indefenso perrito en la carretera a Cuernavaca. Ponen ojos de plato cuando digo que así fue y alzan los hombros con desdén al escuchar el tímido colofón de mi aventura: tres meses con un cabestrillo y una fortuna en medicinas y rehabilitación.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">El colmo es CM. Con la más brillante de sus sonrisas me extiende un libro de Manuel Benítez Carrasco y dice, con ironía afiliada cual estilete de capeto: “Pues nunca he sabido que a un periodista alguien le haya escrito un poema... como sí ha sucedido con los perros”: <em>Con una pata colgando / -despojo de una pedrada- / pasó el perro por mi lado. / Un perro de pobre casta. / Uno de esos callejeros / pobres de sangre y de estampa.<o:p></o:p></em></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Respondo que está equivocada. Que en la poética popular bardos hubo que cantaron loas a los informadores. “¿Ah sí?”, contesta. “¿Cómo quién?” Me exprimo el seso y sólo recuerdo a Guillermo Aguirre: <em>En torno de una mesa de cantina, / en una noche de invierno, / regocijadamente departían / seis alegres bohemios</em>. Pero ella examina sus cuidadas uñas y sin mirarme dice: “Sí, claro. Ustedes los periodistas... son... medio... bohemios, ¿verdad?”<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Me doy cuenta de que es imposible ganar y acepto que en el poema de Benítez hay al menos una estrofa con imágenes afortunadas: <em>Y adiós la desconfianza. / Que ya se tiende a mis pies / a tiernos aullidos habla, / ladra para hablar más fuerte, / salta, gira, gira, salta, / lloran, ríen, ríen, lloran / lengua, orejas, ojos, patas, / y el rabo es un incansable / abanico de palabras.<o:p></o:p></em></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Y desde luego que es mérito de condigno, si esta condición se puede aplicar a un poeta, que imagine un cielo de los perros en donde un San Roque recibe a los gozques y los recompensa por los sufrimientos en su valle de lágrimas: <em>Para ti... un rabo de oro, / para ti... un ojo de ámbar; / tú tus orejas de nieve; tú, tus colmillos de escarcha. / Tú... tu muleta de plata.<o:p></o:p></em></span></div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-RGf0PZWP6D8/T7sGG9HtlbI/AAAAAAAAAUo/vQqqOYCmyQ8/s1600/perro+en+cielo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="269" src="http://3.bp.blogspot.com/-RGf0PZWP6D8/T7sGG9HtlbI/AAAAAAAAAUo/vQqqOYCmyQ8/s320/perro+en+cielo.jpg" width="320" /></a></div><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Estoy deprimido. ¡Protesto! Son injustos los correos que <em>Vida de perros</em> hizo llegar a mi buzón. Sólo quise documentar mi escasa relación con el mejor amigo del hombre. No me merezco un trato así. Quizá deba regresar al columnismo político. Entonces nadie se metería conmigo.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><br />
</div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-87494913104434200002012-05-16T10:29:00.001-07:002012-05-16T10:34:38.648-07:00Juego de ojos - Recuerdo de un libro<div style="text-align: right;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Miguel Ángel Sánchez de Armas</span></div><div align="center" class="MsoHeader" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: center;"><br />
</div><div align="center" class="MsoHeader" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: center;"><br />
</div><br />
<div align="right" class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 10cm; text-align: right;"><i><span lang="ES" style="font-size: 9pt;"><span style="font-family: Arial;">“La voz interior... te dice cosas... acaba por dictarte prácticamente todo.”<o:p></o:p></span></span></i></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: 8pt;"><span style="font-family: Arial;">Edmundo Valadés<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><br />
</div><br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><br />
</div><div class="PlainText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 36pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Al mediodía del martes 15, con la noticia de la muerte de Carlos Fuentes, volvió un episodio luminoso de hace treinta años: descubrí <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Terra Nostra </i>y, siendo ésta una novela tan arriscada, me abrió sus puertas con donosura y pude transitarla como si diera un paseo de primavera en una pradera inglesa.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="PlainText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 36pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">No he conocido otras experiencias semejantes con este libro, sino más bien expresiones de lo difícil que es. Lo platiqué con Fuentes a mediados de 1996 durante una cena en la casa de Pepe Carreño. Me dijo que un libro puede elegir a sus lectores. Respondí que algunos azotan la puerta en la nariz a los intrusos –pensando en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i>- y esto le causó gracia. Fue un intercambio breve. Me dediqué a escuchar su conversación con García Márquez. No lo volví a ver.</span></div><div class="PlainText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 36pt;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-fd8wm_IudH8/T7PlIGPi8WI/AAAAAAAAAT8/O_lBEbqsJIE/s1600/fuentes.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-fd8wm_IudH8/T7PlIGPi8WI/AAAAAAAAAT8/O_lBEbqsJIE/s1600/fuentes.jpg" /></a></div><div class="PlainText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 36pt;"> </div><a name='more'></a><br />
<div class="PlainText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 36pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Pero la relación del lector es con la obra y no con el autor. Cuando se coloca el punto final, sea una obra maestra como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Terra Nostra </i>o un artículo periodístico como éste, el escribidor sabe que renuncia a cualquier título de propiedad. Es igual que con los hijos: se les construye para que tengan vida propia.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="PlainText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 36pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Así que con la tristeza de que llega a su fin una vida productiva, celebremos que sus frutos se quedan entre nosotros. Nadie que abra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los miserables </i>o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Las verdes colinas de África </i>o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Piedra de sol </i>o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Aura, </i>sufrirá por que ya no caminan en la tierra Víctor Hugo, Hemingway, Paz o Fuentes, pues en realidad no murieron. En donde está el rasgar de vestiduras, el crujir de huesos y las cenizas en la testa, es en la legión de los no-lectores y los busca-reflectores. Ya los escuchamos compitiendo en la construcción de panegíricos, disputándose el premio al lamento más original, codeando un lugar en el daguerrotipo de la posteridad. Si quiere verlos en acción acuda a las reseñas del “Homenaje Nacional de Cuerpo Presente a Carlos Fuentes en Bellas Artes”. (Escucho en la radio que el nuevo presidente galo, Hollande, lamenta la muerte del escritor, “acaecida el mismo día” en que el político tomó posesión. ¡Válgame Dios! Creo que ya extraño a Sarkozy.)<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="PlainText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 36pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Yo por mi parte volveré a las páginas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La región más transparente, </i>pero no a las de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Gringo viejo</i>; tocaré a la puerta de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Artemio Cruz </i>pero me seguiré de largo frente a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La silla del águila. </i>Y no dejaré de cavilar sobre el misterio mayor: ¿cómo se construye un escritor? Acompáñeme el lector en la respuesta que me dio Edmundo Valadés, publicada en mi libro de 1996, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">En estado de gracia<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">*</b></i>: <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="PlainText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 36pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">“¿Por qué escribí? Porque me nació la necesidad desde niño. A los doce años escribía cuentos, proyectos de novela, obras pequeñas de teatro. Pero no tuve quién me guiara. Para mí fue una revelación. Tuve la conciencia de que es un don que uno trae. Ignoro si se dé el caso de que alguien se pueda <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hacer</i> escritor por otro<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>camino.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div><br />
<div class="PlainText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 36pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">“Leía mucho, vorazmente. Conforme fui creciendo, seguía escribiendo todo lo que puede escribir un chico de catorce, quince o dieciséis años, incluso versos. Además me gustaba mucho el periodismo y compraba periódicos y revistas con el dinero de mi mesada. Me acuerdo que compraba una revista que se llamaba <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fantoche</i>, que hicieron una serie de caricaturistas, entre ellos Cabral. En la secundaria Siete fundamos una revista de la que sólo apareció un número –creo que se llamaba <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Encuentro</i>- donde quizá está mi primer cuento. Y seguí escribiendo. Mandaba mis colaboraciones a revistas como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">México al<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Día</i>, a una llamada <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Continental</i> –que publicaba versos de los lectores- en donde debe haber versos míos de esa época, y al suplemento de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nacional</i>. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="PlainText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 36pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">“Mi primer acercamiento a la literatura fue vía la poesía, a los quince o dieciséis años, estando en la secundaria Siete, donde daba clases Xavier Villaurrutia. Un día me le acerqué con toda la timidez y actitud respetuosa de un adolescente a un poeta famoso, para informarle que yo escribía versos y que quería que los viera. Y entonces Xavier, que fue un hombre muy cordial, muy generoso, me dijo: «Bueno, a verlos». Debo haber mostrado unos de ellos, y me hizo una crítica tan inteligente que sin molestarme, sin minimizar mi persona, me hizo ver que no era poeta. Porque yo… bueno, era la edad de la imitación, claro. Yo trataba de hacer versos, o copiaba versos de otros poetas en una época en que se rompieron las formas clásicas –imperaba eso que llamaban «versolibrismo», verso libre, sin asonancias ni consonancias-.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y me dio una lección. Dijo: «Nosotros, mi generación, hemos podido transformar la poesía, la lírica mexicana, porque primero nos sometimos a las formas clásicas. No se puede ser un poeta sin dominar antes el soneto, la décima. Usted tiene que empezar por conocer y dominar las formas clásicas, porque sólo dominándolas se logra instaurar nuevas formas de expresión. Usted ha empezado al revés».<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="PlainText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 36pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">“La del escritor es como una voz interior. Claro, la puedes tener sin saberlo, pero si te pones a trabajar, a escribir y a escribir, haces que esa voz interior se despierte. Y ella acaba por dictarte prácticamente todo. Empieza a manar. Te dice cosas tan extraordinarias que te asombras. Es como un diálogo con esa voz interior.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="PlainText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 36pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">“Yo siempre he puesto el ejemplo de que el escritor es como un minero: tiene que hallar la veta de oro que lleva dentro. ¡Pero cuesta <i style="mso-bidi-font-style: normal;">un carajo</i>! Tiene que estar dale y dale, quitando la tierra para, de pronto, gracias a esa disciplina, a ese esfuerzo, tocar la veta de oro. ¡Carajo! Entonces, te falta tiempo para captar lo que quieres decir. Pero no es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">inspiración</i>, es trabajo. Es dale y dale… Yo lo he sentido: cuando uno encuentra la veta –aunque para ello deba haber permanecido encerrado, aislado, días, meses-, en ese momento de diálogo del escritor con su voz interior, ¡es Dios!, pues está fabricando mundos. En esos instantes el escritor no piensa en el lector. En ese momento el lector no existe. El acto de escribir es un acto <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tan</i> solitario, que es Dios creando mundos. En este momento en que se empieza a crear viene una exaltación, una emoción, un instante de gracia… Uno está construyendo mundos. Ya lo del lector es posterior.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="PlainText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 36pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">“El escritor no tiene excusas. No le queda más que escribir. Debe ser fiel a esa necesidad. Se puede evadir con mil excusas que uno se da a sí mismo: porque estoy cansado, porque tengo problemas familiares, por mil cosas… Pero… el escritor no puede excusarse. Tiene que escribir. Bien o mal, no importa. Tiene que decir: «Aquí está esto: es lo que fui capaz de hacer y lo hice».<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="PlainText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 36pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">“Uno sabe que es escritor cuando va sintiendo que domina el oficio, que va encontrando un estilo. Como digo a mis alumnos: «La conquista final del escritor, es la de su estilo, es la de poder expresar su voz a su propia manera, con su propia sensibilidad». Tienes atisbos, tienes metáforas, comparativos afortunados. Cuando te vas adueñando de tu propia capacidad de expresión, cuando vas logrando una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">conquista</i> de tu manera de expresar, al ejercer el oficio, va a empezar a manar más y más, se te van a ocurrir más y más cosas. Quizá empiezas sin plena conciencia, tal vez con cierta timidez, con cierta reserva, pero al irte soltando, al sentir la posibilidad inmensa que tiene el idioma, que tienen las palabras –cuando las vas dominando y ordenando de una manera muy tuya-, en ese momento es cuando empiezas a estar del otro lado. Pero tienes que pasar por un proceso de disciplina de trabajo hasta que surja ese diálogo de los dedos con la máquina de escribir, cuando los dedos son una prolongación de lo que se está pensando… lo destilas en los dedos: las metáforas, el adjetivo, la descripción. Porque has tenido antes la disciplina de trabajar, de buscar. Y sólo se puede saber escribiendo, publicando.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="PlainText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 36pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">“Otro instrumento importantísimo para el escritor es la lectura. Son otros escritores quienes nos empujan. Primero no tenemos los elementos propios, son prestados por esos escritores y nos van a ayudar a que nosotros inventemos nuestra técnica, nuestro estilo. La meta de un escritor es la conquista de su estilo. Cuando uno lee un texto suelto, dice: «Esto es de Borges», «esto es de Rulfo», «esto es de Cortázar». ¿Por qué? Porque ellos conquistaron un estilo propio. Cuando Borges escribió: «Fatigué bibliotecas…», antes de llegar a utilizar el verbo «fatigar» así, él se fatigó cantidad, no<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>le fue dado gratis. Tuvo que leer mucho, tuvo que reflexionar, que pensar. Finalmente él es un inventor.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“Es preciso capturar a diario todas las cosas que uno ve, que uno oye, que uno siente. Así se van acumulando esas tarjetas que son los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ladrillos</i> del escritor. Llega un momento en que una de esas frases es la precisa para tal personaje. Hay que estar absorbiendo de nuestro alrededor elementos y descripciones que van a servir para reinventar. Un escritor no puede inventar todo. Tiene que partir de una serie de elementos. Y escribir, escribir. O quizá, como decía un amigo: proponerse, al escribir un cuento, buscar cinco desenlaces diferentes. Como una técnica. O cinco principios diferentes. Jugar con las palabras. Enriquecer el idioma. Hacerse de un instrumental que va a servir maravillosamente a la hora de sentarse frente a la máquina a recontar. Hay que leer haciendo altos de reflexión. Por ejemplo, ahora que estoy releyendo a Proust –si a algún autor he leído ha sido a él, desde 1940-, digo caray, ya definí algo muy importante, que no recuerdo que nadie lo haya hecho: diría que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">En busca del tiempo perdido</i> es, además de una novela, una de las más grandes reflexiones que se ha hecho un hombre ante todas las circunstancias de la vida. El libro de Proust es una fabulosa reflexión. Lo que he hecho en esta relectura –cuando mi memoria es más débil-, es llenar el libro de anotaciones y sugerencias para escribir –escribiría otro libro sobre <i style="mso-bidi-font-style: normal;">En busca del tiempo perdido</i>- y sobre todo podría hacer ahora una antología de los momentos culminantes de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">En busca del tiempo perdido:</i> dónde nacen los celos, dónde nace el sadismo, esto, lo otro…”<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Las reflexiones de Edmundo llenan muchas páginas y tienden a lo laberíntico, pero no tengo la menor duda de que son suscritas en su integridad por Carlos Fuentes, y que ambos, en el Walhalla de las Letras, están a la mesa de los creadores en la animada deliberación que las musas–valkirias obsequian con vinos del Valle de Guadalupe.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 10pt;">*</span></b><span style="font-size: 10pt;"> Con mucho gusto enviaré una copia en pdf a quien la solicite al correo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">juegodeojos@gmail.com<o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-31746806652175611392012-05-14T19:38:00.003-07:002012-05-14T19:50:12.032-07:00Ensayo - El judío errante<div style="text-align: right;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="font-size: small;">Miguel Angel Sánchez de Armas<o:p></o:p></span></span></div><div style="text-align: right;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p><span style="text-decoration: none;"><em>Este texto es de julio del 2000</em></span></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">El tres de marzo de 1983, como todos los jueves, Amelia Marino llegó al número 8 de Montpelier Square en el barrio londinense de Knightsbridge para limpiar el piso. Sobre la mesa encontró una nota manuscrita: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Por favor, no suba a la planta alta. Hable a la policía y pida que venga</i>.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Arribaron los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bobbies </i>y en la sala de estar encontraron los cadáveres correctamente vestidos de los dueños, Cynthia Jeffries y Arthur Koestler (en traje de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tweed</i> y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con un vaso de whisky aún en la mano). Dos copas de vino con restos de un polvo blanco y un frasco de miel adornaban la mesa. Se habían quitado la vida el martes en la tarde. Antes, tuvieron la precaución de que un veterinario sacrificara a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">David, </i>su perro.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">New York Times</i> del día siguiente recordaba que en su “agitado viaje por la historia del siglo veinte, con frecuencia el señor Koestler parecía ir delante de su tiempo”.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-hE-7NOBz1BY/T7HBhlSb31I/AAAAAAAAATk/Gv9ez4NhRGg/s1600/koestler.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-hE-7NOBz1BY/T7HBhlSb31I/AAAAAAAAATk/Gv9ez4NhRGg/s1600/koestler.png" /></a></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><br />
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Así terminaron los días de uno de los autores más influyentes de la posguerra y la guerra fría. Sus epígonos dijeron que murió como vivió, sin aceptar interferencias en su destino. Para sus detractores el suicidio fue la consecuencia natural de una vida extraviada.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Lo que nadie atinó a explicar fue por qué Cynthia, treinta años menor y en perfecta salud, hubiese decidido acompañar a su esposo, enfermo de leucemia y párkinson. “Le guardaba una sumisión patológica” fue la observación de un amigo de la pareja.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En momentos santificado y en otros denunciado como agente de la reacción; criticado por advenedizo a la comunidad intelectual y ridiculizado por sus <i style="mso-bidi-font-style: normal;">investigaciones parapsicológicas</i>, Koestler fue sin embargo una de las mentes más originales del siglo. Fenómenos como la caída de la cortina de hierro y la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">globalización, </i>fueron anticipados por él desde los años cuarenta.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Su obra es de un diversidad asombrosa. Si hay libros que no se pueden leer impunemente, Koestler es autor de varios de ellos. Textos políticos como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Oscuridad al mediodía</i>, novelas como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ladrones en la noche</i> y volúmenes autobiográficos como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Flecha en el azul</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La escritura invisible</i>, marcaron a muchas generaciones. Hoy en día, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los sonámbulos </i>y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El espíritu en la máquina </i>siguen siendo textos obligados para los estudiantes de ciencias.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Su vida<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>personal estuvo marcada por relaciones neuróticas con las mujeres, con los amigos, con la política, con los gobiernos, con el dinero, con su judaísmo y con su sionismo militante. Difuminó sus orígenes en una autobiografía cuidadosamente hilvanada para resaltar sus facetas de luchador social, intelectual, novelista y pensador y ocultar su misoginia, su misantropía, su inseguridad y su crueldad para con mujeres y amigos, al grado de que uno de sus biógrafos asegura que lo único que se sabe de él con precisión fue que nació las 8:30 de la mañana del 5 de septiembre de 1905 y que pesó 4.8 kilos. Lo que nadie duda fue que produjo un notable y profundo testimonio del siglo con el que creció.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">complejo</i> más grande del mundo<o:p></o:p></span></b></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Arthur fue hijo único del ingeniero y lingüista aficionado húngaro Henryk Koestler y de Adele Zeiteles, una mujer voluble y no muy joven a quien la quiebra de su padre parecía haber condenado a la soltería hasta que apareció en escena el guapo -y pobre- Henryk. En su vida adulta, Arthur descargó su hostilidad hacia su madre con todas las mujeres que tuvieron la mala fortuna de cruzarse en su camino. Fue un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Don Juan </i>galopante que además tuvo tres esposas: Dorothy Ascher, Mamaine Paget y Cynthia Jeffries, esta última originalmente su secretaria, 25 años menor y, recuerdan quienes les conocieron, de una “tolerancia enfermiza” para con un Koestler legendariamente infiel y abusivo. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Estos orígenes, combinados con su baja estatura y su búsqueda infructuosa de una patria, le allegaron un complejo de inferioridad que él calificaba como “el más grande y mejor de todos”.<o:p></o:p></span></div><br />
<h3 style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="font-size: small;">Periodista y luchador social<o:p></o:p></span></span></h3><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Arthur fue educado de acuerdo a los patrones victorianos usuales en una familia judía de la pequeña burguesía. Su ambivalencia con respecto a su condición de judío y los tiempos marcados por los conflictos y la zozobra previa a la primera gran guerra, lo llevaron a una vida agitada. Sus primeros pasos profesionales fueron en el periodismo, que ejerció en Europa y en el Medio Oriente, principalmente Palestina. De esas experiencias nacieron libros, entre ellos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ladrones en la noche</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Testamento español </i>y se forjó la pasión neurótica que lo ató toda su vida al asunto del Estado israelí. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">A los 22 años ya se le consideraba uno de los reporteros sobresalientes del siglo XX. Estuvo profundamente comprometido con sus principios políticos. Perteneció al Partido Comunista, fue encarcelado y estuvo a punto de ser fusilado en España. Pudo ver las dimensiones y el terror de la “solución final” nazi y durante años se dedicó a organizar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y financiar movimientos para el rescate de judíos, en un tiempo en que las élites políticas preferían cerrar los ojos a ese drama, ya fuese para no incomodar a una Alemania fuerte y agresiva, o por que suponían que la “persecusión” de los judíos era una maniobra propagandística del sionismo. De hecho, entre finales de los treinta y principios de los cuarenta, los principales diarios norteamericanos y el público en general no creían los informes del genocidio judío en Europa o “sospechaban que eran exagerados para obtener fondos de ayuda”, según documentaron Tifft y Jones en su libro de 1999, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Trust</i>.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><o:p></o:p></b></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Encarcelado en una prisión española y condenado al paredón, Koestler tiene una epifanía. Comprende que todas las consignas y toda la militancia para aniquilar a los “enemigos de clase” pierden sentido al pasar de militante a víctima. Ahí experimentó lo que después llamaría la “sensación oceánica” (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Oceanic feeling</i>), algo semejante a una visión cósmica que subyace a toda su obra. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">De su desencuentro con el comunismo nació <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Oscuridad al mediodía</i>, libro de enorme influencia en donde el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">paraíso de los trabajadores </i>es expuesto como un infierno a través del protagonista de la novela, Rubashov (basado en la personalidad del dirigente bolchevique Bugarín), víctima de las purgas estalinistas, es arrestado por la policía secreta y obligado a confesar crímenes ajenos.<o:p></o:p></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-eXjHaYhZE20/T7HEWFKv1EI/AAAAAAAAATw/pi5ZvG_1eBA/s1600/180px-DarknessAtNoon.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-eXjHaYhZE20/T7HEWFKv1EI/AAAAAAAAATw/pi5ZvG_1eBA/s1600/180px-DarknessAtNoon.jpg" /></a></div><br />
<br />
<br />
<h3 style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="font-size: small;">Espíritu sin Patria<o:p></o:p></span></span></h3><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Koestler fue un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">judío errante</i> en el sentido literal de la palabra. Vivió en Inglaterra, Francia, Austria, Suiza, Hungría, Palestina, Israel y Estados Unidos. Fue un sionista convencido y comprometido, un escritor profundo en unos temas y superficial en otros a quien alguna vez se acusó de ser “gran sintetizador de ideas ajenas” y “pobre productor de ideas propias... un plagiario”, que sin embargo dejó una profunda huella e influyó sobre numerosas generaciones. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">La originalidad y lo atractivo de su pensamiento puede demostrarse con la siguiente idea, tomada de sus memorias, con la que explicaba que para él en lo político, primero tenía lugar un compromiso emotivo y sólo posteriormente se insertaba la racionalidad del mismo: “todas las evidencias tienden a demostrar que la libido política es esencialmente tan irracional como el impulso sexual, y condicionada, como éste, por experiencias tempranas parcialmente inconscientes”.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Sí, la idea es original y atractiva, y muy de la personalidad de un hombre como Koestler, cuyo apetito sexual y capacidad de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">affaires</i> breves e intensos era al parecer inagotable, y que además poesía la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">virtud </i>de mantenerse en buenos términos, incluso cordiales, con sus ex mujeres. En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Euforia y utopía, </i>Koestler define este rasgo de su personalidad: “Uno aprende a pensar a través de los libros y aprende a vivir a través de las mujeres”.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Algunos rasgos del Dr. Jeckyll y Mr. Hide hay en esta asombrosa personalidad. Pero no crea el lector que estamos ante un hombre hierático, retraído, circunspecto y confinado a las sombras y rincones. No. Koestler tenía fama de anfitrión generoso y divertido, con una cava <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ad hoc, </i>muy dispuesto a beber y conversar horas y días... siempre y cuando una de sus mujeres estuviese a mano para guisar, servir, limpiar y ser pareja de parranda. Habría que apuntar a su favor que no las obligaba a manejar. Esa era <i style="mso-bidi-font-style: normal;">su </i>tarea, aunque acumuló la más extensa lista de accidentes automovilísticos de que se tenga memoria en la patria de las letras y en más de una oportunidad fue confinado a la comisaría por manejar en estado de ebriedad.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Hay a lo largo de su obra, como corresponde a un hombre inteligente, una línea conductora de humor. Tomo otro ejemplo de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Euforia y utopía </i>en el que Arthur atribuye los hechos a un amigo cuyo nombre se le ha escapado, aunque sonaba algo así como “Ehrendorf” (aunque me inclino a creer que en realidad el protagonista de la historia es el propio Koestler). Sucedió durante el carnaval de 1932 en Berlín. Ehrendorf-Koestler conoce a una belleza de 19 años, alegre y desenvuelta, en cuya blusa destaca en rojo una cruz gamada. La convence de acudir a su departamento en donde ella accede a todos los requerimientos eróticos que es capaz de imaginar un hombre joven e imaginativo. En el momento de la culminación, sudorosos y desnudos en una cama vieja y ruidosa, “la muchacha se levantó sobre un codo, extendió el brazo derecho a la manera del saludo de Roma y, en medio de un suspiro y con voz desfalleciente, pronunció un fervoroso: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Heil Hitler</i>”. Ehrendorf-Koestler es bruscamente interrumpido por el gesto y, al borde de un ataque, siente que el deseo lo comienza a abandonar aceleradamente. “Cuando se recobró, la rubia le explicó que ella y un grupo de jóvenes amigas habían hecho el voto solemne de recordar al Führer cada vez que se encontraran en el momento más sagrado en la vida de la mujer”.<o:p></o:p></span></div><br />
<h3 style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="font-size: small;">Oscuridad en la tarde<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></h3><br />
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Hoy en día -por lo menos en México y creo que en el mundo- Koestler dejó de ser un autor leído. Al grado de que durante las reflexiones posteriores al derrumbe de la URSS su nombre no figuró, habiendo sido instrumental con su obra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Oscuridad al mediodía, </i>en la corriente de pensamiento crítico anticomunista.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Es posible que ello se deba a ese rasgo de su personalidad descrito líneas arriba como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">judío errante. </i>No sólo vivió permanentemente cambiando de lugar, sus intereses intelectuales también fueron, por decirlo de alguna manera, volátiles. En un momento de su vida dejó de lado los temas políticos y sociológicos para incursionar en los terrenos científicos y después se entregó a lo oculto y a la parapsicología. Llegó al extremo de mandar instalar en su casa de Londres una compleja báscula electrónica y ofreció recompensas en efectivo a quien pudiese demostrar capacidad de levitar, medida por el instrumento. Para ser justos, Koestler no exigía a los participantes nada extraordinario, digamos una elevación de medio metro. Se conformaba con la perdida de un par de onzas, debidamente registradas en la báscula. De cientos de concurrentes, Arthur pudo consignar un solo “caso exitoso”.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Esta y otras excentricidades minaron su prestigio, le dieron fama de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">charlatán</i> y opacaron su obra anterior. En este sentido, la biografía escrita por David Cesarani es extraordinaria para recuperar la obra y propuestas de uno de los más importantes pensadores contemporáneos. Tanto, que incluso sus investigaciones sobre lo material y no material hoy no parecen tan descabelladas, en un mundo en donde es ya moneda corriente en análisis serio de la relación entre la biología y la ética.<o:p></o:p></span></div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-55953370408777994412012-05-09T12:58:00.001-07:002012-05-11T11:01:11.921-07:00Juego de ojos - Al lector y los libros en su día<h1 style="margin: 12pt 0cm 3pt; text-align: right;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial; font-size: small;"><o:p>Miguel Ángel Sánchez de Armas</o:p></span></span></h1><div style="text-align: right;"></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;"><br />
</div><br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-language: ES;">Abrazo a Nicanor Parra por el Cervantes…<o:p></o:p></span></i></div><div style="text-align: right;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-language: ES;">pero más por las horas felices.<o:p></o:p></span></i></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">La lectura y sus sujetos-objetos, los lectores, son habitantes permanentes de esta columna. Esto es lógico para un escribidor que adquirió precozmente el vicio que ni castigos ni sangre han sanado. Tendría siete u ocho años cuando, enviado a la tienda del pueblo, descubrí un estante para la venta de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cuentos </i>y me puse a hojear uno. Esa noche me encontraron en el rincón encantado y pagué con cuero la angustia que a la manera de Huckleberry Finn hice pasar a mi familia y a los vecinos.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Ya mayor conocí a Edmundo Valadés y él me dijo que leer es “nunca más volver a estar solo”. Supe que Gorki, igual que yo, </span><span style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 13.0pt;">encontraba que al recrear sus lecturas las distorsionaba y les agregaba cosas de su propia experiencia porque literatura y vida se le habían fundido en una sola esencia. Para él un libro era una realidad viviente y parlante. Menos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">una</i> “cosa” que todas las “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">otras</i> cosas” creadas o por crearse. Más adelante no me sorprendió enterarme que Goethe también creyera que al leer no es que aprendamos, sino que nos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">transformamos, </i>y alguna vez me pregunté cómo había sido que Vasconcelos hablara de libros que se leen de pie y libros que se leen sentados, estando seguro de que había sido yo el autor de esta máxima.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Por todo esto, me parece un despropósito teorizar sobre la relación que tenemos con los libros. Es como querer interpretar la relación que tenemos con lo humano. Así como un tono de voz, un aroma o un roce de piel nos pueden cambiar la vida, también el párrafo de un libro, el resplandor de una frase <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>o la melodía de una metáfora pueden tener sobre nosotros el efecto de un rayo y poner de cabeza el mundo en el que hasta en ese momento vivíamos plácidamente.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Es curioso que el libro moderno -con la apariencia que hoy conocemos- tenga más de 560 años y la celebración mundial de su día tenga apenas 16, porque fue en 1996 cuando la UNESCO declaró el 23 de abril como la fecha para celebrar este objeto lo mismo enaltecido que vilipendiado o temido. Ahora que recordamos el Holocausto no olvidemos que los nazis echaron a la hoguera a tantos volúmenes como seres humanos.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">(Los extremos de este <i style="mso-bidi-font-style: normal;">timor libris </i>van desde un alto funcionario mexicano de pena ajena que prohibió a su hija leer <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Aura </i>de Fuentes, hasta la orden de arresto contra el “agitador revolucionario Matigari por conspirar para derrocar al régimen” librada por el gobierno de Nigeria cuando Nguyi wa Th´iongo publicó con ese nombre una novela ¡basada en una leyenda kikuyo!) <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">En apariencia inocente, el libro es un símbolo del saber y quizá por ello la relación entre libros y poder transita entre vicisitudes. Los libros encierran misterios, son objetos polifacéticos con los cuales se entabla un vínculo complejo. Me parece que se han creado una serie de mitos alrededor de él y de su significado, sobre los que me gustaría reflexionar.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mito 1</i>. La lectura es muy valiosa y se le debe impulsar. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">En las sociedades modernas, especialmente en las que se definen como democráticas, el libro ocupa un lugar privilegiado en el discurso oficial y educativo… pero las políticas públicas orientadas a fomentar la lectura o no han sido las adecuadas o algún <i style="mso-bidi-font-style: normal;">compló</i> las ha truncado. En el Día Mundial del Libro políticos y funcionarios de la educación (pública y privada) se llenan la boca con arengas y se organizan ferias, talleres y encuentros, pero las frías cifras dicen que en nuestro país el consumo de libros es de 2.9 al año por cabeza. ¿Esto confirma que somos una sociedad a la que no le gusta leer, como muchos dicen? No lo sé. Creo que el fenómeno es muy complejo y tiene aristas que no hemos analizado. La distancia entre el discurso y la intimidad de la lectura que se lleva a cabo en una sala, en la cama, en la mesa o en un autobús es todavía insalvable. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mito 2</i>. La lectura está al alcance de todos, es cuestión de decidirse.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Hace años, cuando los canales se contaban con los dedos, era una excentricidad consumir la programación cultural del once (“frente a sus cámaras se comete el crimen perfecto”) o del ocho (“los diálogos de Octavio con Paz”). Era un problema intelectual: la enorme <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>distancia entre el interés que despertaba la tele comercial y el monumental desinterés en la programación aburrida de “la cultura”… que, debo admitir, era un fardo. Con los libros sucede algo similar: no hay entrenamiento; los niños y jóvenes en edad escolar leen lo mínimo para cumplir las obligaciones escolares porque no hay programas que los introduzcan verdaderamente a la lectura… algo comprensible si sus maestros entran en el universo que lee 2.9 libros. Enseñar a leer por placer no es una tarea a la que se apliquen padres ni docentes, porque muchos de ellos desconocen absolutamente tal gozo.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">A eso le añadimos que la lectura parece estar reservada a un grupo privilegiado de la población que tiene los recursos para comprar libros. Mientras el hábito de leer no haga de éstos objetos de primera necesidad su costo seguirá siendo visto como excesivo. Respecto del salario mínimo, la lectura sigue estando en desventaja.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mito</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">3</i>. No se lee porque las computadoras han desplazado a los libros.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">La importancia creciente que ha adquirido el uso de las tecnologías de la información y la comunicación sólo ha modificado el soporte del material de lectura, de modo que quienes adquieren el gusto de leer, lo mismo lo hacen en un libro tradicional que en una computadora, en un teléfono móvil o en otros populares aparatejos. La nostalgia de oler la tinta es eso, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">nostalgia</i>, porque sólo cambian los artefactos en los que se lee, pero el proceso de aprendizaje o simplemente de disfrute que puede producir leer en un libro impreso o en un archivo es el mismo. (El autor confiesa que cayó en pecado y ya disfruta de su <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Kindle</i>… con el peligro para la civilización occidental que esto representa.)<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mito</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">4</i>. En la actualidad es más fácil tener acceso a materiales de lectura gracias a las tecnologías de la información y la comunicación. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Este gran mito se ha creado debido a la rapidez en la transmisión de información que ofrecen las TIC y a la disponibilidad de materiales en internet, aunque en realidad lo que han hecho es desfavorecer la lectura. Es como la persona que desea perder peso y se da a la tarea de guardar recomendaciones de dietas, sin comenzar nunca una. Las posibilidades que ofrecen las TIC para la lectura no han sido suficientemente exploradas y se han visto rebasadas por el uso intensivo de las redes sociales, donde prevalece el uso de convivencia social virtual sobre el de intercambio de información. Con ello se favorece un nivel de lectura y de escritura muy elemental que no fomenta el acceso a los libros.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">La desmitificación sólo tendrá visos de realidad si se reconoce la paradoja de que el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">placer de la lectura </i>es un problema sencillo y al mismo tiempo de gran complejidad. Es necesario aplicar políticas públicas que vayan al fondo del asunto. ¿Cómo hacer que los niños y jóvenes lean aunque sus padres y maestros no lo hagan? ¿Cómo articular programas en los que se haga participar a quienes sí desean favorecer la lectura? ¿Cómo aplicar programas en los que sea más importante ganar adeptos a la lectura que dar reportes de interés político sobre las acciones realizadas? Es decir, estructura programas que erradiquen la simulación y atiendan el problema.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Podríamos ensayar abriendo las ventanas de la escuela y echar a la calle las declaraciones, las ceremonias y los eventos para centrarnos en construir una zona de placer y disfrute para la lectura. Cada lector ganado debe considerarse un triunfo, no una estadística para apantallar al rector o al funcionario. Quizá tendremos así mejores resultados como sociedad. Me es inevitable recordar el pasaje de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La sociedad de los poetas muertos </i>cuando el profesor (Robin Williams) invita a los alumnos a descuajar del libro de texto de poesía la introducción culterana y pedante y zambullirse en el placer de la musicalidad poética.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Pienso que el espacio natural para <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la fiesta del libro </i>debieran ser las bibliotecas… cuando se reeduque a la mayoría de los bibliotecarios -de ser necesario mediante una versión <i style="mso-bidi-font-style: normal;">democrática</i> y no sangrienta de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">revolución cultural </i>del llorado Mao- para que construyan espacios <i style="mso-bidi-font-style: normal;">de diversión </i>en donde hoy administran sus celdas cartujas. En otros países la biblioteca permanece abierta en las noches y los fines de semana y a los jóvenes se les permite estudiar en piyama, tomar refrescos, consumir papitas, reírse y hacer grupos de trabajo… mientras que acá la biblioteca es un templo de solemnidad en donde un Zeus formidable arroja rayos a quien alce la voz u, ¡horror!, mordisquee una torta a escondidas mientras lee su mamotreto. Con el corazón dolido digo que de esto no se salva ni la biblioteca de mi propia universidad.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Termino con una idea de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los bárbaros </i>de Alessandro Baricco, el texto más sugerente que he leído este año. Cito de memoria: ningún libro puede llegar a estar cercano y ser apreciado por las nuevas generaciones si no adopta la lengua del mundo nuevo. Si no se alinea con la lógica, con las convenciones, con los principios de la lengua más fuerte producida por el mundo. Si no es un libro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cuyas instrucciones de uso se hallan en lugares que NO son únicamente libros</i>.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nota bene</i></b>: los invito a pensar en esta propuesta. ¿Qué son los lugares NO únicamente libros? Vale.<o:p></o:p></span></div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-86643204206968087472012-05-07T20:16:00.003-07:002012-05-20T10:31:53.363-07:00Memoria de JdO - Vida de perros<div class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: right;"><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">Miguel Ángel Sánchez de Armas<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt;"><br />
</div><br />
<div align="right" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: right;"><i><span style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: Arial;">En memoria de Simba, a quien</span></span></i></div><div align="right" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: right;"><i><span style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: Arial;">no conocí. </span></span></i><br />
<i><span style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: Arial;">Este texto es del 2003</span></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">Por la recta que lleva a Perote -la carretera con más topes por metro lineal en Veracruz y muy probablemente en el mundo- recientemente vi a un perro muy serio que trotaba de prisa. Era un <i>streeter-cruzado-con-callejero </i>de pelambre grasiento decorado con costras de lodo aquí y allá. El rabo mordisqueado y una oreja gacha me dijeron que era un rudo entre la jauría del rumbo. Sin embargo, algo había en su porte que me cautivó. Era -¿cómo decirlo?- cierta altivez, un aire de firmeza y seguridad y una mirada inteligente y reflexiva.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">“¿A dónde irá ese perro con tanta prisa?”, me pregunté. ¿”Qué asuntos urgentes tendrá en una mañana de viernes?” En un tope coincidimos. Se detuvo con las patas delanteras sobre la joroba y el morro en alto, la cabeza ligeramente ladeada. La oreja gacha, trozada por mitad, se agitó en la brisa. Nuestras miradas se encontraron y entonces, seguro de que no le echaría el auto encima, cruzó la rúa y se perdió en una calle polvorienta. </span></span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-lIByYcnmFbE/T7kqftyooBI/AAAAAAAAAUc/OX-PsB8KsTU/s1600/perro1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-lIByYcnmFbE/T7kqftyooBI/AAAAAAAAAUc/OX-PsB8KsTU/s1600/perro1.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div></div><br />
<a name='more'></a><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">Pensé que he conocido a muy pocos perros en mi vida. Les tengo miedo, creo que como resultado de la revolcada que me dio una vieja dálmata en casa de mis abuelos paternos. Tendría yo tres años y comía una salchicha cruda que se le antojó al viejo, chimuelo y casi ciego animal. Se acercó, olfateó el bocado, dio una tarascada y se llevó la salchicha con todo y mi mano. Grité. La perra se espantó y quiso correr pero no me soltaba. Apareció el abuelo. Volaron cintarazos. Llegó la abuela con el “¡Jesús!” y el “Santísimo” en la boca. Me rescataron. La perra fue enviada al exilio. La salchicha se perdió en el ajetreo y yo me quedé con un terror instintivo a los canes que más de medio siglo después no me puedo quitar.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">De mis escasos encuentros perrunos, tengo algunas memorias divertidas y otras sobrecogedoras.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">En Mexicali, hace como cien años, mis hermanos y yo adoptamos a Roldán, el pastor alemán de un vecino; lo rebautizamos “Tribilín” y durante algunos días le dimos la mitad de lo que mamá ponía en la mesa. Cuando la pobre se percató hubo tormenta y salimos todos, niños y perro, a escobazos. Pero los niños y los perros hablan el mismo idioma y en las noches siguientes “Tribilín” encontró una ventana abierta y una cama para no dormir a la intemperie... hasta el domingo en que mis horrorizados padres descubrieron a su camada abrazada al perro que, lo juro, roncaba.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">Con el tiempo crecí y me casé. Una madrugada después de una juerga descubrí en la cochera a una famélica y asustada perra y en un arrebato la adopté y la llevé a casa... con los resultados que ya imaginará el lector. Yo tuve más suerte que el animal, pues dormí en el sofá. Luego tuve una hijita y un día la hijita quiso un perrito. En una tienda de mascotas adquirí por una cantidad exorbitante una bolita de pelo con ojos garantizada libre de pulgas y enfermedades contagiosas que, a la manera de la película de los <i>Gremlins</i>, en poco tiempo se transformó en el perro más tonto del mundo y en una nauseabunda máquina de lamer.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">Un domingo por la mañana, sobre la autopista a Cuernavaca, un chucho corrió entre los coches en el momento en que yo aceleraba la motocicleta y quedó paralizado en la trayectoria de 350 kilos de metal y conductor. No fueron más de tres segundos. Lo vi aplanarse sobre la panza. En su mirada, que se trabó con la mía, había un espanto de muerte, una visión del fin del mundo. En la siguiente escena voy patinando sobre mi costado izquierdo con el casco chirriando en el asfalto, la motocicleta vuela fuera de la carretera y el perro va rumbo al Olimpo de sus antepasados. <o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">Otra tarde, de entre una milpa a la orilla de un camino aparecieron tres perros enormes que corrían y brincoteaban en una extraña danza erótica. El que iba a la cabeza me vio acercarme. Hizo una cabriola, tomó tierra y se aventó en la trayectoria del auto, su mirada fija en mí, los belfos hinchados, la lengua de fuera, todo él una expresión de júbilo. Quedó atorado en la defensa y lo arrastré más de un kilómetro antes de poder orillarme.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">No puedo dejar de preguntarme: ¿a dónde van los perros? <o:p></o:p></span></span></div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-37854539640693369102012-05-02T16:41:00.000-07:002012-05-02T16:41:06.179-07:00Juego de ojos - Políticos y periodistas<div style="text-align: right;"> <span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Miguel Ángel Sánchez de Armas</span></div><div align="center" class="MsoHeader" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: center;"><br />
</div><br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Arial;">El asesinato de Regina Martínez </span></span></i></div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 11pt;"></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Arial;">no debe quedar impune.<o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><br />
</div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Cuando mis hipotéticos bisnietos estudien la historia de México, quedarán pasmados si comparan la estatura de los estadistas del XIX, los de la Reforma, con la gazmoñería y el fariseísmo de sus herederos en el XX y el XXI. Por un lado gigantes que hubieran brillado en cualquier época; por el otro, una legión adocenada y raquítica llamada <i style="mso-bidi-font-style: normal;">clase política.<o:p></o:p></i></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Da pena atestiguar la pequeñez con la que se aborda en estos días el asunto de los debates. Los contendientes en la arena electoral se comportan como adolescentes simplones mientras las clases dominantes se frotan las manos por su buena suerte, pues estos actores garantizan que pervivirá la impunidad y la laxitud legal que les ha permitido hacerse del control social.<o:p></o:p></span></div><br />
<a name='more'></a><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Mas, ¡helas!, como yo no soy <i style="mso-bidi-font-style: normal;">analista político </i>ni mi voz tiene peso en la república de los columnistas, nada puedo hacer para salvar a la Patria. Así que me limitaré a compartir una página histórica del inagotable acervo que se acumula desde que los primeros políticos, jefes del clan, tuvieron tratos con los primeros periodistas, aquellos que pintarrajeaban sus cosas en las paredes de las cavernas. Es parte de un libro en producción que espero, es un decir, arroje luz sobre el asunto:<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Watergate</i> no fue un accidente, como no lo es la supuración que se pone al descubierto por una incisión de rutina. Fue el resultado de una época turbulenta y de la participación de actores cuyas personalidades fueron como agentes reactivos que precipitaron y pusieron al descubierto la trama de una conspiración desde el poder.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Entre los años 1960 y 1974 se pueden ubicar tres antecedentes clave que dan contexto al episodio: la abortada invasión a Cuba en Playa Girón (también conocida como Bahía de Cochinos) en abril de 1961; la “crisis de los misiles” en Cuba en agosto de 1962, y la <i>filtración </i>de un expediente sobre el conflicto en Vietnam en junio de 1971 que pasaría a la historia con el sugerente título de “Los expedientes del Pentágono”.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">En aquella época varios grandes diarios norteamericanos, particularmente <i>The New York Times</i>, se habían enfrentado en las cortes con un gobierno que veía en las revelaciones de la prensa no sólo un peligro para sus políticas domésticas e internacionales, sino el origen de la creciente inquietud social en el país.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Cuando la <span style="font-variant: small-caps;">cia </span>tuvo a punto el desembarco de fuerzas anticastristas en Cuba en 1961, el gobierno de Kennedy presionó al <i>Times</i> para detener la información y “no poner sobre aviso al dictador”. El diario acató y quedó una mancha en el honor de la casa. Un año después el episodio se repitió casi sobre las mismas líneas cuando el rotativo se aprestaba a publicar anticipadamente los pormenores de una posible operación militar contra las bases de misiles en Cuba, que finalmente no pasó de la mesa de escenarios posibles.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Kennedy era un maestro del medio electrónico y lo utilizaba para equilibrar las noticias de los medios impresos. Su secretario de prensa, Pierre Salinger, pensaba que junto con las cadenas de televisión las agencias noticiosas eran la herramienta más poderosa para controlar la agenda informativa, puesto que alimentaban a cientos de otros medios. Salinger incluyó a reporteros de estos medios en los <i>pools </i>presidenciales.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">La administración Kennedy vivió la guerra fría y estuvo signada por constantes y delicadas crisis políticas en las que la prensa jugó un papel importante. Algunos de los actores clave de aquellos eventos reconocieron posteriormente que si el gobierno no hubiese estado preso en el pantano del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">secreto de Estado</i> y la prensa hubiese tenido mayor acceso a la información y más capacidad de acción, operativos que sólo trajeron descrédito al gobierno de Kennedy, como la invasión de Playa Girón, se hubiesen evitado. Mas por otra parte en términos generales muchos de aquellos medios consideraban que era un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">deber patriótico</i> mantener en reserva informaciones sobre las crisis o bajarlas de tono para no perjudicar los operativos militares de su país.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Aquí algunos momentos del rol “patriótico” de la prensa en aquellos años:<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">El 19 de noviembre de 1960 <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The</i> <i>Nation </i>publicó un editorial titulado: “¿Estamos entrenando a guerrilleros cubanos?”, en donde se hablaba de una invasión a la isla. En enero siguiente <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The</i> <i>New York Times </i>confirmó el entrenamiento, mas dijo que las autoridades explicaron que no era para invadir la isla, sino para preparar una fuerza de defensa en caso de que los castristas decidieran atacar.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">En abril siguiente <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The <span style="mso-bidi-font-style: italic;">New Republic </span></i>hizo llegar al asesor presidencial Arthur Schlesinger las galeras de un artículo titulado “Nuestros hombres en Miami”, que el mismo Schlesinger llamó “un relato cuidadoso, exacto y devastador de las actividades de la <span style="font-variant: small-caps;">cia </span>entre los refugiados (cubanos)”. Schlesinger le llevó el artículo a Kennedy, quien expresó la esperanza de que se le pudiera retener. La revista aceptó, escribió Schlesinger, “en un acto patriótico que me dejó extrañamente incómodo”.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Tad Szulc, del <i>New York Times</i>, tuvo la nota del entrenamiento de cubanos para una invasión, misma que se publicaría en primera plana. El director del diario consultó con James Reston, quien sugirió que no se incluyera la fecha del desembarco; también se expurgó toda mención a la <span style="font-variant: small-caps;">cia. </span>Los editores protestaron. Nunca antes se había cambiado la primera plana del <i>Times </i>por razones políticas. Hablaron con el propietario, Orvil Dryfoos. Éste dijo que estaban de por medio la seguridad nacional y la protección de las vidas de los invasores.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Pese a la autocensura y restricciones voluntarias, Kennedy enfureció por lo poco que se publicó y gritó a Salinger: “¡No puedo creer lo que estoy leyendo! Castro no necesita agentes aquí. Todo lo que tiene que hacer es leer nuestros periódicos. Ahí está todo detallado”.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">El desembarco en Playa Girón el 17 de abril de 1961 fue un rotundo fracaso y un severo golpe a la imagen del gobierno de Kennedy. Los invasores no pudieron avanzar más que algunos cientos de metros antes de ser sometidos por fuerzas cubanas bien pertrechadas, entrenadas y conocedoras del terreno. El alzamiento popular vaticinado por los anticastristas nunca se dio. Al comprender las dimensiones del fracaso y las consecuencias que tendría una participación abierta de soldados estadounidenses, Kennedy se negó a autorizar la intervención de la Fuerza Aérea en apoyo a los invasores.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">La reacción de la prensa no se hizo esperar. Los grandes diarios se sintieron utilizados, como también el embajador ante la ONU, Adlai Stevenson, quien se presentó a la asamblea para negar los planes de invasión [...] de los cuales no había sido informado:<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“El Presidente fue criticado por su negativa a hablar sobre la cuestión cubana en su primera conferencia de prensa posterior (‘No creo que sirva a ningún propósito nacional que me explaye más sobre la cuestión cubana esta mañana’). Le dijo con amargura a Salinger: ‘¿Qué hubiese podido decir que ayudara a la situación? ¿Que hicimos el papelón de nuestra vida? ¿Que la <span style="font-variant: small-caps;">cia </span>y el Pentágono son estúpidos? ¿A qué fin creen ellos que serviría consignar eso? Vamos corregir la situación muy pronto. Los editores tienen que entender que estamos siempre al borde de la guerra y que hay cosas que estamos haciendo de las que no podemos hablar’”.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Kennedy, al fin miembro de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">clase política</i>, era de los persuadidos de que son <i style="mso-bidi-font-style: normal;">los medios</i> y no <i style="mso-bidi-font-style: normal;">los hechos</i> que los medios reportan, los causantes de los descalabros políticos. Dos semanas después del frustrado operativo contra la isla, en reuniones con agrupaciones periodísticas, dijo que Playa Girón había dado una importante lección que aprender y que en el manejo de informaciones delicadas los editores debieran preguntarse si se afectaba la seguridad nacional antes de publicarlas. El llamado no cayó en oídos amables:<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“Los presentes entendieron que eso era de cierta forma una invitación a la autocensura. El <i>Post-Dispatch </i>de St. Louis advirtió que eso podía “hacer de la prensa un arma oficial como en los países totalitarios”. El <i>Star </i>de Indianápolis dijo que Kennedy estaba tratando de intimidar a la prensa. El <i>Times </i>de Los Ángeles juzgó que era un Kennedy ‘rumiando la adversidad’ quien con enojo trataba de convertir a la prensa en chivo expiatorio. Advirtiendo que los diarios habían aceptado las reglas de la administración, el <i>Times </i>escribió que en lugar de que el Presidente los reprendiera, “se debió amonestar a la prensa por dejarse engañar”.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En </span>1966 se supo que durante una reunión en la Casa Blanca, Kennedy dijo en un aparte al director ejecutivo de <i>The New York Times</i>, Turner Catledge, que si se hubiese publicado más sobre la operación de desembarco en Bahía de Cochinos se habría evitado un error colosal. Un año más tarde el Presidente le confió algo parecido al propietario del <i>Times</i>, Orvil Dryfoos.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">En 1967 el senador Robert Kennedy expresó ante editores de diarios:<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“Obviamente, la publicación de los planes de batalla norteamericanos en época de guerra pondría irresponsablemente en peligro el éxito y arriesgaría vidas [pero] la más amplia difusión en la prensa de los planes para invadir Cuba<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>-conocidos por muchos periodistas y patrióticamente mantenidos en secreto- hubiese podido evitar Bahía de Cochinos. Al apreciar retrospectivamente las crisis, desde Berlín y Bahía de Cochinos hasta el Golfo de Tonkin, o incluso los últimos quince años, puedo recordar pocos casos en que la revelación de grandes consideraciones políticas hubiese perjudicado al país y muchas instancias en que la discusión y el debate públicos condujeron a decisiones más meditadas e informadas”.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">¿Playa Girón marcó el fin de la luna de miel de Kennedy con la prensa? Es probable. En todo caso es de destacarse que fue durante esa administración cuando se sentaron las bases del “manejo de la prensa”, es decir, las estrategias y mecanismos que con distintos grados de refinamiento son hoy la sustancia de las unidades de comunicación social públicas y privadas.<o:p></o:p></span></div><br />
<div align="right" class="MsoHeader" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><br />
<div align="right" class="MsoHeader" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><br />
<div align="right" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt 7cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><div align="right" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt 7cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-3751628845091701592012-04-30T12:46:00.000-07:002012-04-30T12:46:08.906-07:00Memoria - Hogar y exilio<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: Arial;">Miguel Angel Sánchez de Armas<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: right;"> </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><o:p><em><span style="font-family: Arial;">Uno de los grandes encuentros de mi vida</span></em></o:p></div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><o:p><em><span style="font-family: Arial;">ha sido con la literatura africana. Y en ésta, con</span></em></o:p></div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><o:p><em><span style="font-family: Arial;">Chinua Achebe en el 2001. Este </span></em></o:p><o:p><em><span style="font-family: Arial;">texto</span></em></o:p></div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><o:p><em><span style="font-family: Arial;">data de mayo de aquel año.</span></em></o:p></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Desde que hace dieciocho o veinte años tuve mis primeros encuentros con la literatura africana, en particular <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La conversión del rey Esomba</i> del camerunés Mongo Beti, no me había vuelto a topar con un texto del <em>continente negro</em> hasta que hace unas semanas, en Nueva York, descubrí a Chinua Achebe. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Del “más destacado escritor africano”, según se le describe en la solapa de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hogar y exilio</i>, no encontré referencias en mis diccionarios y enciclopedias en español, otra evidencia de lo aislado que estamos de una literatura con la que tendríamos mucho que compartir. Juzgue el lector si la siguiente frase podría o no figurar en un texto de nuestra herencia prehispánica: “El hombre es un animal que inventa narraciones. Raramente pasa por alto la oportunidad de acompañar sus tareas y experiencias con historias paralelas.”</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-PDZghr1U9n4/T57osVmjTkI/AAAAAAAAASo/SREpIP_KIDY/s1600/achebe.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-PDZghr1U9n4/T57osVmjTkI/AAAAAAAAASo/SREpIP_KIDY/s1600/achebe.png" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Achebe nació en Nigeria en 1930 y estudió en Londres, la capital del Imperio. Su padre fue un misionero anglicano perteneciente a la tribu de los igbo, una de las más importantes del África, una de cuyas características es un gobierno repartido en cientos de pueblos independientes. Para los igbo el individuo y el pueblo son únicos. Tienen un gran sentido de la igualdad y una aversión rotunda al autoritarismo, al grado de que algunos dan por nombre a su primogénito <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ezebuilo</i> que quiere decir, literalmente, “un rey es un enemigo”. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">En este contexto colonial, en donde lo "civilizado" era acarrear agua en recipientes de metal importados de Europa y no en ollas de barro locales, Chinua pasó sus primeros años. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">El paso natural y lógico para los hijos de un ministro anglicano que durante 35 años viajó por Nigeria convirtiendo a los infieles y a los idólatras era educarse en la fuente de todos los bienes: la capital imperial. Y allá viajó en joven Achebe para encontrarse con un mundo que no sólo no estaba preparado, sino que desconocía lo elemental de sus “súbditos” coloniales. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Las primeras imágenes de la capital del imperio proporcionan a Achua los colores para pintar un cuadro precioso: “Por primera vez en mi vida viví la experiencia de ser conducido por un chofer blanco. Tomé nota mental de este extraordinario evento y no dije nada. Pero Londres aún me guardaba sorpresas y develó un espectáculo increíble: en un embotellamiento ocasionado por la reparación de la calle, vi a un blanco en un sucio overol rellenando baches con asfalto caliente. Entonces le hablé a mi hermano en nuestro idioma secreto para que no nos entendiera el chofer y él, vacunado para esas maravillas, soltó la risa ante mi sorpresa y dijo: ‘Si el día de mañana viajara (el obrero blanco) a Nigeria, le llamarían Director de obras.’”<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hogar y exilio</i> es una narración autobiográfica en la que Achebe nos lleva por el camino que el súbdito imperial recorre para “igualarse” como estudiante y como ser humano, con los ciudadanos de la metrópoli, para comprender, al final, que debe recuperar sus propios valores, que no hay nada vergonzoso o menor en sus raíces, y que, a fin de cuentas, el color de la piel es un accidente. Con ironía y humor entretejidos en una fina prosa que se mantiene alejada tanto de consignas como de ditirambos, Achebe logra comunicar un contundente argumento contra el colonialismo. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">El mazo con que el escritor pretende derrumbar el muro de la ideología colonial es el arte. No estamos ante un texto de ciencia política y en ninguna de sus breves 105 páginas encontramos un llamado a la justicia, una apelación al equilibrio económico o una denuncia de la polarización norte - sur. Achebe se limita a describir el proceso por el cual recupera su identidad como escritor... escritor nigeriano, que escribe en inglés pero es... ¡nigeriano! <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Esta conciencia que permite aceptar sin amargura o resentimiento que se es una cosa y no otra (africano y no europeo), y comprender que la igualdad no es necesariamente un camino de doble circulación, podría ser compartida por nuestros compatriotas expulsados a Estados Unidos. A través de experiencias propias y ajenas Achua va describiendo un cuadro que sería conocido para muchos de ellos. Y su fino sentido del humor acentúa el mensaje: Un joven estudiante acude a la oficina postal a enviar un paquete. La empleada pesa el bulto y para calcular el precio del envío dice: “A ver, Nigeria... Nigeria ... ¿Es nuestra o es francesa?”. El joven responde tranquilamente: “Es de ustedes, señora”. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">No es fácil el tránsito de vuelta a los orígenes. Como muchos de su generación, por no decir todos, Achebe se encuentra a caballo entre dos posibilidades. Por una parte se siente integrante de una cultura de habla inglesa; por la otra, quizá más intuitiva que racionalmente, entiende que pertenece a Nigeria. Uno de los primeros motivos de reflexión sobre las razones de esta dicotomía, rememora Achebe, viene precisamente de la literatura. Esto sucede cuando uno de sus maestros pone de tarea la lectura de una “novela nigeriana”, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mister Johnson</i>, de Joyce Cary, que había sido aclamada por la crítica inglesa. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Los jóvenes alumnos nigerianos habían crecido con la literatura del imperio y sus agentes, como Shakespeare, Milton, Defoe, Swift, Wordsworth, Coleridge, Keats, Tennyson, Housman, Eliot, Frost, Joyce, Hemingway y Conrad. Por lo tanto fue con no poca satisfacción que los maestros, ingleses todos ellos, ponen en manos de los alumnos la novela de Cary. Pero grande fue su sorpresa cuando al comentar el libro en clase, en vez de reflexiones se enfrentaron a una rebeldía cercana al motín: ni uno de los estudiantes pudo reconocerse en la “Nigeria” de la novela o en sus personajes. Así recuerda Achebe la escena: “Uno de mis compañeros pidió la palabra y expresó a un sorprendido maestro que lo único que había disfrutado del libro había sido cuando el héroe nigeriano, Johnson, había sido asesinado a balazos por su amo inglés, Mr. Rudbeck”. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Este incidente, según comprendió después, fue algo más que un episodio interesante en un salón de clases colonial. “Fue una rebelión ejemplar”. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Ello lleva a Chinua al análisis de una faceta de la literatura sobre la que poco se reflexiona: su papel como subsidiaria de la dominación. Comienza por recordar que la literatura sobre África tiene una historia antigua. Un estudio de Harnmond y Jablow, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El África que nunca fue</i>, examina cuatrocientos años y no menos de 500 volúmenes publicados. Muestra el grado de fantasía y la clase de mentiras que se publicaron sobre el continente y sus pueblos: salvajes, amorales, sin alma, caníbales, ignorantes, de cerebro inferior, incapaces de crear belleza o instituciones civilizadas. En pocas palabras, pueblos a los que, en última instancia, se hacía un favor al esclavizarlos. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Durante mucho tiempo esta literatura ayudó a justificar la esclavitud. Pero en el camino adquirió vida propia, de tal suerte que al abolirse el tráfico de esclavos a principios del siglo diecinueve se reformuló, “con las herramientas de fantasías académicas de moda y pseudo ciencias”. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Cuando Chinua Achebe publica su primera novela, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Todo se desmorona</i>, fue recibida por la crítica -inglesa, desde luego- como una expresión pura de anarquía, tan convencido estaba el imperio de que la única “literatura africana” era la producida por blancos, o por negros totalmente colonizados en mente y espíritu. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Desde el relato del viaje de John Lok al África Occidental en 1561 en donde describe los pueblos de “existencia bestial, sin dios, leyes o religión”, hasta el calificativo de “no humanos” que 350 años después les asesta Joyce Cary a los danzantes negros, “encontramos que este modelo, como el conejo de las pilas, sigue lleno de energía y batiendo su tambor”, dice Achebe con su ironía preñada de humor. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Para Achebe, la lectura de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mister Johnson</i> y su secuela de cuestionamientos sobre su lugar en el mundo colonial y su propia patria, fue una motivación en su camino a ser escritor. “Me abrió los ojos al hecho de que mi hogar estaba bajo asedio y de que mi hogar no era sólo una casa o un pueblo, sino más importante, un relato revelador en cuyo ambiente mi propia existencia había comenzado a ensamblarse en un sentido coherente y significativo”. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">La literatura como agente de la dominación colonial, y las posibilidades que los pueblos tienen de combatirla creando su propia literatura es, en esencia, el mensaje de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hogar y exilio</i>. “Digamos que alguien viene a despojarme de mi tierra. No esperamos que declare que lo hace por codicia o porque es más fuerte que yo, pues tal confesión lo marcaría como un pillo y un abusivo. Así que contrata a un narrador de historias con mucha imaginación para inventar una versión más apropiada. Por ejemplo, que la tierra en cuestión no podría ser mía puesto que he dado muestras de no poseer las cualidades apropiadas para cultivarla al máximo provecho y con la máxima ganancia. Podría añadir que la razón de mi ineficiencia es mi muy bajo coeficiente intelectual y además explicar que mi cerebro dejó de crecer a la edad de 10 años”. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Y si alguien cree que este es una torcida interpretación de Achua, aquí un fragmento de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tierra de blancos</i> de Elspeth Huxley: “ ... tal vez sea, como han sugerido algunos médicos, que su cerebro es diferente, que tiene un periodo de crecimiento más breve y posee células menos bien formadas y organizadas como menor destreza que las de los europeos. En otras palabras, que hay una disparidad fundamental entre las capacidades de su cerebro y el nuestro”. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Achebe viaja a Londres a estudiar con un pasaporte que reza: “Persona bajo la protección inglesa” (eufemismo casi tan maravilloso como el que en México se aplica oficialmente a los niños de la calle: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">menores en situación extraordinaria</i>). Eventualmente llega la independencia y el nuevo documento establece: “Ciudadano de Nigeria”. Este tránsito es descrito por Chinua Achebe como “la participación de un hombre en el ritual de millones y millones para aplacar una larga y complicada historia de exacciones y amargura, y para responder ¡presente!, como diría el poeta Senghor, en el renacimiento del mundo”. <o:p></o:p></span></div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-43282998582196033892012-04-25T19:31:00.001-07:002012-04-28T08:41:44.577-07:00Juego de ojos - Crónica de una expropiación*<div style="text-align: right;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Miguel Ángel Sánchez de Armas</span></div><div align="center" class="MsoHeader" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: center;"><br />
</div><br />
<div align="center" class="MsoHeader" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: center;"><br />
</div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Campeche, D.F. 25 de abril de 2086<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><span style="font-family: Arial;">Estimado profesor Reig: <o:p></o:p></span><br />
<br />
<br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial;">En el reservorio documental de la “Biblioteca Manuel Cruz Bernés” localicé un análisis del episodio que hace 74 años antecedió a la pasada guerra mundial del petróleo: la expropiación de una empresa extranjera en una nación latinoamericana. Aunque incompleto, el texto abona mi teoría de que las estructuras de dominación imperialista de fines del XIX y principios del XX sólo cambiaron de nombre pero conservaron intacta su capacidad de manipulación política, y que su acción en un ámbito en el que se avizoraba un resurgimiento de nacionalismos regionales llevó a tensiones que desembocaron en aquella conflagración.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Hoy que apenas nos recuperamos de la guerra del agua y no logramos contener la inestabilidad que desató la caída del gobierno norteamericano hace 33 años, urge revisar las lecciones del pasado como lo propongo en mi disertación doctoral . Pronto México será incapaz de mantener el envío de alimentos para paliar el hambre de nuestros antes poderosos vecinos y sin duda deberemos repatriar a las tropas que desde hace algunos años garantizan la paz en la antigua CEE. Esto nos colocará en una situación de vulnerabilidad que no conocíamos desde que la capital de la República se trasladó del altiplano a Campeche.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Pienso utilizar el texto en cuestión para justificar mi hipótesis principal en la tesis. Lo pongo a su consideración y espero sus comentarios:</span></div><div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-Xsy3Qn3ix7s/T5izVTVUMvI/AAAAAAAAASI/Dyg3wcZrTww/s1600/repsol.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-Xsy3Qn3ix7s/T5izVTVUMvI/AAAAAAAAASI/Dyg3wcZrTww/s1600/repsol.jpg" /></a></div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-2_QNIkWfYWY/T5izaJVl7SI/AAAAAAAAASQ/0-BSns9ipJc/s1600/ypf.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="153" src="http://2.bp.blogspot.com/-2_QNIkWfYWY/T5izaJVl7SI/AAAAAAAAASQ/0-BSns9ipJc/s320/ypf.jpg" width="320" /></a></div><div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<a name='more'></a><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">El decreto expropiatorio lanzó ondas expansivas a los mercados financieros y prendió focos rojos en las cancillerías del mundo. Como consecuencia y en paralelo al conflicto económico y político derivado de la expropiación, se desató una intensa guerra de propaganda. </i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Las empresas petroleras (aliadas con sectores poderosos de la economía y la política tanto en Argentina como en sus países de origen), buscaban debilitar y derrocar al gobierno y </i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">sustituirlo con un régimen favorable a sus intereses. El peronismo </i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">montó su defensa en el ensanchamiento del apoyo político interno al régimen mediante acciones de propaganda que fortalecieran la idea de combatir al imperialismo norteamericano para salvaguardar los recursos nacionales.<o:p></o:p></i></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">En España la resistencia al decreto expropiatorio y la ofensiva al régimen de Buenos Aires la encabezó la Repsol</i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">. Para ello la empresa organizó lo que hoy llamaríamos un “cuarto de guerra” en sus oficinas corporativas </i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">de Madrid </i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">y contrató a uno de los publicistas más hábiles y aguerridos de la época. Desde ese cuartel se diseñaron y ejecutaron campañas de propaganda</i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y se organizó el cabildeo ante la Casa Blanca</i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y entre grupos de presión mexicanos e internacionales adversos al gobierno de Cristina Fernández.<o:p></o:p></i></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial;">El publicista fue contratado para convencer al mundo entero de las fealdades del país nacionalizador de su chapopote. Grandes diarios cayeron en la seducción de ofender a Argentina. Todavía más: los pesudos de Repsol lograron que los más egregios vicios de la República Argentina fueran noticia internacional. Argentina fue conocida en todo el mundo como la mala de la película. Argentina fue revelada a todas las gentes como un adalid del complot comunista internacional, como una valiosa pieza del complot internacional contra el libre mercado, como una nación gobernada por ladrones. El que menos, aseguraba que los argentinos carecían de técnica y de genio organizador. Según la prensa menos injuriadora, la industria petrolera nacionalizada iba a pique porque los argentinos no tenían los saberes técnicos ni la habilidad administrativa para mantener en marcha lo que los hispanos habían puesto a marchar.<o:p></o:p></span></i></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial;">En Europa la Repsol tomó por su cuenta promover el desprestigio de Argentina y fue punta de lanza de acciones legales para incautar el petróleo argentino en los mercados internacionales bajo la acusación de que se trataba de un producto robado. <o:p></o:p></span></i></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial;">Para lograr esto, se persiguió al petróleo argentino por todo el mundo para denunciarlo como propiedad robada cuya compra hacía del adquiriente un cómplice criminal. Incluso México sostuvo que el callejón en que se metieron los argentinos sólo tenía dos salidas: la devolución de los bienes a los expropiados y el pago sin tardanza alguna.<o:p></o:p></span></i></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Además de querer hundir al peronismo, Repsol buscó la derogación legal del decreto de expropiación</i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">, ya fuere como consecuencia de presiones políticas y económicas, o por la vía de la intervención armada</i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">. Para impulsar tal propósito se compraron plumas, espacios y prestigios en la prensa de Estados Unidos</i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">, en la de México y en la de naciones europeas. Numerosos diarios norteamericanos, ingleses, franceses, alemanes y de otros países daban por cierta la movilización de una fuerza expedicionaria para meter en cintura a los alevosos y volátiles argentinos, como ya había sucedido en 1982 con la “expedición punitiva” de la Pérfida Albión </i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">cuando el asunto de las Malvinas – Falkalnds.<o:p></o:p></i></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">En abril de 2012 la oposición al gobierno de Fernández fue tanto revolucionaria como diplomática. El dirigente de una empresa comercializadora de petróleo predijo que tendría lugar un alzamiento del ejército que eliminaría del poder a los ilusos. Se aconsejó paciencia a los intermediarios de las empresas petroleras, ya que en quince días tendría lugar una revolución que destruiría al gobierno. Tres periódicos de otros tantos países también anticiparon una revuelta. Uno apuntó que todos los conflictos previos entre las empresas petroleras y un gobierno habían precipitado una revolución; otro consideró que la situación era precisamente del tipo que en el pasado había llevado a revoluciones, y el tercero advirtió que la inseguridad financiera había azuzado a la oposición interna al peronismo al punto de que esperaba una rápida salida revolucionaria. Las empresas expropiadas buscaron crear la idea de que en Argentina operaba un régimen confiscatorio que al tomar la empresa Yacimientos Petroleros Fiscales no sólo había violado sus propias leyes y el derecho internacional, sino que había comprometido el abastecimiento de combustibles a Occidente </i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">y por lo tanto era un riesgo potencial para la democracia.<o:p></o:p></i></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial;">Al interior de Argentina las campañas tuvieron por meta persuadir a la población de que Cristina Fernández y su gobierno eran notoriamente incompetentes y estaban destruyendo la economía del país y colocándolo en riesgo de una invasión. <o:p></o:p></span></i></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial;">Pero la verdadera preocupación de Repsol no era las pérdidas económicas –con el tiempo se revelaría que el valor de las instalaciones industriales era en realidad una fracción de lo que reclamaban y la producción del hidrocarburo había descendido considerablemente- sino la posibilidad de que el ejemplo cundiera en la región, exacerbara los ánimos nacionalistas y antiimperialistas y desatara una ola de expropiaciones en América Latina. Como ha observado Brown, “en el escenario internacional las petroleras son los árbitros del mercado” y nunca antes ningún país colonial había logrado imponer su soberanía sobre sus propios hidrocarburos sin haber sufrido graves consecuencias internas e internacionales. El petróleo es uno de los productos clave con que se mide el poder internacional y la modernización industrial, “tanto así que los representantes diplomáticos gastan muchas hojas y mucha tinta en evaluar las actividades de las compañías”.<o:p></o:p></span></i></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fue entonces una lucha ideológica la que peronismo y Repsol libraron en la secuela de la expropiación. En respuesta al embate de la metrópoli, el gobierno de Cristina Fernández operó contracampañas tanto dentro de su territorio como en el exterior que fueron muy exitosas si se considera el contexto político de la época y la desigualdad de recursos entre las partes. El peronismo </i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">tenía una larga experiencia en la movilización de masas y desde mediados de los cuarenta había concretado la corporativización de las diversas fuerzas sociales argentinas. <o:p></o:p></i></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Repsol y sus aliados </i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">tenían bolsillos profundos, en tanto que Argentina era un país al borde de la quiebra. Aquéllos tuvieron a su servicio expertos formados en las escuelas de propaganda perfeccionadas durante las guerras mundiales; en Argentina los propagandistas crecieron en la práctica de la agitación política. Repsol pudo financiar campañas internacionales; Argentina tenía problemas para enviar personeros a buscar apoyo social y político en América </i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">y en Europa. <o:p></o:p></i></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">No se puede perder de vista que Repsol, al operar en el esquema y con los valores del colonialismo decimonónico, en realidad nunca se integró ni estuvo en su interés entender al país y a su gente. Operó como empresa extractora de materia prima y agente comercializador en busca del mayor provecho posible. En el momento del conflicto desconocía casi por completo a su enemigo. No calibró adecuadamente la profundidad y fuerza de la reacción popular de apoyo a la expropiación, que si bien fue detonada hábilmente desde el poder, pronto cobró vida propia. Tampoco midió los alcances del liderazgo del peronismo…</i> (faltan hojas del artículo; nunca sabremos cuántas). <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoEndnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 5.65pt;"><span style="font-family: Arial;">* <span style="font-size: 10pt;">Esta crónica reseña un hecho auténtico: la expropiación petrolera mexicana en 1938. Donde dice “argentinos” decía “mexicanos”; donde “Cristina Fernández”, “Lázaro Cárdenas”; donde “Repsol”, “Standard Oil”, donde “España”, “Estados Unidos” y donde “México”, “Argentina”. La parodia demuestra, como si hiciera falta, que aunque pase el tiempo, la mentalidad imperialista permanece sólida y robusta.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-65233213444733255912012-04-23T09:20:00.002-07:002012-04-23T09:25:14.541-07:00Memoria - ¡Nunca más!<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Arial;">Miguel
Ángel Sánchez de Armas</span></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: x-small;"><o:p><em>El pasado jueves 19 se conmemoró el Holocausto,</em></o:p></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: x-small;"><o:p><em>episodio que será vergüenza de la humanidad</em></o:p></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: x-small;"><o:p><em>hasta el final de los tiempos y que <strong>nunca </strong>debemos olvidar.</em></o:p></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: x-small;"><o:p><em>Publiqué por primera vez este texto en el 2006 y desde entonces</em></o:p></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: x-small;"><o:p><em>cada año lo comparto con los lectores de <strong>JdO.</strong></em></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">En el verso de Martin Niemöller, una voz que
parece haber perdido la esperanza nos amonesta: <i>Primero vinieron por los
judíos / y no dije nada / porque yo no era judío. / Luego vinieron por los
comunistas / y no dije nada / porque yo no era comunista. / Luego vinieron por
los sindicalistas / y no dije nada / porque yo no era sindicalista. / Luego
vinieron por mi / pero ya no quedaba nadie / para hablar por mi.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">El silencio y la ceguera inducida o voluntaria
casi siempre han ido de la mano de grandes atrocidades. Los bombardeos en
Camboya; los campos de aniquilamiento del Khmer Rojo; las limpiezas étnicas en
los Balcanes, en Burundi, en Etiopía, en Uganda; la política británica de <i>tierra
quemada </i>en Sudáfrica; el Holocausto. En estos episodios, de entre una lista
que llenaría cientos de páginas, el silencio y el ver hacia otro lado fue una
constante. Las primeras noticias de los campos de concentración nazis fueron
relegadas a pequeños espacios interiores por los editores judíos del <i>New
York Times </i>para no dar la impresión de que eran manipulados por la
propaganda.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">En la última semana de abril conmemoramos los
“días del recuerdo” del Holocausto. Creo que todo el año debiera serlo. Debemos
aprender del pasado. Hay que prohibir el olvido. En el Yad Vashem de Jerusalém,
en el Museo del Aparheid en Johannesburgo, en los memoriales en Riga,
Auschwitz, Mauthausen; en el testimonio del Gúlag soviético; en el recuerdo de
los Laogai de la “revolución cultural” china, está la memoria que es la única
defensa contra las bestialidades en las que nuestra especie incurre
cíclicamente y “justifica” con las más terribles doctrinas. <o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">Al revisar los archivos, descubro que desde 1933,
aquí y allá, en diarios norteamericanos locales de poca circulación, se dieron noticias que
debieron haber sido como focos rojos; compruebo una vez más que las hemerotecas
son como dedos acusadores.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<a name='more'></a><br /><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">El 2 de abril de 1933 el <i>Charleston Gazette </i>publicó:
“En Alemania, día de boicot contra judíos”, dando cuenta de movilizaciones de
camisas pardas que pintaron leyendas como “Peligro, tienda judía” y “Cuidado
con el judío”, junto con calaveras y huesos cruzados, en comercios.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Arial;"><i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">The Sheboygan Press </span></i><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">del 27 de noviembre de 1935 llevó la nota:
“Hitler asegura que Alemania es el dique contra el comunismo”, con
declaraciones del canciller en el congreso de Nurenberg que votó las leyes
raciales que prohibieron el matrimonio entre judíos y no judíos y despojaron de
derechos civiles a los alemanes con sangre judía. “Esta legislación no es antijudía;
es pro alemana”, dijo Adolf.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">“Ordenan cesar la violencia contra los judíos en
Alemania” fue el titular del <i>Edwardsville Intelligencer </i>del 10 de
noviembre de 1938. En la nota se lee que el médico norteamericano Lawrence K.
Etter y varios noruegos, suizos y daneses, fueron llevados a la comisaría por
tratar de tomar fotos y filmar a la turba nazi que se dedicó a destruir
comercios y sinagogas, además de arrestar a miles de judíos “para protegerlos”.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">En el <i>Circleville Herald </i>del 21 de febrero
del 41 apareció la información de que todos los judíos vieneses serían
deportados a Lublin, Polonia, en doce corridas mensuales de trenes especiales.
En Lublin se estableció el campo de concentración de Majdanek.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">“Terror y muerte para judíos alemanes” fue el
título del reportaje firmado por Pierre J. Huss en el <i>Lowell Sun </i>el 27
de enero del 42: “Una noche pasé por la sinagoga de la Fasanen Strasse
(destruida por los nazis en noviembre del 38). Vi un conjunto de camiones y
pensé que estarían instalado en las ruinas una batería antiaérea. En la
oscuridad escuché gemidos y voces que daban órdenes. Regresé para averiguar.
Por accidente me había topado con una de las primeras concentraciones de judíos
en sus antiguas sinagogas para de ahí ser llevados a los guetos de Galicia. El
sistema de Bormann para liquidar a los judíos era tan eficiente como inhumano.
Noche a noche alrededor de las 11, escuadrones volantes de la Gestapo salían
por la ciudad para sacar de sus hogares a familias judías”.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">El 29 de noviembre del 43, <i>The Gleaner </i>dio
cuenta de la masacre de siete mil judíos en Babi Yar, en las afueras de Kiev,
en represalia por supuestos atentados contra las tropas nazis que avanzaban al
Don y al Volga. “Los alemanes obligaron a prisioneros rusos a cubrir los
cuerpos de los ejecutados. Muchos estaban vivos, de tal suerte que la tierra se
movía en la fosa”.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">Un año después, el <i>Galveston Daily </i>del 26
de noviembre anunció el reconocimiento oficial de las atrocidades:
“Funcionarios estadunidenses describen asesinatos masivos de los nazis”. La
nota es un testimonio de las condiciones en los campos de Auschwitz y Birkenau:
“Es innegable que los alemanes han asesinado a millones de civiles sistemática
y deliberadamente”.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">El 30 de abril del 45 en el <i>Herald Press </i>apareció
la noticia de que el ejército norteamericano había liberado a 32 mil “muertos
vivientes” en Dachau y el <i>Gleaner </i>del 21 de noviembre siguiente publicó
a ocho columnas: “Comienza el juicio de los principales criminales de guerra
nazis”.<o:p></o:p></span></span></div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-29838487957689171992012-04-18T19:06:00.001-07:002012-04-18T19:13:58.352-07:00Juego de ojos - El político y el artista<div style="text-align: right;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Miguel Ángel Sánchez de Armas</span></div><h1 align="center" style="margin: 12pt 0cm 3pt; text-align: center;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"></span> </h1><div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Mis avezados lectores se percatarán de que parafraseo el título del famoso ensayo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">weberiano</i>. Esto, pues me parece que las consideraciones sobre la función de artistas y políticos entran en el mismo territorio planteado por el viejo profesor, quien con más claridad que nadie observó que los gobernantes viven en la permanente angustia de ganarse el reconocimiento de sus gobernados (súbditos, ciudadanos, protegidos, lacayos), y que esto los moldea en la convicción de que la política es, dijera la profesora <span style="mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">Johannsen</span>, “el mundo en el que los demonios andan sueltos.” <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Ahora bien, no pretendo insinuar que todos los artistas sean “demonios” para los políticos, pero si examinamos cualquier época encontramos que artistas y gobernantes son ingredientes de un cóctel explosivo, una dupla catastrófica… y no por culpa del arte. El espíritu crítico que suele acompañar al quehacer artístico irrita al poder, y sus personeros no tienen reparo en utilizar métodos sutiles o burdos para acallar a los artistas cuando se les considera un peligro.</span><br />
<br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-HHSxErKnEJw/T49002ebiuI/AAAAAAAAAR8/cQ4G-6nf5Tc/s1600/gunter.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-HHSxErKnEJw/T49002ebiuI/AAAAAAAAAR8/cQ4G-6nf5Tc/s1600/gunter.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><br />
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La censura es como una espada de Damocles que se cierne sobre los artistas. Lo único que cambia es el contexto, el personaje que la empuña y a veces el grosor de la cuerda que la sostiene. Desde la quema de libros de alquimia en la biblioteca de Alejandría ordenada por el emperador Diocleciano hasta la reciente declaración de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">persona non grata</i> al escritor alemán Günter Grass hecha por gobierno israelí, la historia registra numerosos casos de censura a los artistas cuando expresan, ellos mismos o a través de sus obras, opiniones adversas a algún interés político.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La razón de negar al Premio Nobel la entrada a Israel -más simbólica que verdadero castigo- es el poema <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lo que hay que decir</i>, donde fustiga la política israelí. En el poema se lee: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Por qué he callado hasta ahora? / Porque creía que mi origen / Marcado por un estigma imborrable / me prohibía atribuir ese hecho, como evidente / al país de Israel, al que estoy unido / y quiero seguir estándolo. /</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Por qué sólo ahora lo digo, / envejecido y con mi última tinta: / Israel, potencia nuclear, pone en peligro / una paz mundial ya de por sí quebradiza? / Porque hay que decir / lo que mañana podría ser demasiado tarde, / y porque —suficientemente incriminados como alemanes— / podríamos ser cómplices<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de un crimen / que es previsible, por lo que nuestra parte de culpa / no podría extinguirse / con ninguna de las excusas habituales.<o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Grass reconoce que le acompaña el estigma de haber pertenecido a un cuerpo de élite nazi, aunque haya dejado en claro que se enroló cuando tenía quince años y el ingreso al ejército era obligatorio. El gobierno de Israel echó mano de este pasado del escritor para descalificarlo. La izquierda alemana exige a Berlín una postura oficial de respaldo al poeta. El diario <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Der Spiegel</i> publicó que es típico de Jerusalén dar respuestas sionistas cuando cree detectar antisemitismo. En Israel han surgido tanto detractores de Grass como grupos que lo apoyan. La polémica ha arreciado porque cada quien toma la porción que más le conviene del conflicto, pues también han salido en defensa del escritor líderes del partido neonazi y el viceministro de cultura iraní le expresó su respaldo.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: "Optima","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Optima;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En una entrega anterior de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">JdO </i>propuse que el arte </span><span style="font-family: Arial;">trasciende a las mordazas de la política. Claro que en un primer momento el puño del censor cae con estrépito sobre el escritorio y en ese mismo instante <i>Caballería roja </i>es purgada de las editoriales e Isaac Bábel enviado al paredón; <i>La sombra del caudillo </i>se queda en España lo mismo que Martín Luis Guzmán; <i>Ulises </i>se confisca en las aduanas y Joyce no obtiene una visa; <i>Cariátide </i>es satanizada y Salazar Mallén va a los tribunales; <i>No me voy a casar </i>es echada del escenario a punta de pistola y Ngugi wa Thiong’o encuentra alojamiento en el apando de la cárcel más cercana… y un largo etcétera para el que no tengo espacio. Mas al paso del tiempo, Bábel, Guzmán, Joyce, Mallén, Thiong’o y todos los habitantes de mi etcétera<i>,</i> vuelven a nosotros más vivos que cuando caminaron sobre la tierra, mientras que los nombres de sus verdugos, si alguien los recuerda, es con oprobio.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Una revisión somera de la historia arroja episodios fascinantes de crítica artística y políticos refractarios. Cito como ejemplo la pintura de Edouard Manet sobre el fusilamiento de Maximiliano en el Cerro de las Campanas, cuadro que hoy podemos apreciar en Londres. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El artista pinta a los militares mexicanos con uniformes <i>franceses </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">y con ello </span>nos dice que fueron <i>Francia</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Napoleón, </i>no México y Juárez, los responsables de la muerte de Maximiliano y sus generales. El mensaje del conjunto es una acerba crítica a Napoleón III, quien se aseguró de que la pintura no pudiera ser exhibida en Francia. Al Príncipe-Presidente le era insufrible el más leve cuestionamiento a su gobierno. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Otras voces se han hecho escuchar en contra de la política armamentista de Israel. ¿Por qué levanta entonces tanta polémica el poema de Günter Grass? Porque se trata de un escritor. El arte entra en conflicto con el poder cuando no se adapta a sus intereses. El caso de Ezra Pound es ejemplificante. Propagandista de los países del Eje y admirador de Mussolini, no tuvo problemas sino hasta el triunfo de los Aliados, cuando se le juzga por traición.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.4pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Los artistas son incómodos cuando no encarnan lo que Antonio Gramsci llamó <i style="mso-bidi-font-style: normal;">intelectuales orgánicos</i>. Se combate a los “críticos” porque los “neutrales” resultan convenientes a los intereses del poder. Cuando los artistas hacen públicas sus opiniones se les considera más peligrosos pues a diferencia de los políticos, los creadores están investidos de credibilidad y tienen un capital político superior al de quienes se dedican profesionalmente a las actividades públicas. Por eso son combatidos y colocados en el centro de la polémica en un intento por descalificar sus opiniones. Es la misma razón por la que muchos artistas fueron víctimas de la persecución porfirista, hitleriana, estalinista, macartista, videlista, pinochetista y todas las demás “istas” que no voy a mencionar aquí.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-bidi-font-family: Arial;">La historia registra muchos casos: José Martí, Jean Paul Sartre, Henry Miller, Guillermo Cabrera Infante, Alejandro Solyenitzin, Jack London, Salman Rushdie, James Joyce, Oscar Wilde, John Steinbeck y una larga, larguísima lista. La censura puede ir desde la prohibición de la obra -decisión que ha afectado especialmente a los escritores- hasta la cárcel o la muerte. Mas la paradoja es que los resultados son casi siempre contraproducentes, lo cual, como ya estudió Weber en el ensayo citado al principio, hace casi divertido ver cómo los políticos recurren a esta práctica una y otra vez. </span>Cuando allá por 1740 <span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: normal;">François Marie Arouet -mejor conocido por su <i style="mso-bidi-font-style: normal;">nom de plume</i>:<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>Voltaire-, supo que el gobierno de Francia había mandado incinerar en la plaza pública cuanto ejemplar de sus <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cartas inglesas</i> fue posible confiscar, exclamó: “Hombre, cómo hemos progresado: antes se quemaba a los escritores… hoy únicamente a sus libros. ¡Esto es civilización!” Doscientos años después, James Joyce se quejaba en carta a su editor norteamericano: “</span>No menos de veintidós editores leyeron el manuscrito de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Dubliners</i>, y cuando, por último, fue impreso, una persona muy amable compró toda la edición y la hizo quemar en Dublín —un nuevo y privado auto de fe.” Y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no hablemos de México, en donde se registran episodios que mueven a pena ajena, como la campaña desatada contra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los hijos de Sánchez </i>o la prohibición de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La sombra del Caudillo.<o:p></o:p></i></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Tengo la seguridad de que la condena a Grass expedida por los políticos israelíes no refleja el sentimiento mayoritario de un pueblo al que veo más cercano a Amos Oz. Creo además que en materia de censura, nadie puede dejar de alzar la voz, aunque ésta sea minúscula. <span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Martin Niemöller se encargó de recordarnos esto en su doloroso verso: <i>Primero vinieron por los judíos / y no dije nada / porque yo no era judío. / Luego vinieron por los comunistas / y no dije nada / porque yo no era comunista. / Luego vinieron por los sindicalistas / y no dije nada / porque yo no era sindicalista. / Luego vinieron por mi / pero ya no quedaba nadie / para hablar por mí.<o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><br />
</div><br />
<div align="right" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt 7cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-4203606591990190572012-04-16T10:56:00.000-07:002012-04-16T10:56:14.309-07:00Memoria - Censura, sociedad y política<div style="text-align: right;"> <span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Miguel Ángel Sánchez de Armas</span></div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: Arial;"><o:p><em>(Esta edición de JdO es del 4 de febrero del 2009)</em> </o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Cuando allá por 1740 don <span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold;">François Marie Arouet -mejor conocido por su <i style="mso-bidi-font-style: normal;">nom de guerre</i>:<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>“Voltaire”-, tuvo noticias de que el gobierno de Francia había mandado incinerar en la plaza pública cuanto ejemplar de sus <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cartas inglesas</i> fue posible confiscar, exclamó maravillado: “Hombre, cómo hemos progresado: antes se quemaba a los escritores… hoy únicamente a sus libros. ¡Esto es civilización!”<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold;">Doscientos años después, James Joyce se quejaba en carta a su editor norteamericano: “</span>No menos de veintidós editores leyeron el manuscrito de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Dubliners</i>, y cuando, por último, fue impreso, una persona muy amable compró toda la edición y la hizo quemar en Dublín —un nuevo y privado auto de fe.” <o:p></o:p></span></div><br />
<a name='more'></a><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Estos recuerdos vienen a cuento porque estamos celebrando el 75 aniversario del histórico fallo del juez John M. Woolsey gracias al cual nuestros primos del norte pudieron por primera vez leer <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises </i>sin riesgo de ir a parar a una mazmorra –curiosamente casi al mismo tiempo que fue revocada la “ley seca”. El fallo fue un duro golpe a los censores que, en palabras de Morris L. Ernst, <span style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">“d</span><span style="font-family: "Optima","sans-serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Optima; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">urante décadas han luchado por mutilar la literatura […] y procurado reducir el material de lectura de los adultos al nivel de los adolescentes y personas subnormales”.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: "Optima","sans-serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Optima; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">En 1933, amarrar las manos a los autonombrados guardianes de la moral pública -de la mente y del cuerpo- oxigenó a la sociedad norteamericana. Podría establecerse una línea de continuidad entre la legalización del </span><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Optima; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Ulises</span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Optima","sans-serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Optima; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span></i></span><span style="font-family: "Optima","sans-serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Optima; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">y del trago, las movilizaciones pro derechos civiles y los resultados de la votación que pusieron a un hombre de raza negra en la Casa Blanca –algo que ni siquiera Lincoln hubiese imaginado... o aceptado.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: "Optima","sans-serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Optima; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="font-family: Arial;">La literatura trasciende a las mordazas de la política. Claro que en un primer momento el puño del censor cae con estrépito sobre el escritorio y en ese mismo instante <i>Caballería roja </i>es purgada de las editoriales e Isaac Bábel enviado al paredón; <i>La sombra del caudillo </i>se queda en España lo mismo que Martín Luis Guzmán; <i>Ulises </i>se confisca en las aduanas y Joyce no obtiene una visa; <i>Cariátide </i>es satanizada y Salazar Mallén va a los tribunales; <i>No me voy a casar </i>es echada del escenario a punta de pistola y Ngugi wa Thiong’o encuentra alojamiento en la penitenciaría… y un largo etcétera para el que no tengo espacio. Mas al paso del tiempo, Bábel, Guzmán, Joyce, Mallén, Thiong’o y todos los habitantes de mi etcétera<i>,</i> vuelven a nosotros más vivos que cuando caminaron sobre la tierra, mientras que los nombres de sus verdugos, si alguien los recuerda, es con oprobio.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">En el caso de la resolución del juez Woolsey –cuya parte central comparto hoy con los lectores- , no hay que pasar por alto que fue dictada cuando en las verdes colinas de Georgia y Missouri el KKK linchaba negros y en muchas escuelas se prohibían las enseñanzas de Darwin. Me parece que hoy en México, cuando los vientos de la moralina, el conservadurismo y el fundamentalismo religioso comienzan de nuevo a soplar, esta es una lectura provechosa para todos los amantes de la libertad. Vale:<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“II — He leído <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i> una vez en su totalidad y varias veces los pasajes de los cuales el Gobierno se queja en forma particular. De hecho, durante muchas semanas he dedicado mi tiempo libre a la consideración del fallo que mi deber me exigía en este asunto. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i> no es un libro fácil de leer o comprender. Pero se ha escrito mucho sobre él y para acercarse con propiedad a su consideración es conveniente leer cierto número de libros que ahora se han convertido en sus satélites. El estudio de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i> es, en consecuencia, una pesada tarea.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“III — La reputación de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i> en el mundo literario justificaba, empero, mi decisión de emplear todo el tiempo que fuera necesario para compenetrarme a mi entera satisfacción de la intención con que el libro fue escrito, pues, desde luego, en todos los casos en que un libro es tachado de obsceno, primero se debe determinar si la intención del autor al escribirlo fue lo que comúnmente se llama pornografía; es decir, escribir con el propósito de explotar la obscenidad. Si se llega a la conclusión de que el libro es pornográfico, habrá terminado la consulta y el decomiso deberá hacerse. Pero en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i>, a pesar de su franqueza inusitada, no encuentro en ningún lugar el propósito equívoco del sensualista. Sostengo, por consiguiente, que no es pornográfico.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“IV — Al escribir <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i>, Joyce trató de hacer un experimento serio en un género literario nuevo, si no enteramente inédito. Toma a personas de la más modesta clase media, que viven en Dublín en 1904 y trata no solamente de describir lo que hicieron cierto día, a comienzos del mes de junio, mientras iban y venían por la ciudad empeñadas en sus ocupaciones habituales, sino que también trata de contar lo que muchas de ellas pensaron entretanto.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“Joyce ha intentado —con éxito asombroso, según creo— mostrar cómo la pantalla de la conciencia, con sus impresiones calidoscópicas siempre fugaces, lleva, cual si fuese un palimpsesto plástico, no solamente lo que queda de las cosas que suceden a su alrededor en el foco de observación de una persona, sino también los residuos de impresiones pasadas que quedan en una zona de penumbra y que surgen por asociación de ideas desde las profundidades del subconsciente. Luego muestra cómo cada una de esas impresiones influye en la vida y en la conducta del personaje que está describiendo. Lo que él trata de conseguir no difiere del resultado de una sobreexposición en una película cinematográfica o, si ello es posible, de una exposición múltiple que diera un primer plano claro sobre un fondo visible pero algo borroso, y fuera de foco en grados constantemente variables.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“Tener que explicar con palabras un efecto que evidentemente se presta más para una técnica gráfica, es causa principalísima, según creo, de la obscuridad con que tropieza el lector de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i>. Y también justifica otro aspecto del libro que debo además considerar: la sinceridad de Joyce y su honesto esfuerzo para mostrar con exactitud cómo operan las mentes de sus personajes.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“Si Joyce no intentara ser honesto desarrollando la técnica que ha adoptado en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i>, el resultado sería psicológicamente falso e infiel, por lo tanto, a la técnica elegida. Tal actitud sería artísticamente imperdonable. Y es porque Joyce se ha mantenida leal a su técnica y no ha intentado evadirse de sus necesarias implicaciones, sino que ha tratado honestamente de contar con plenitud lo que sus personajes piensan, que ha sido objeto de tantos ataques y que la finalidad por él perseguida ha sido tan a menudo mal entendida y mal interpretada. Pues su propósito de realizar sincera y lealmente el móvil propuesto le exigió usar incidentalmente ciertas palabras que en general son consideradas sucias y lo ha llevado a veces a lo que muchos consideran una preocupación demasiado acentuadamente sexual en los pensamientos de sus personajes. Las palabras tildadas de sucias son viejos términos sajones, conocidos por casi todos los hombres y, me arriesgo a decir, por muchas mujeres, y son las palabras que emplearía natural y habitualmente, creo yo, la clase de gente cuya vida física y mental Joyce está tratando de describir. Respecto a la reaparición insistente del tema del sexo en la mente de los personajes, no se debe olvidar que éstos actúan en un ambiente céltico y en plena temporada primaveral.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“Que a uno le agrade o no una técnica como la que usa Joyce, es cuestión de gusto y sobre la cual toda discusión es inútil. Pero pretender someter esa técnica a los puntos de vista de otras técnicas me parece punto menos que absurdo. Por consiguiente, sostengo que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i> es un libro sincero y honesto, y pienso que las críticas quedan enteramente compensadas por su razonada exposición.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“V — Además, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i> es un asombroso <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tour de forcé</i> si se considera el éxito que ha obtenido, en principio, con un objeto tan difícil como el que Joyce se había propuesto. Como ya he dicho, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i> no es un libro de fácil lectura. Es brillante y aburrido, inteligible y oscuro alternativamente. En muchos pasajes me resulta desagradable; pero, aunque contiene —como ya he mencionado— muchas palabras consideradas vulgarmente sucias, no he hallado nada que denote complacencia en tal suciedad. Cada palabra del libro contribuye como un trozo de mosaico al detalle del cuadro que Joyce está tratando de ofrecer a sus lectores.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“Si uno no desea asociarse con gente como la que Joyce pinta, es asunto que queda librado al criterio personal. Para evitar contactos indirectos como esos personajes, uno puede no desear la lectura de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i>; eso es bastante comprensible. Pero si un verdadero artista de la palabra, como Joyce lo es indudablemente, intenta trazar una imagen real de la clase media más baja de una ciudad europea, ¿debe ser legalmente imposible para el público norteamericano ver esa imagen?<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“Para contestar a esta pregunta no es suficiente llegar a la conclusión, como lo he hecho más arriba, de que Joyce no escribió <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i> con lo que vulgarmente se llama ‘intención pornográfica’. Debo esforzarme por aplicar un criterio más objetivo a su libro a fin de determinar su efecto, prescindiendo de la intención con que fue escrito.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“VI — La ley en la cual el decreto está comprendido, solamente pena, en lo que nos concierne, la introducción en los Estados Unidos de cualquier libro obsceno proveniente de cualquier país extranjero. No esgrime contra los libros la amenaza de los adjetivos condenatorios que generalmente se hallan en leyes que tratan asuntos de esta índole. Se requiere de mí, por lo tanto, únicamente que determine si <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i> es obsceno dentro de la definición legal de dicha palabra.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“El significado de la palabra ‘obsceno’, como la definen legalmente las Cortes, es: Tendiente a excitar los impulsos sexuales o a inducir a pensamientos sexualmente impuros y sensuales. Si un determinado libro tendiera a excitar tales impulsos y pensamientos, tendría que ser probado por la Corte, en cuanto a su efecto, en una persona de instintos sexuales normales —lo que los franceses llaman <i style="mso-bidi-font-style: normal;">l’homme moyen sensuel</i>—, que desempeña en esta rama de investigaciones legales el mismo papel de reactivo hipotético que el ‘hombre razonable’ en la Ley de Agravios y ‘el hombre entendido en arte’ respecto a cuestiones de invención en la Ley de Patentes.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“El riesgo involucrado en el uso de tales reactivos surge de la tendencia inherente del examinador de hechos, por imparcial que intente ser, de subordinar demasiado su reactivo a su propia idiosincrasia. Aquí he intentado evitar esto en lo posible y hacer mi reactivo más objetivo de lo que hubiese podido ser de otra manera, adoptando el siguiente proceder:<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“Después de haber tomado mi decisión acerca de ese aspecto de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i> que ahora se considera, confronté mis impresiones con las de dos amigos míos, que en mi opinión reunían los requisitos arriba mencionados para mi reactivo. Estos asesores literarios —como bien podría llamarlos— fueron visitados separadamente y ninguno sabía que yo había consultado al otro. Son ellos hombres cuya opinión sobre la literatura y la vida valoro muy altamente. Los dos habían leído <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i> y, desde luego, estaban completamente desvinculados de esta causa. Sin hacer saber a ninguno de mis asesores cuál era mi decisión, di a cada uno la definición legal de ‘obsceno’ y le pregunté si en su opinión <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i> era ‘obsceno’ dentro de esa definición. Me interesó comprobar que ambos estaban de acuerdo con mi opinión: Que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i>, leído en su integridad, como un libro debe ser leído en una prueba como ésta, no tendía a excitar impulsos sexuales o pensamientos sensuales, sino que su efecto sobre ellos era solamente el de un comentario algo trágico y muy poderoso sobre la vida íntima de hombres y mujeres.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">“La ley concierne únicamente a personas normales. Un ensayo tal como el que he descrito, es, por lo tanto, la única prueba apropiada de ‘obscenidad’ en el caso de un libro como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i>, que es un intento sincero y serio de crear un nuevo método literario para la observación y descripción de la humanidad. Me doy perfecta cuenta de que, debido a alguna de sus escenas, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i> es un trago más bien fuerte para ser gustado por algunas personas sensibles, aunque normales; pero mi opinión, madurada tras larga reflexión, es que mientras en muchos pasajes el efecto que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i> produce sobre el lector es indudablemente algo emético, en ninguna parte tiende a ser un afrodisíaco. Por lo tanto, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ulises</i> puede ser admitido en los Estados Unidos.”<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 6pt 0cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial;">Molcajeteando<o:p></o:p></span></i></b></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Esto de los libros excomulgados no es cuento de abuelas. En 1981, en Praga, pedí un libro de Kafka en un local de la Mala Strana. Se armó la de dios es cristo. El librero me gritoneó hasta que se cansó –en checo, afortunadamente, pues de otra manera me hubiera visto obligado a defender el honor nacional. Llegó la policía. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sólo mi pasaporte mexicano, mi aire de zoquete –que se ha acentuado con los años- y la incredulidad de los gendarmes de que alguien quisiera gastar buenas divisas en un libro inexistente por prohibido, me pusieron a salvo. En venganza, cambié 200 dólares con uno de los agentes del mercado negro que andaban por toda la ciudad, y en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Usu Tomasu </i>que está junto al Jardín de Wellington invité cerveza pilsen y “pan del diablo” a todo el que se acercó. ¡Vaya que alcanzó! Por la madrugada, con unos alemanes del este recorrí el puente de Carlos IV cantando a todo pulmón: “¿Kafka?… ¡Verboten! ¿Verboten? ¡Herr Franz! ¿Prost? ¡Salud!”<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-22846215474053194042012-04-11T19:19:00.001-07:002012-04-14T16:37:28.738-07:00Juego de ojos - Memoria de Los heraldos negros<div style="text-align: right;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Miguel Ángel Sánchez de Armas</span></div><h1 align="center" style="margin: 12pt 0cm 3pt; text-align: center;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"></span> </h1><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 9pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">El traje que vestí mañana</span></span></i></div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 9pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">no lo ha lavado mi lavandera:</span></span></i></div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 9pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">lo lavaba en sus venas otilinas,</span></span></i></div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 9pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">en el chorro de su corazón, y hoy no he</span></span></i></div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 9pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">de preguntarme si yo dejaba</span></span></i></div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 9pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">el traje turbio de injusticia.</span></span></i></div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><br />
</div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><span lang="ES" style="font-size: 9pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">Trilce<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
<span style="font-family: Arial;">El 15 de abril se cumplen 74 años de la muerte de César Vallejo, un mes después del aniversario 120 de su nacimiento. A casi cien años de que el poeta peruano comenzara a dar a la poesía universal su impronta memorable, su obra sigue igual de vigorosa y vigente, quizá más porque escasos han sido los grandes bardos que puedan opacar su legado. Esto lo apunto como dato y con cierta tristeza.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">¿Habría quien dijera de Vallejo, a su muerte, lo que Pope de Newton? También los poetas dispersan las tinieblas y crean la luz con la palabra. Espero que esto no sea una exageración. Creo que con un alud de imaginación y originalidad, el peruano le torció definitivamente el cuello al cisne modernista de muy engañoso plumaje para dar a luz la poesía vanguardista y comprometida que causó escozor en la sociedad peruana de su época, como habría de suceder en otros lares en donde surgió, incluso en aquellos “más desarrollados”. Pienso en Archibald MacLeish, contemporáneo de Vallejo, quien desde la capital del imperio postuló que la poesía y la revolución política encuentran terreno común en un mundo cambiante: “Hay una muy buena razón por la que la relación de la poesía con la revolución política debiera interesar a nuestra generación. La poesía, para la mayoría, representa la intensa vida personal del espíritu único. La revolución política representa la intensa vida pública de una sociedad con la cual el espíritu único debe, pero no debe, hacer su paz. La relación entre ambas contiene un conflicto que nuestra generación entiende: el conflicto entre la vida personal de un hombre, y la vida impersonal de muchos hombres.”<o:p></o:p></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-czRuMAtM73Y/T4oKJaLqsaI/AAAAAAAAARs/ZFF0xdl7q3Y/s1600/vallejo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-czRuMAtM73Y/T4oKJaLqsaI/AAAAAAAAARs/ZFF0xdl7q3Y/s1600/vallejo.jpg" /></a></div><br />
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Vallejo comenzó a escribir muy joven y tuvo una vida literaria productiva de sólo 22 años, pues murió a los 46. En su mundo los intelectuales se formaban en la aurora, los hechos transcurrían de manera vertiginosa y quienes sentían el llamado de la reflexión y de participar activamente en la vida social y política, eran impelidos a crecer al ritmo de un mundo que parecía correr. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>César comienza a publicar en 1916, en la convulsión de la Primera Guerra Mundial, conflicto que involucró a muchos países y afectó en distinto orden a casi la totalidad del planeta. Poco más tarde vivió la primera revolución socialista del mundo, aquella que transformaría no sólo a la Rusia zarista sino al mundo entero a lo largo del siglo XX, porque dio lugar a tesis sociales, políticas y económicas que polarizaron al planeta: sus consecuencias se resintieron independientemente del lado que se estuviera.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Una de las repercusiones más interesantes fue la aparición de propuestas estéticas que latían al compás de movimientos sociales mundiales, regionales y locales. No se trata de una explicación simple que asimile las formas literarias a tal o cual ideología o al misterio del arte, sino de una gran complejidad artística que acompañaba a un mundo complejo.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Al analizar la producción literaria latinoamericana de esa época, José Carlos Mariátegui distinguía tres periodos: uno colonial, otro cosmopolita y otro nacional. El primero era el que se explicaba por la supeditación social y política que significó la Colonia; en el segundo se podían percibir elementos provenientes de la producción literaria de otros países y el tercero es en el que se logra un lenguaje propio. Varios escritores, entre la tercera y la quinta década del siglo XX lograron ese lenguaje que fue conformando una copiosa producción latinoamericana, como podemos ver, por mencionar sólo a tres, en Vicente Huidobro, Pablo Neruda y Octavio Paz. La narrativa también fue una veta sumamente pródiga.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Mariátegui no era sólo un acucioso teórico social sino también un excelente analista literario. Las páginas de la revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Amauta,</i> que fundó en 1926, fueron visitadas por las plumas más creativas de la época. Borges, Martí, Unamuno, André Bretón y muchos más publicaron en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Amauta. </i>Por supuesto, también César Vallejo, quien gozaba de la admiración de Mariátegui. En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Siete ensayos sobre la realidad peruana, </i>uno de los textos clásicos de la teoría latinoamericanista, Mariátegui incluye a César Vallejo en el apartado sobre literatura, donde lo describe como el precursor de una nueva conciencia y una nueva poética peruana.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No estaba equivocado Mariátegui. Sin embargo, la transición entre los tres periodos que visualizó en las letras peruanas, esquema aplicable en realidad a prácticamente toda la literatura latinoamericana, significa rupturas, representaba dejar atrás tradiciones. Estas novedades están acompañadas a menudo de incomprensión. Quizá fue por ello que César Vallejo sintió pequeño el patio literario en el que se movía en Perú y fue el impulso que lo llevó a buscar nuevos aires literarios a Europa, donde encontró el ambiente creativo que buscaba… y también la intolerancia política.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los heraldos negros</i> fue el primer poemario que publicó Vallejo, en 1919, cuando aún vivía en Perú. La fuerza expresiva de estos poemas los ha mantenido a salvo del paso del tiempo. Puedo decir que el poema introductorio, que lleva el mismo nombre del libro, es quizá uno de los más lúcidos, inteligentes y desafiantes que se hayan escrito. Una ayuda de memoria para los poco aficionados a la poesía:<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 2cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial;">Hay golpes en la vida tan fuertes…¡Yo no sé!<o:p></o:p></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 2cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial;">Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos<o:p></o:p></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 2cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial;">la resaca de todo lo sufrido<o:p></o:p></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 2cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial;">se empozara en el alma…¡Yo no sé!<o:p></o:p></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 2cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial;">Son pocos, pero son… Abren zanjas oscuras<o:p></o:p></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 2cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial;">en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.<o:p></o:p></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 2cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial;">Serán tal vez los potros de bárbaros atilas<o:p></o:p></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 2cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial;">O los heraldos negros que nos manda la Muerte.<o:p></o:p></span></i></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">La obra se Vallejo, pues, no está en el preciosismo apolítico, sino que nos ofrece una sustancia telúrica, pero, y ahí encuentro una paradoja hechicera, pues como dice mi amigo, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">perdido en los Alpes, </i>“[…] hay otra clave, que es la diferencia fundamental entre la poesía (y la literatura) del mundo anglo-euro con la del mundo latinoamericano. Dice [MacLeish] y en tiempo futuro, que para los poetas ‘American as well as English ... the time is near’. Pero a esa altura del partido unas cuantas decenas de poetas ya habían dado la vida en América Latina por causas políticas; y ni hablar de las centenas de políticos que en algún momento de su vida incursionaron por la poesía. Pero digo mal; en Nuestra América no hay políticos por un lado y poetas por otro. Es todo una ensalada maravillosa de luces y sombras que a mí me presentan un poeta más humano que el purista de academia o biblioteca. Lo que para MacLeish fue una posibilidad de generaciones futuras, para gente como César Vallejo fue un rito de pasaje tan natural como hacer el amor en un cementerio. La mezcla de periodistas, poetas, políticos todavía aterra y fascina en algunos antros académicos euro-yanquis”. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Yo a mi vez citó otro fragmento del estadounidense: “La verdadera maravilla no es aquella que los diletantes literarios dicen sentir: la de que la poesía deba ocuparse tanto de un mundo público que tan poco le concierne. La verdadera maravilla es que la poesía se ocupe tan poco de un mundo público que le concierne tanto”.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">La lectura de la obra de Vallejo y de muchos otros escritores latinoamericanos que contribuyeron a darle brillo a las letras de nuestro continente hoy es sólo material para quienes tienen interés específico en la poesía o en la literatura. Entre las limitaciones de los programas de estudio -por ejemplo del bachillerato, que intentan abarcar una gran cantidad de contenidos para que los estudiantes aprueben los exámenes de evaluación- nuestros jóvenes han perdido la oportunidad de conocer a poetas que nos han dado sentido de pertenencia y momentos luminosos de la experiencia poética. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Recuperemos, pues, a César Vallejo.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><br />
<div align="right" class="MsoHeader" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><br />
<div align="right" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt 7cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: 9pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-style: italic;"> </span></span></div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-51195428810467513722012-04-04T21:36:00.001-07:002012-04-04T21:38:09.989-07:00La aventura de leer - Llora, el país amado...<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><br />
<br />
<span lang="ES" style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Arial;">Miguel Ángel Sánchez de Armas<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"></div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Arial;">Este artículo es parte de </span></span></i></div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Arial;">un libro en preparación.<o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right; text-indent: 35.45pt;"></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;"><span style="font-family: Arial;">De tarde en tarde llega a nuestras manos un libro que se nos mete al corazón y a las entrañas y nos conmueve hasta las lágrimas. Todo lector ha vivido esta experiencia por lo menos una vez en la vida y existen afortunados que la experimentan una y otra vez. Es el caso de <i>Llora, el país amado </i>del sudafricano Alan Stewart Paton, un autor que descubrí en las memorias de un periodista norteamericano -aunque debo apuntar que la verdad sea dicha, en materia de lecturas no hay casualidades.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;"><span style="font-family: Arial;">Alan Paton nació en Pietermaritzburg, Natal, África del Sur, en 1903, unos siete meses después del fin de la guerra bóer. Su padre, un inmigrante escocés, era un estenógrafo de los juzgados y un aspirante a poeta. La familia de su madre era la tercera generación de colonos británicos en Natal. Sus primeros recuerdos fueron de la belleza del mundo a su alrededor, el esplendor de las flores y el trinar de los pájaros. También se deleitaba en las palabras y en los cuentos, incluyendo narraciones bíblicas que sus padres, integrantes de la estricta secta de los cristadelfos, le leían. Su padre, poco ilustrado pero muy creyente y muy devoto, golpeaba a sus hijos para hacerlos hombres de bien. Alan fue un lector precoz y de niño descubrió a Scott, a Dickens y a Brooke.<o:p></o:p></span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-TcULYBQW9fg/T30g_QP_FfI/AAAAAAAAARc/X9JNELx43Ns/s1600/paton.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-TcULYBQW9fg/T30g_QP_FfI/AAAAAAAAARc/X9JNELx43Ns/s1600/paton.jpg" /></a></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;"><span style="font-family: Arial;">Esta formación lo convirtió en un radical opositor a la violencia y a los castigos, rasgo que habría de singularizarlo como maestro, político y escritor en el país cuna del <i>apartheid</i>, la terrible doctrina segregacionista oficial del gobierno sudafricano.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;"><span style="font-family: Arial;">Después de la universidad, Paton dio clases de preparatoria y en 1935 fue nombrado director del Reformatorio Diepkloof, en donde estuvo 13 años. En 1946 se costeó un viaje para estudiar institutos correccionales en varios países. En una habitación de hotel en Trondheim, Noruega, comenzó a escribir <i>Llora, el país amado </i>y concluyó la novela el día de Navidad del mismo año en San Francisco. A su muerte en 1988 se habían vendido más de 15 millones de ejemplares y llevada dos veces a la pantalla, en 1951 y en 1995.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;">Llora, el país amado</span></i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;"> es la conmovedora historia de Stephen Kumalo, un pastor negro que abandona su iglesia en el pequeño pueblo de Ixopo para buscar en Johannesburgo a su hijo y a su hermana, de quienes no ha tenido noticias en varios años. En la ciudad descubre que su hermana es una prostituta desvencijada y triste y que su hijo ha asesinado al primogénito de un ranchero blanco de Ixopo. Regresa a su pueblo con el hijo de su hermana y la novia embarazada de su hijo preso y debe enfrentar al ranchero, su vecino.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-VpfBZFi-KwQ/T30hErPiaPI/AAAAAAAAARk/Ks5EIUwHNJw/s1600/portada+paton.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-VpfBZFi-KwQ/T30hErPiaPI/AAAAAAAAARk/Ks5EIUwHNJw/s1600/portada+paton.jpg" /></a></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><span lang="ES">El profesor </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Edward Callan de la Western Michigan University escribió un ensayo sobre la vida y obra de Alan Stewart Paton, un hombre fuera de serie, de la estirpe de quienes serán siempre recordados por su vida, pues la muerte no deja de ser un pequeño e incómodo accidente que pronto queda en el olvido. De Callan tomo libremente, en traducción propia, los párrafos de ésta y la siguiente entrega: </span><span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;"><span style="font-family: Arial;">Paton inició sus estudios a edad temprana y ascendió rápidamente, siempre más pequeño y joven que sus compañeros de clases. Como dirigente estudiantil en la Universidad de Natal, se graduó en física y matemáticas, además de escribir poesía y teatro para la revista estudiantil. En 1924 fue enviado a Inglaterra para representar a su escuela en una Conferencia Imperial de Estudiantes y regresó como maestro de matemáticas en la escuela preparatoria de Ixopo, en donde conoció y se casó con Dorrie Francis en 1928.<o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;"><span style="font-family: Arial;">Siendo maestro en Ixopo y después en Pietermaritzburg, Paton escribió y desechó dos novelas sobre la vida de los blancos en África del Sur. Por esa época, a través de sus actividades en organizaciones como la YMCA y en campamentos de verano para jóvenes blancos desprotegidos, conoció a Jan Hofmeyr, quien se convertiría en el más prominente estadista liberal sudafricano y cuya biografía Paton habría de escribir. <o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;"><span style="font-family: Arial;">En 1934 Hofmeyr fue ministro de Educación y del Interior. Introdujo modificaciones legales para transferir la operación de los reformatorios del departamento de prisiones al departamento de educación. Cuando se buscaron supervisores para transformar en escuelas los tres reformatorios existentes, Paton solicitó y obtuvo el de Diepkloof para negros en Johannesburgo que albergaba a cuatrocientos muchachos entre los nueve y 29 años. Los edificios eran viejos –ahí había estado preso Gandhi en 1913- y las facilidades sanitarias eran precarias. Los muchachos ni siquiera podían utilizarlas de noche, cuando, encerrados a 20 por celda, debían aliviarse en una cubeta. Poco había en la experiencia de Paton que lo preparara para la tarea de transformar esta virtual prisión en una escuela. Sin embargo, en tres años pudo informar: “Hemos eliminado los más obvios controles de prisión. Los dormitorios están abiertos toda la noche y el portón reforzado ya no está”.<o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;">Paton transformó Diepkloof en un lugar en donde los muchachos podían estudiar y aprender un oficio, y en donde aquellos que se habían ganado la confianza podían acceder a empleos pagados en el exterior. Sin ningún precedente con el cual guiarse, decidió utilizar la libertad como instrumento de reforma. Los recién llegados eran alojados en dormitorios “cerrados”. Si se hacían de fiar eran transferidos a alojamientos supervisados por una pareja. Con el tiempo a los muchachos libres se les permitía visitar a sus familias y a sus amigos los fines de semana. Y algunos -como Absalom Kumalo en </span></i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;">Llora, el país amado-<i> eran autorizados a vivir y trabajar fuera de Diepkloof. De los diez mil jóvenes a quienes se dio pase de salida durante los años que Paton estuvo en Diepkloof, sólo el uno por ciento no regresó. Uno de ellos mató a una mujer blanca que lo sorprendió en la despensa de su casa, circunstancia que sin duda inspiró un episodio similar en </i>Llora, el país amado<i>. <o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;">No todos los observadores del experimento de Paton en Diepkloof estaban impresionados por su éxito. El Dr. Hendrik Verwoerd, editor del diario </span></i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;">Die Transvaler<i>, quien con el tiempo sería primer ministro sudafricano, lo describió como un lugar “para el apapacho más que la educación; el lugar, de hecho, en donde uno se dirigía con un ‘por favor’ y un ‘gracias’ a los señores negros”. En 1958, el año en que Verwoerd se convirtió el primer ministro, Diepkloof fue clausurado y sus 800 jóvenes internos enviados a sus territorios de origen, en donde fueron colocados como trabajadores de ranchos blancos. Diepkloof hoy sobrevive sólo como una institución ficticia en </i>Llora, el país amado<i> y en algunos de los cuentos cortos de Paton. <o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;">Aunque Paton se ofreció como voluntario en la Segunda Guerra Mundial, no pudo enlistarse. Al término de la guerra decidió mejorarse profesionalmente y para ello se costeó una gira por instituciones correccionales en Escandinavia, Inglaterra, Canadá y los Estados Unidos. A su llegada a Inglaterra en julio de 1946 asistió a una conferencia internacional de la Sociedad de Cristianos y Judíos como delegado de la sección sudafricana y en septiembre comenzó su recorrido de instituciones penales en Suecia. Leyó </span></i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;">Las viña de la ira<i> de Steinbeck mientras se encontraba en Estocolmo, y cuando comenzó a escribir su propia novela adoptó el método de Steinbeck de representar los diálogos con un guion inicial. También aprovechó para viajar a Noruega y visitar en Trondheim el escenario de una novela que le interesaba, </i>Bendición de la tierra<i> de Knut Hamsun.<o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><i><span lang="ES">Al viajar por los para él extraños bosques perennes de aquella zona montañosa, Paton sintió<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nostalgia por las colinas de Natal.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En la recepción del hotel en Trondheim un ingeniero llamado Jensen se ofreció como intérprete y posteriormente lo llevo a la catedral de Trondheim en donde presenciaron la belleza serena del gran vitral rosa en el atardecer. Jensen acompañó a Paton de regreso al hotel y prometió volver en una hora para llevarlo a cenar. En el transcurso de esa hora e impelido por una poderosa emoción, Paton escribió el poético primer capitulo de </span></i><span lang="ES">Llora, el país amado,<i> que comienza: “Hay un bello camino que va de Ixopo a las montanas...” En ese momento no sabia qué seguiría. Había esbozado el escenario para una novela.<o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;">Mas no era necesario un escenario formal. El problema de la decadencia de la cultura tribal, la pobreza de las reservaciones y la migración de la gente a los ya sobrepoblados centros urbanos -temática de </span></i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;">Llora, el país amado<i>- habían ocupado sus pensamientos durante mucho tiempo. </i></span><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Algunos meses antes había escrito artículos sobre las causas del crimen y de la delincuencia entre los africanos urbanos para el </span></i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Johannesburg Journal Forum<i>. En ellos advirtió contra la tendencia a ignorar las causas subyacentes del crimen africano, que atribuyó a la desintegración de la vida tribal y de la familia tradicional por el impacto de la economía y de la cultura occidentales. <o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: Arial;">Paton continuó trabajando en su novela, sobre todo en la noche, mientras cumplía un itinerario de reuniones y visitas profesionales. Escribía en hoteles, en trenes en Escandinavia e Inglaterra, durante una travesía atlántica en el Queen Elizabeth, y mientras viajaba de ciudad a ciudad en América. La concluyó la víspera de Navidad en San Francisco, California. Allí, en una reunión en las oficinas de la sociedad de cristianos y de judíos, conoció a Aubrey y Marigold Burns, quienes le brindaron su amistad, leyeron su manuscrito, y se propusieron encontrarle un editor. <o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Paton ha dicho que escribió </span></i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Llora, el país amado<i> presa de poderosos conflictos emocionales. Por un lado, se sentía obligado a clamar contra la injusticia en Sudáfrica. Por otro, estaba exhausto por un vivo deseo de justicia. La primera emoción es la más evidente en el libro primero, la historia del viejo sacerdote Stephen Kumalo, quien viaja de su aldea a la búsqueda de su hijo perdido en los pueblos negros como Newclare (llamado “Claremont” en la novela) y Orlando, al oeste de Johannesburgo cerca del reformatorio de Diepkloof y que hoy conforman la extensa ciudad en donde tuvieron lugar los levantamientos que terminarían con el </i>apartheid: <i>Soweto.</i></span><span lang="ES"> <o:p></o:p></span></span></div><br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">* * *<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;"><span style="font-family: Arial;">El libro de Alan Stewart Paton es conmovedor. Stephen Kumalo llega a Johannesburgo y es abrumado por los horrores (su hermana prostituta, su hijo asesino) de una sociedad en la que es menos que una morusa pese a –o a consecuencia de- su condición de anciano, negro, pobre, y sacerdote. En su luído y pringoso traje negro y alzacuellos a punto de desbaratarse, lleva al lector por las calles de la gran ciudad y las colonias negras en donde uno casi puede oler la pestilencia del hacinamiento y sentir el temor a la autoridad, las oleadas de la desesperanza, las punzadas del hambre y la amenaza latente del crimen y la violencia.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;">Pero en este sombrío panorama nunca deja de brillar una lucecita de esperanza. Un sacerdote blanco se da a la tarea de ayudar a Kumalo. El pequeño hijo de la hermana prostituta puede ser redimido. La niña embarazada por el hijo asesino encuentra en Kumalo a un protector. Y el papá de Ar</span><span lang="ES">thur Jarvis, el blanco a quien Absalom Kumalo asesina de un tiro cuando es descubierto en la alacena de la casa en compañía de otros jóvenes, al final comprende, en medio de su dolor, las razones por las que su vástago se había entregado a la causa de la defensa de los derechos de los negros.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><span lang="ES">Son muchos los pasajes del libro que le hacen a uno sentir un vacío en el estómago. El lector, aunque no esté familiarizado con las características del <i>apartheid, </i>entiende de inmediato, sin panfletismos, las manifestaciones de esa política. En lo personal me pareció admirable que la obra de Paton, publicada hace más de 50 años, se mantenga tan cercana a un lector actual. Sin duda enriquece la </span><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-weight: normal;">larga tradición literaria sudafricana, tanto en afrikaans como en inglés. <o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Arial;">Al respecto dice mi <i>Encarta </i>de cabecera: “Entre los escritores en afrikaans figuran poetas como D. J. Opperman y Breyton Breytenbach, considerado uno de los mejores autores en esta lengua; y varios novelistas preocupados por las consecuencias del <i>apartheid</i> político, como J. M. Coetzee (premio Nobel). Entre los escritores en inglés cabe citar a Olivia Schreiner, cuya novela <i>Historia de una hacienda africana</i> (1883) se considera un clásico por su estudio pionero de las relaciones raciales y sexuales. Los efectos de la política racial sudafricana sobre la vida privada de las personas se reflejan en las obras de diversos escritores del siglo XX internacionalmente conocidos. Figuran entre ellos los novelistas Alan Stewart Paton y Doris Lessing; la novelista y autora de relatos Nadine Gordimer, galardonada con el Premio Nobel de Literatura en 1991; y el principal dramaturgo surafricano, Athol Fugard. Las obras de Fugard, como <i>El nudo de sangre</i> (1961), <i>Boesman y Lena</i> (1969) y <i>La lección de áloe</i> (1980), desafían abiertamente la política gubernamental. Breytenbach, antiguo defensor del nacionalismo afrikáner, escribió en inglés <i>Las confesiones de un terrorista albino</i> (1985). Durante su exilio en París renunció a su lengua materna. La novela ofrece un duro relato de sus siete años en prisiones surafricanas acusado de terrorismo.”<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-language: JA;"><span style="font-family: Arial;">Regresemos a la reseña del profesor Edward Callan:<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoBodyTextIndent3" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: Arial;">La emoción de pelear, el vivo deseo de justicia, impregnan los episodios de Jarvis en el libro segundo de la novela. Aquí, el espíritu de Abraham Lincoln está palpablemente presente. El fantasma de Lincoln frecuenta el estudio del hombre asesinado, Arthur Jarvis, cuyo padre -un hombre de poca lectura- se asombra al encontrar un estante lleno de libros sobre Lincoln. Hojeando uno encuentra la “Oración de Gettysburg” y, más adelante, el segundo discurso de toma de posesión [...] Paton escribió estos episodios mientras atendía una conferencia en Washington. Allí, el monumento de Lincoln lo impresionó: “Subí los escalones del monumento con un sentimiento parecido al temor y estuve parado durante mucho tiempo ante la figura de uno de los hombres más grandes de la historia, seguramente el más grande de todos los jefes de Estado, el hombre que pasaría una noche sin dormir porque le habían pedido la ejecución de un soldado joven. Él ciertamente sabía que al perdonar somos perdonados.” [...]<o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">No es sorprendente que algunos episodios en </span></i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Llora, el país amado<i> reflejen admiración por Lincoln [...] Ni es sorprendente que una aureola de esperanza impregne la novela en su totalidad. En 1946 había expectativas de que los sudafricanos, en particular los veteranos que regresaban de la guerra, estuvieran preparados para nuevas condiciones en las relaciones raciales. Además parecía que el Parlamento aceptaría el informe liberal de una comisión encabezada por Jan Hofmeyr que investigó las condiciones urbanas. Por eso mismo nadie anticipó la victoria del Partido Nacionalista Afrikáner en la elección de 1948 que intensificó la política de separación racial. [...]<o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: Arial;">Mientras que las cuatro décadas posteriores trajeron un gran cambio, las circunstancias de 1946 representadas en la novela no han perdido su fuerza. Esto [se deriva] de un efecto de la narración que produce a lectores actuales una perspectiva [...] de alguna manera comparable a la de las audiencias en el teatro trágico griego, que viven las consecuencias de la lucha desplegada ante ellos [...] Los insuperables problemas sociales de Sudáfrica que una vez parecieron simplemente siniestros, ahora pueden aparecer como presagios de una tragedia. [...]<o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: Arial;">Llora, el país amado<i> fue publicado en Nueva York en febrero de 1948 sin mucha publicidad, pero fue reseñada por críticos importantes, los lectores la recomendaron de boca en boca, y las ventas aumentaron rápidamente. Maxwell Anderson y Kurt Weill produjeron una versión musical, “Perdido en las estrellas”, y Korda la filmó. Durante las cuatro décadas desde que fue escrita, la novela ha vendido millones de copias y ha continuado causando interés en el lector mundial, con traducciones en unos veinte idiomas, entre ellos el zulú y del afrikáans. <o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Naturalmente </span></i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">Llora, el país amado<i> tuvo una recepción ambivalente en Sudáfrica. Muchas personas de habla inglesa admiraron la belleza de sus pasajes líricos, pero no todos reaccionaron con simpatía a su representación del decaimiento social en las hacinadas poblaciones negras, o a su insistencia en la necesidad de compasión y de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>restauración. <o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Con la excepción de </span></i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Die Burguer, <i>ningún periódico en lengua africana de Ciudad del Cabo la reseñó. Muchos afrikáners, sin duda, se hubieran disgustado al leerla. Como la esposa del primer ministro, quien dijo a Paton en la premier sudafricana de la película: “En verdad, señor Paton, ¿usted realmente piensa que las cosas son así?”<o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El éxito de </span></i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Llora, el país amado<i> fuera de Sudáfrica alentó a Paton para renunciar al reformatorio y dedicarse a escribir. [...] Pronto publicó una segunda novela, </i>Too Late the Phalarope<i>, y una colección de cuentos breves [...] Pero un acontecimiento imprevisto intervino para cambiar su vida otra vez. En mayo de 1948, un mes antes de que su dimisión a Diepkloof tomara efecto, el partido nacionalista africano [...] instituyó su política del apartheid [...] y antes del final del año Jan Hofmeyr murió a los 53 años. “Y así pues”, como Paton dijo, “una gran luz se apagó en la tierra, haciendo a los hombres más conscientes de la oscuridad.” <o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div class="MsoBodyTextIndent3" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">En 1953 Paton junto con otros estableció un partido liberal para presentar un alternativa no racial a las políticas separatistas del gobierno afrikáner. En 1956 lo eligieron su presidente. El proyecto a largo plazo era alcanzar sin violencia una Sudáfrica democrática. Inicialmente la mayoría de sus miembros eran blancos, mas pronto los negros constituyeron la mayoría. El partido provocó la ira del gobierno y su poder represivo. El Dr. Verwoerd dijo al parlamento que cuando Sudáfrica se convirtiera en una república “no habría lugar para<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los partidos liberales o similares que desean colocar a blancos y negros en igualdad”. Y el ministro de justicia, J. B. Vorster, dijo al parlamento que los liberales eran más peligrosos que los comunistas, y eran “a propósito o involuntariamente, los primeros promotores del comunismo.” Cuando Paton se presentó en el juicio contra Nelson Mandela en junio de 1964 para abogar por la mitigación de la sentencia pues temía que Mandela y sus coacusados fueran sentenciados a muerte, el fiscal declaró “que lo desenmascararía”, y le espetó burlonamente: “¿Es usted comunista... o sólo un compañero de viaje?”<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sin una representación parlamentaria significativa, los liberales se opusieron al </span></i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">apartheid<i> de todas las formas que pudieron. Paton, por ejemplo, regresó a ser ensayista y folletista y, entre otras cosas, ayudó a establecer un fondo para pagar los costos legales del jefe Luthuli y otros acusados de traición en 1956. [...] El partido liberal fue diezmado por prohibiciones y restricciones a sus miembros en los sesenta, y disuelto en 1968 por una legislación que prohibía mezclar actividades políticas con cuestiones raciales. No todas las tribulaciones del partido pueden ser atribuidas a la mala voluntad del gobierno, pues algunos militantes retormaron la violencia y realizaron una serie de bombardeos sin sentido. Consecuentemente, todos los miembros en general sufrieron al saber que muchos de sus sacrificios por la causa del cambio no violento habían sido anulados en gran parte. El partido liberal tenía pocos triunfos, pero elevados reconocimientos ocasionales. Este fue el caso en 1960 cuando Paton fue honrado por la Freedom House de Nueva York con la “Presea a la Libertad”<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en una ceremonia encabezada por el poeta Archibald MacLeish [...]<o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Aunque las circunstancias colocaron a Paton en la actividad política, sería incorrecto apreciar su novela como un documento político. Mientras que una preocupación primaria del arte es una belleza formal que puede reflejar la injusticia, una preocupación primaria de la política es la búsqueda del poder, y la literatura que lo sirve es propaganda, no arte. </span></i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Llora, el país amado<i> no es propaganda. No busca ningún consuelo en esquemas políticos utópicos de izquierda o de derecha, sino que revela una preocupación por fomentar en los individuos una capacidad para la justicia. Los revolucionarios despreciarían las acciones personales tomadas por los personajes del libro para restaurar la iglesia de la aldea y liberar la tierra. Pero Paton pudo responder recordando la inscripción en una placa en una vieja iglesia de Yorkshire: “En<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el año de 1652 cuando a lo largo de Inglaterra todas las cosas sagradas eran profanadas y despreciadas, esta iglesia fue construida por sir Robert Shirley, cuya alabanza especial es haber hecho la mejor de las cosas en el peor de los tiempos [...] <o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: Arial;">Al comentar en 1982 el pasaje del cual la novela toma su título: “Llora, el país amado, por el niño no nacido que es el heredero de nuestro miedo...”, Paton dijo: “Me asombra a veces que esas palabras fueran escritas en 1946 y que haya tomado a muchos blancos sudafricanos treinta años para reconocer su verdad, cuando los jóvenes negros comenzaron a alzarse en la gran ciudad negra de Soweto el 16 de junio de 1976, un día después de lo cual, de todos los cientos de miles de días de nuestra historia escrita, nada sería lo mismo otra vez”. <o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;"><i><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: Arial;">En una conferencia en el Instituto Sudafricano de Relaciones Raciales en 1985, comentó:<o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="MsoBodyTextIndent3" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES">“En épocas como la actual es fácil perder la esperanza. Nadezhda Mandelstam, cuyo esposo, el poeta Osip Mandelstam, murió en 1938 en un “campo de transito” en Vladivostok, escribió un libro acerca del sufrimiento indescriptible de su vida bajo Stalin. A este libro ella lo llamó </span></i><span lang="ES" style="mso-bidi-font-style: italic;">Esperanza contra la esperanza</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES">. Después de la muerte del poeta ella escribió un segundo libro, y deseó que se llamara </span></i><span lang="ES" style="mso-bidi-font-style: italic;">Esperanza abandonada</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES">. En Sudáfrica todavía estamos escribiendo el primer libro. Confiamos en que nunca tendremos que escribir el segundo”.<o:p></o:p></span></i></span></div><br />
<div class="MsoBodyTextIndent3" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-54561104899621113672012-04-02T19:41:00.000-07:002012-04-02T19:41:07.452-07:00La aventura de leer - Una hacienda africana<div style="text-align: right;"> <span lang="ES"><span style="font-family: Arial;">Miguel Ángel Sánchez de Armas<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.4pt;"><br />
</div><br />
<div align="right" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt 8cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: right;"><br />
</div><br />
<div align="right" class="MsoHeader" style="margin: 0cm 0cm 0pt 8cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: right;"><i><span style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: Arial;">Este artículo es parte de un libro en preparación.</span></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 20.4pt; margin: 0cm 0.95pt 0pt 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-indent: 35.5pt;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><o:p><span style="font-family: Arial;"> </span></o:p></span><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Olivia Emilia Albertina Schreiner nació un 24 de marzo del año del Señor 1855 en una pequeña estación agrícola de Wittenberg, actual Lesoto, y fue la novena de los doce hijos de Gottlob y Rebeca, una pareja de predicadores calvinistas que escuchó el llamado del Señor y viajó de Inglaterra a Sudáfrica para evangelizar a los paganos. Tristemente, parece que el matrimonio tuvo mayor éxito en echar hijos al mundo que en convertir a los nativos en el vasto territorio del Cabo. Además, Gottlob quiso combinar el púlpito con el comercio y los severos clérigos en Londres lo despidieron.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 20.4pt; margin: 0cm 0.95pt 0pt 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-indent: 35.25pt;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Schreiner debió haber sido un ejemplar singular. Me lo imagino chaparro, terco, grueso y fuerte; un rubicundo teutón lleno de complejos y enojado con el mundo que lo arrumbó en el confín de la tierra entre salvajes ignorantes. Pero si bien imponía con mano de hierro el temor a Dios en su casa, no fue buen comerciante y fue de fracaso en fracaso hasta su muerte en la bancarrota en 1876.<o:p></o:p></span></span></div><span lang="ES" style="font-size: 2.5pt; mso-bidi-font-family: Arial;"><o:p><span style="font-family: Arial;"> </span></o:p></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-Vp2rJBdXc9k/T3piXyKY5WI/AAAAAAAAARE/5nUC9m-IQik/s1600/Olivia+Schreiner.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-Vp2rJBdXc9k/T3piXyKY5WI/AAAAAAAAARE/5nUC9m-IQik/s1600/Olivia+Schreiner.jpg" /></a></div><br />
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 20.4pt; margin: 0cm 4.3pt 0pt 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-indent: 35.5pt;"><span style="font-family: Arial;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;">Fueron años difíciles para los Schreiner. A los 12 años Olivia fue enviada con sus hermanos mayores para hacerse cargo de las labores de casa. Posteriormente se empleó como institutriz y en </span><span lang="ES">1881 </span><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;">había ahorrado lo suficiente para viajar a Inglaterra con la ilusión de estudiar en la Escuela de Medicina para Mujeres de Elizabeth Garrett Anderson y Sophia Jex-Blake, cosa que no logró por su mala salud y problemas emocionales, pero sí consiguió que un editor leyera el manuscrito con el que había viajado desde su pueblo, el relato amoroso y amargo de un territorio en donde la luna chorrea su luz y el <i>karroo </i>se extiende en su inmensidad salitrosa hasta donde la vista alcanza.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 20.4pt; margin: 0cm 4.3pt 0pt 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-indent: 35.25pt;"><span style="font-family: Arial;"><i><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;">Historia de una hacienda africana </span></i><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;">apareció bajo el sello de Chapman & Hall en 1883 con el seudónimo “Ralph lron” y fue aclamada como una de las grandes<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 20.6pt; margin: 0cm 0.95pt 0pt 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">obras de la literatura universal. Se le considera la primera novela moderna sudafricana. Hoy, 121 años después, la historia de Em y Lyndall sigue vigente en toda su fuerza. La vida de esas jóvenes en un rancho en donde nada hay más importante que la Biblia, puede conmover hasta las lágrimas a un lector "moderno incluso a quien no esté familiarizado con las condiciones de vida en aquella colonia que fue patria del <i>apartheid- </i>por la fuerza vigente de las emociones y la profunda humanidad de los personajes:<o:p></o:p></span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-QPlsh9O9RQ0/T3piiA-Wl9I/AAAAAAAAARM/bBmHFOT8s2g/s1600/Schreiner+de+frente.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-QPlsh9O9RQ0/T3piiA-Wl9I/AAAAAAAAARM/bBmHFOT8s2g/s1600/Schreiner+de+frente.jpg" /></a></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 20.6pt; margin: 0cm 0.95pt 0pt 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-indent: 36pt;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Es el año de 1860. Las primas Em y Lyndall viven y trabajan en un humilde rancho en la desértica llanura sudafricana llamada <i>karroo. </i>Em es adiposa, dulce y pasiva, un perfecto ejemplar destinado al matrimonio. Lyndall es inteligente, inquieta, bella... y condenada a la infelicidad. Su apacible vida se altera con la aparición de un bombástico irlandés, Bonaparte Blenkins, quien asegura tener parentesco con Wellington y con la reina Victoria y se apodera de la voluntad de la lerda y gorda madrastra de las muchachas. Así, conforme transcurre la vida de las dos mujeres hacia un trágico y fatal desenlace, el lector es llevado por los meandros de la condición humana no sólo de aquella retrasada colonia, sino del género mismo.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 20.6pt; margin: 0cm 0.95pt 0pt 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-indent: 35.5pt;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Olivia Schreiner fue catapultada a la fama literaria de inmediato. Hasta entonces hospedada en cuartuchos baratos de los barrios pobres de Londres, vio cómo se le abrían las puertas de los salones literarios y los círculos intelectuales de vanguardia. Pronto descubrió su segunda vocación, la de activista en favor de los derechos de las mujeres, y se integró a movimientos que en aquella época victoriana, de acuerdo a sus críticos, “no gozaban de la mejor reputación”. Hasta nuestros días hay quien la considera una de las madres fundadoras del feminismo. Luchó por el sufragio universal, la educación, la liberación sexual y la igualdad de salarios y publicó un clásico del género, <i>Las mujeres </i>y <i>el trabajo, </i>en el que denuncia el “parasitismo sexual” del hombre sobre la mujer. También fue una activa pacifista durante la primera guerra mundial.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 20.4pt; margin: 0cm 0.95pt 0pt 1.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-indent: 38.15pt;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Un estudio fotográfico hecho durante la primera de sus dos estancias en Londres nos muestra a una mujer gruesa de facciones agradables y aura inteligente en cuyo semblante nada hay que permita adivinar el alma atormentada y la vida sumida en la tristeza y la depresión.<o:p></o:p></span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-Xv1y1YzJDMs/T3pikbkTkEI/AAAAAAAAARU/LIt8q2fLPcQ/s1600/Schreiner+en+1884.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-Xv1y1YzJDMs/T3pikbkTkEI/AAAAAAAAARU/LIt8q2fLPcQ/s1600/Schreiner+en+1884.jpg" /></a></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 20.4pt; margin: 0cm 0.95pt 0pt 1.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-indent: 37.4pt;"><span style="font-family: Arial;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;">Porque, la existencia de Olivia Schreiner fue una de soledad y frustraciones amorosas y sexuales. Dan Jacobson, quien prologó en </span><span lang="ES">1971 </span><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;">la edición de Penguin Classics de <i>Historia de una granja africana, </i>se preguntó si la vida de la escritora en pueblos sudafricanos como Kimberley, Cradock o De Aar habría sido más solitaria que en las casas de huéspedes londinenses que fueron durante tanto tiempo su hogar. “Uno se pregunta si la convivencia con rancheros bóer y con sudafricanos ignorantes pudo haber sido más dañina a su talento que, digamos, la que tuvo con la Sociedad de la Nueva Vida en Londres (cuya meta era ‘cultivar en todos y cada uno un carácter perfecto’).”<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 20.4pt; margin: 0cm 4.55pt 0pt 1.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 42.45pt;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">y sigue: "Havelock Ellis [...] autor de estudios sobre la sicología de un acto sexual del que él era incapaz; Edward Carpenter, el delicado homosexual redactor de panfletos sobre los derechos tanto de la mujer y del 'sexo intermedio'; Leonora, la brillante y trágica hija de Karl Marx quien fue llevada al suicidio por su amante<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 20.4pt; margin: 0cm 1.4pt 0pt 1.2pt; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Edward Aveling -conspicuo socialista, revolucionario, estafador y mujeriego-, ésta era la clase de personas entre quienes encontró a sus mejores amigos.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 20.4pt; margin: 0cm 1.4pt 0pt 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-indent: 36pt;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">“Ciertamente es más fácil ser irónico que justo respecto a esos tardíos victorianos, seculares, progresistas, feministas, traductores de Ibsen e incansables fundadores de organizaciones y sociedades de debate. Que con tanta frecuencia fracasaran en vivir de acuerdo a sus ideales sería en sí algo que difícilmente se les podría echar en cara. ¿De cuántos de nosotros no se podría decir lo mismo? Pero que hubiesen sido incapaces de llegar a ciertas conclusiones incómodas respecto de sus ideales a partir de las complejidades y miserias de sus propias vidas... ese es otro problema, uno que difícilmente podría perdonar cualquier lector que se haya expuesto a la obra completa de Olivia Schreiner.”<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 20.4pt; margin: 0cm 0.95pt 0pt 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-indent: 36pt;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Olivia tenía 26 años cuando llegó a Inglaterra. Además del manuscrito de <i>Historia de una granja africana </i>llevaba en el equipaje otras dos novelas, que habrían de ser póstumas. Su vida entró en un remolino emocional agravado por el represivo ambiente victoriano de la época. Evidentemente era una mujer fuerte, pues defendió con éxito la trama de su novela (los editores querían que Lyndall, quien muere en el parto, se casara con el padre de la criatura, “para no ofender el pudor de los lectores”) aunque debió utilizar un seudónimo masculino, “Ralph lron”. (Recuerde el lector que habían pasado sólo siete años de la muerte de la baronesa Dudevant, Amandina Aurora Lucía Dupin, quien firmara sus libros como “George Sand”.)<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 20.4pt; margin: 0cm 0.95pt 0pt 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: center; text-indent: 35.25pt;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Creo, por lo que he leído de ella, que nació en el siglo equivocado. La imagino una mujer fogosa, apasionada, poco convencional, que sufría atrapada en<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 20.4pt; margin: 0cm 0.95pt 0pt 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-indent: 35.25pt;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">los corsés reales e ideológicos que aquella sociedad imponía a sus mujeres. Siempre en busca del amor y la felicidad, tuvo una serie de <i>affaires </i>que habrían sido el escándalo de las buenas conciencias, entre ellos uno, al parecer nunca consumado, con Havelock Ellis. De aquella época sobreviven numerosas cartas. El 28 de julio de 1884 le escribió a Ellis una nota conmovedora que ofrezco con una traducción libre mía al final:<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 13.65pt; margin: 6.7pt 0cm 0pt 55.65pt; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none;"><i><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">I was going to tear up the bit I enclose [destroyed] but I won't<o:p></o:p></span></span></i></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 13.65pt; margin: 0cm 28.55pt 0pt 55.65pt; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none;"><span style="font-family: Arial;"><i><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: Arial;">because perhaps you would like to see it. I can't explain what I mean by this fear, not even to myself; perhaps you can for me. I </span></i><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: Arial;">am so <i>afraid of caring for you much. I feel such </i>a <i>bitter feeling with myself if I feel </i>am <i>perhaps going to. I think that is it. I feel like someone rolling </i>a <i>little ball of snow on </i>a <i>mountain side, and he knows at any minute it may pass out of his hand and grow bigger and bigger and go-he knows not where. Yet, when I get </i>a <i>letter, even like your little matter-of-fact note this morning, I feel: </i>" <i>But this thing is yourself </i>" <i>In that you are myself I love you and </i>am <i>near to you; in that you are a man I </i>am <i>afraid of you and shrink from you.<o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18.45pt; margin: 0cm 28.55pt 0pt 55.65pt; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 13.65pt; margin: 0cm 31.2pt 0pt 55.9pt; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">(Iba a romper el pedacito que te mando [destruido] pero no lo haré porque tal vez te gustaría verlo. No puedo explicar qué quiero decir con este miedo, ni siquiera a mi misma; tal vez tú puedas hacerlo por mí. Tengo mucho miedo de quererte demasiado. Me<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 13.65pt; margin: 0cm 29.75pt 0pt 55.9pt; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">da una sensación amarga si siento que tal vez lo haga. Creo que eso es. Me siento como alguien que empuja una pequeña bola de nieve en la ladera de una montaña y sabe que en cualquier momento se le saldrá de control y crecerá más y más y se irá... no sabe a dónde. Sin embargo cuando recibo una carta, incluso como tu indiferente nota de esta mañana, pienso: "Pero eres tú mismo". En tanto eres mi misma persona, te amo y estoy cerca de ti; en tanto eres un hombre, te temo y me aparto de ti.)<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 13.9pt; margin: 0cm 29.75pt 0pt 55.9pt; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 20.4pt; margin: 0cm 1.4pt 0pt 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-indent: 35.5pt;"><span style="font-family: Arial;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;">En 1899 alivia volvió a Sudáfrica y se casó con Samuel Cronwrigh, un ranchero y activista político que también debió haber sido una personalidad fascinante: cambió su nombre por el de Cronwright-Schreider -¡y si eso no fue una muestra de amor, no sé cómo podría calificarse!- y fue madre de una hija que murió a las pocas horas de nacida. Su infelicidad se acentuó y regresó a Inglaterra sola. A principios de </span><span lang="ES">1920 </span><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;">Samuel fue por ella para escoltarla de regreso a su país. Dicen las crónicas que no la reconoció, tan enferma y consumida estaba, al llegar al miserable cuartucho en donde se hospedaba.<o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 20.4pt; margin: 0cm 1.4pt 0pt 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-indent: 35.25pt;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;">Olivia Emilia Albertina Schreiner murió el 10 de diciembre de ese mismo año y fue enterrada junto con los restos de su hija y de su perro favorito en Buffels Kop, en la desértica planicie <i>karroo.<o:p></o:p></i></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 20.4pt; margin: 0cm 1.4pt 0pt 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-indent: 35.5pt;"><span style="font-family: Arial;"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Arial;">De esta singular escritora mi <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Encarta</i> de cabecera dice que “Aunque fue amiga de Cecil Rhodes, el padre de Sudáfrica, rompieron su relación a raíz del fallido ataque de Jameson contra los bóer en 1895, cuyas actividades denunció en su libro <i>El soldado de caballería Halkett de Mashonaland, </i>que criticaba la forma en que se colonizó Rhodesia y originó una gran polémica [...] Trabajó en apoyo de los bóer durante la guerra contra Inglaterra (1899-1902). <i>De hombre </i>a <i>hombre </i>(1927) y <i>Ondina </i>(1929), ambas novelas de tema feminista, se publicaron póstumamente. Mujer poco corriente y valiente, revolucionó el enfoque del feminismo y realizó muchas observaciones agudas sobre el futuro político de Sudáfrica, en particular sobre la situación de los negros bajo el <i>apartheid.”</i></span><span lang="ES" style="font-size: 4pt; mso-bidi-font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></span></div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3855620852960217947.post-85242321220910565282012-03-29T12:04:00.001-07:002012-03-29T20:41:43.123-07:00Juego de ojos - Un mundo en guerra<div style="text-align: right;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Miguel Ángel Sánchez de Armas</span></div><h1 style="margin: 12pt 0cm 3pt; text-align: right;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Arial;">A Magsa, en su día.<o:p></o:p></span></span></i></h1><br />
<br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Al comentar la rapiña romana en la conquista de Bretaña y cómo después de la destrucción de Cartago los soldados imperiales labraron la tierra con sal para que jamás volviese a florecer la vida, Cornelio Tácito consignó para la historia la frase que hasta hoy parece explicar las conductas de potencias que se disputan los territorios del mundo: “Hicieron un desierto y le llamaron paz”.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="Prrafo" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">En un espléndido artículo publicado tiempo ha, el periodista norteamericano Alejandro Gómez recoge la siguiente anécdota: <span class="dropcap-large"><span style="color: black; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">“N</span></span>apoleón explica a su canciller, el pragmático y sagaz Talleyrand, su estrategia para consolidar la ocupación de España, y éste le responde: “'<i>Sire</i>, las bayonetas sirven para muchas cosas, menos para sentarse sobre ellas”'. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">¿Podría un ignoto historiador reseñar una era, por breve que fuera, que se hubiese significado por una paz <i style="mso-bidi-font-style: normal;">casi </i>absoluta? Lo dudo mucho. Desde las disputas con piedras y mazos de hueso entre homínidos y homo-sapiens (¿recuerda el lector la espléndida primera escena de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Odisea 2001</i>?) hasta, los dioses no quieran, la cuarta guerra mundial que según la aguda observación de Einstein se libraría con piedras y palos, parece que nuestra humanidad está condenada a vivir inficionada con un virus más mortal que el SIDA: el del agresivo tribalismo-nacionalismo-patrioterismo-<i style="mso-bidi-font-style: normal;">religioserismo</i> (TNPR) que incubó heroicos episodios que van desde las guerras púnicas hasta la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">campaña del desierto, </i>pasando por Grunwald, Trafalgar, Crimea, las dos guerras mundiales, la guerra civil española y un largo etcétera, sin olvidar el bello lance en que la estupidez imperial de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pérfida Albión </i>se enfrentó a la estupidez patriotera de los milicos argentinos en las Falklands – Malvinas, escaramuza que fue notable sólo porque el torturador Alfredo Astiz, llamado “el ángel de la muerte”, fue el primero en rendirse tembloroso cuando frente a sí tuvo a soldados armados y no a monjas atadas de pies y manos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i><o:p></o:p></span></div><br />
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">El cambio que significó el paso de las sociedades feudales a las sociedades capitalistas fue de tal magnitud que no sólo modificó la vida económica, política y social del mundo, sino que trajo consigo nuevos campos de conocimiento como el de las ciencias sociales.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Una era que veía surgir nuevas formas de gobierno derivadas de nuevas formas de organización económica, donde se abrían paso ciertos derechos y libertades para la población, así como la llegada de avances tecnológicos que ponían constantemente a la disposición productos que hacían la vida en grupo o individualmente más cómoda, hizo pensar a los noveles científicos sociales que la ruta de la humanidad se encaminaba hacia el orden y el progreso.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Esta nueva era, sin embargo, tenía antecedentes menos tersos. La Revolución Industrial produjo una cauda de conflictos y alianzas que no se eliminaron con el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">progreso</i>. Muy pronto ideales como los de Augusto Comte y su filosofía positiva serían puestos en entredicho una y otra vez por el desarrollo capitalista. La aplicación de nuevas tecnologías para la guerra precede a la vida industrializada, pero cuando los avances tecnológicos empoderaban rápida y sorprendentemente el ámbito militar, la ambición política no se hizo esperar y adquirió forma en dos conflagraciones mundiales.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Desde la propulsión a vapor en los barcos de guerra, pasando por el perfeccionamiento de armas automáticas, el uso del radar, el sonar, los radios de alta frecuencia, el armamento aéreo, los tanques pesados, los antitanques, las miras de bombardeo para lograr más precisión en los ataques aéreos, las armas químicas, hasta llegar a “Little boy” y “Fat Man” –nombres dados a las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki- las armas de muerte y destrucción han estado ligadas al avance tecnológico. En la historia militar destaca la construcción de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Línea Maginot</i>, la defensa fortificada francesa que se construyó después de la Primera Guerra Mundial en la frontera con Alemania, de 400 kilómetros de extensión, que iba desde el Rhin hasta Bélgica y que es una suerte de chozno de la Gran Muralla china, otra maravilla tecnológica de su tiempo.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">En la historia han quedado los nombres de mentes brillantes que dedicaron su trabajo científico al desarrollo de armas cada vez más destructivas, como el alemán Otto Hahn, quien descubrió en 1938 la fisión nuclear. Al año siguiente Alemania echó a andar el “Proyecto Uranio” al que se integraron varios científicos teutones para darle forma al descubrimiento de Hahn. Por fortuna los avances fueron escasos y las armas nucleares no estuvieron listas antes de la caída de Berlín en 1945. Los materiales de los laboratorios del Proyecto Uranio fueron incautados por Estados Unidos para trasladarlos al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Proyecto Manhattan</i> que desde 1942 había logrado perfeccionar la reacción en cadena controlada. Los científicos alemanes, con Werner Von Braun a la cabeza, participaron en el programa nuclear norteamericano. Nadie duda que los nazis del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tercer Reich</i> hubiesen empleado indiscriminadamente esas terribles armas, sin importar las consecuencias para la humanidad.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Los 80 millones de muertes que se estima causaron las dos guerras, lejos de traer verdaderos anhelos de paz, parecen haber sido poderoso alimento de la ambición armamentista. El periodo de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guerra Fría</i> fue en realidad una temible y amenazante carrera armamentista, especialmente en el desarrollo de las armas no convencionales. (La cotidianidad en el uso actual de internet ha colocado en el olvido que este proyecto de comunicación comenzó como un desarrollo militar, codificado ARPANET y desarrollado por el Pentágono, para que en una guerra nuclear no se perdieran las comunicaciones y se pudiera organizar con eficacia el contrataque.)<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">La Guerra Fría primero y la unipolaridad después, han impulsado por igual cada vez mayores desarrollos en tecnología militar. El avance informático fue más allá de la comunicación, para dar lugar a una cantidad inimaginable de equipos y dispositivos militares gracias a los cuales los conflictos bélicos se libran hoy de manera muy distinta a como se hacía hace cien años. En la actualidad es posible exentar a los soldados de tareas bélicas muy peligrosas porque pueden ser perfectamente sustituidos por equipos automatizados o por vehículos teledirigidos. Otro cambio importante es que los equipos son cada vez más livianos, pequeños y ligeros, lo que los hace fácilmente transportables.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">La apuesta por la paz queda en entredicho al revisar el presupuesto que mundialmente se destina a gasto militar. De acuerdo con mediciones realizadas y publicadas por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos para 2011, el sultanato de Omán es el que aparece con el porcentaje más alto de Producto Interno Bruto dedicado a este renglón con 11.4%. Le siguen Qatar y Arabia Saudita, con 10% e Irak y Jordania con 8.6%. El sexto sitio le corresponde a Israel con 7.3%. En el lugar 24 aparece Estados Unidos con 4.06% y en lugar 61 está Irán con 2.5 del PIB para presupuesto militar. Las cifras presupuestales pueden ser muy variables dependiendo de la riqueza de los países, pues aunque Irán tiene el lugar 61, Estados Unidos y el resto del mundo ven con temor la gran inversión que se destina en ese país al enriquecimiento de uranio.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;">Mientras los líderes políticos del mundo tejen discursos de paz, sus laboratorios militares son bien nutridos con grandes presupuestos que dan solidez a la afirmación de que una cuarta guerra mundial se libraría con palos y piedras, porque la destrucción de la tercera sería de tal magnitud que echaría atrás el calendario hasta la edad de las cavernas.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div>Miguel Angel Sánchez de Armashttp://www.blogger.com/profile/06464673796256061141noreply@blogger.com0